Primera escena. Es de noche. Un motociclista circula por la carretera impasible, solitario. A medida que avanzan los segundos el ambiente se vuelve más tenso. Poco a poco se adentra en la ciudad de las luces. Sus movimientos son decididos y buscan el constante peligro, la adrenalina del momento. El motorista para, se quita el casco y nos desvela su terrible identidad: es Hannibal Lecter (MADS MIKKELSEN). Ha huido al viejo continente donde puede disfrutar del la sobriedad y elegancia que tanto le caracteriza. Todo a su alrededor es arte y es lo único que le importa. O eso parece…
Las temporadas anteriores nos han permitido conocer los efectos que Hannibal y su «obra» hacían en los que le rodeaban, aunque solo habíamos podido observarlo desde el punto de vista de Will Graham analista de crímenes que colabora con el FBI, interpretado por HUGH DANCY que actuará en THE HAPPY PRINCE junto a COLIN FIRTH, con una mente capaz de empatizar con todo tipo de perfil psicológico. Will deberá investigar los crímenes del asesino en serie y caníbal «Destripador de Cheesapeake» sin saber que se trata de su terapeuta y compañero Hannibal Lecter, quien lo manipuló en todo momento hasta el punto de hacerle creer que él era el asesino e incluso convertirlo en uno.
Acostumbrados a no saber nunca qué esperar de semejante personaje, este primer bocado nos sorprende al dejarnos entrever el contenido de la perversa mente de Hannibal Lecter. Hannibal es un malabarista de mentes, un prestidigitador que maneja a todo aquel que le rodea, sembrando en cada personaje una emoción distinta y que al final de la segunda temporada los acabará destrozando: desconcierto en Will, amistad en el jefe del FBI Jack Crawford (LAURENCE FISHBURNE al que pronto veremos en BATMAN vs SUPERMAN: DAWN OF JUSTICE), atracción en la doctora Alana Bloom (CAROLINE DHAVERNAS, THE FORBIDDEN ROOM )…
Lo inquietante en Hannibal es que somos los únicos en saber lo peligroso que es estar cerca de él, por eso resulta tan chocante la predisposición de todo aquel que le rodea por adentrarse en su particular y macabro estilo de vida, lo que nos lleva a plantearnos si la elección de su víctima no es más que una irónica y casualidad del destino, ya que éstas son las que se acercan intrigados por el aura de misterio que desprende. Muy diferente es su relación con aquellos que considera a su altura, como el mismo Will o su ex terapeuta Bedelia, a la que da vida GILLIAN ANDERSON, ya que se se posiciona como mentor y no como depredador.
El capítulo, dirigido por VINCENZO NATALI (Cube, Paris je t’aime), se ve respaldado por una estética que reproduce las sensaciones de Hannibal, lo que nos permite observar en primera persona la cruel visión del mundo del doctor Lecter. Sin embargo, los cambios en el tiempo y en el espacio se suceden sin un orden específico, elevando la trama a niveles tan complejos que en ciertos momentos resulta imposible de seguir, y aunque al final las escenas acaban encajando, la cronología queda indefinida y provoca que aumente el suspense y el desconcierto, y esperamos que los próximos capítulos nos aclaren algo más. Nos convertimos en los espectadores de un grotesco circo en el que es el único en disfrutar y conocer todo el proceso. Empezar la temporada recordando al personaje protagonista es una decisión acertada para los seguidores de la serie. Tras un parón de casi un año, era necesario volver a presentar este psiquiatra forense que combina su habilidad para matar con su habilidad para la cocina, y recordar el extraño carisma de éste personaje tan aterrador como peligroso.
A medida que avanzan las temporadas tendemos en caer en la soberbia del espectador que cree conocer a los personajes y parece que ya nada puede sorprendernos. Pero en la serie creada por BRYAN FULLER ninguna información es relevante: la trama reside en el protagonista, él decide a quién matar y a quién perdonar la vida, quién se va y quién se queda. Y lo que es más importante, cada víctima es diferente y para cada uno tiene un plan preparado, unas reglas del juego que tan sólo él conoce y controla. En esta temporada, además de ser testigos de su peculiar modo de cocinar, asistiremos a su grotesco circo en el ejerce de director y actor, en un espectáculo cruel y destructor y que solamente él controla.
Tras este primer capítulo no podemos negar que Hannibal Lecter sea uno de los personajes más terroríficos e indescifrables de la historia, no solo por la ya mítica trilogía protagonizada por el gran ANTHONY HOPKINS, sino gracias a la elaboración de una de las series más originales del momento y que, lejos de caer en una banal imitación de las películas homónimas, ha conseguido recrear una obra de arte.
Todavía nos queda conocer la otra cara de la moneda y averiguar si alguno de los que terminaron la temporada anterior moribundos ha logrado sobrevivir. Lo que ha quedado claro es que será la temporada más explícita y tenebrosa de la serie, en la que conoceremos los recovecos más oscuros de la mente de Hannibal caníbal.
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