BIBLIOTECA: EN ESTE RINCÓN DEL MUNDO
En este rincón del mundo se ha convertido, por méritos propios, en una de las obras más queridas tanto en territorio nipón como en territorio occidental. Y es que su autora se ha trabajado a pulso una de las historias más conmovedoras del manga actual. Con unos protagonistas que cautivan a los lectores y una historia excelente, nos llega un tomo único que nos dejará, sin duda, con ganas de más.
Escrito e ilustrado por Fumiyo Kouno, esta obra comenzó su publicación en 2007 en las páginas de la Weekly Manga Action con una periodicidad semanal, acabando su publicación en 2009. Actualmente es una historia que ha superado más de una frontera, y unos años después de su finalización, llegó a España en 2015 de la mano de Ponent Mon. La obra se divide en 45 capítulos cortos, extractos de la vida diaria, repartidos por meses entre 1934 y 1946. La autora nos muestra más de diez años de la historia de Japón, antes y después de la II Guerra Mundial, enfocándose especialmente en cómo el conflicto afectó a la rutina de miles de personas, más allá de las bombas atómicas, que vivían en puntos estratégicos militares como lo fue la prefectura de Hiroshima. Una historia que no sólo te contará la vida de sus protagonistas sino que te hará sentir en primera persona uno de los mayores períodos bélicos de la historia. Una vez superada esta primera toma de contacto comenzamos la reseña de En este rincón del mundo. Un análisis donde no destripamos detalles sustanciales de su argumento e intentamos ir más allá de lo que vemos a primera vista.
En este rincón del mundo es el testigo perfecto que nos lega su autora japonesa, Fumiyo Kuono, para mostrarnos la realidad de los vaivenes de la II Guerra Mundial en la vida diaria de la prefectura de Hiroshima antes y después de los bombardeos nucleares sobre Japón. La obra nos cuenta la historia de Suzu Urano, una joven natal del pueblo pesquero de Eba que ha crecido en el seno de una familia que se dedica única y exclusivamente al cultivo de algas. En 1944 se traslada a la ciudad cercana de Kure para casarse con quien ha pedido su mano en matrimonio concertado, una práctica bastante habitual de la época y que se sigue dando actualmente. El joven que la espera es Shusaku Hojo, un joven empleado de la base naval de la ciudad portuaria. Su nueva familia le acoge con cariño y afecto mientras que, día tras día, Suzu se despierta en un nuevo lugar lleno de tareas. Tareas marcadas por el ritmo de la guerra que arrasa el país.
Tal y como hemos comentado antes, la obra se divide en 45 capítulos cortos, extractos de la vida diaria, repartidos por meses entre 1934 y 1946. De esta forma asistimos al crecimiento vital de Suzu, desde su tierna y despreocupada infancia hasta su juventud, una chica inocente y cándida, a veces despistada pero abnegada a sus cometidos, cuyo mayor talento es el de plasmar en papel el mundo que le rodea. A veces maravilloso, a veces horroroso.
La autora realiza una excelente labor de documentación cuyo resultado es una obra histórica, de carácter trágico y ocurrente, que bien se podría considerar como lectura obligatoria e instructiva en diferentes tradiciones y rutinas de la sociedad del momento. Hablamos de un esfuerzo por reflejar todo lo que ocurre en la época, ya sea a través de sus personajes o a través del dibujo. Fumiyo hace uso de las ventajas creativas del medio para insertar así todo tipo de dibujos esquemáticos y primeros planos de numerosos detalles desconocidos no sólo para el lector occidental, sino para el lector japonés actual, alejado ya de todo aquello.
Pero Fumiyo no sólo refleja a la perfección la guerra y sus consecuencias, sino que además plasma el papel de la mujer en una época donde el hombre tiene el papel protagonista y la mujer queda relegada a las tareas del hogar. Como mujer de su tiempo, Suzu vive en una sociedad patriarcal, en la que la imagen del hombre, el padre de familia, prima en todos los aspectos de la vida social; algo que se incrementa en tiempos de guerras. Al ser entregada en matrimonio, Suzu Urano tiene que cambiar su apellido por el de su nueva familia, Hojo, y abandonar su hogar para pasar a formar parte de la casa del marido, ayudando y acometiendo las tareas del hogar. Las sensaciones que una chica despreocupada e inocente vive al cambiar de aires, de familia, quedan perfectamente recogidas bajo la pluma de la autora en situaciones que, a través de una constante frustración enmascarada con humor, reflejan la confusión vital de la protagonista.
Mientras que la guerra y todas sus vertientes marcan el tema de fondo en la narración de la obra, su principal virtud es la de mostrar cómo las víctimas del conflicto bélicos superan cada nuevo óbice que éste les impone. Todo esto marca de forma casi condicional la vida de todos y cada uno de los personajes que circulan por la historia, a los que no les queda otra que seguir adelante. Como es el caso concreto de Suzu y toda su familia, aunque el camino que venga por delante no sea el esperado, y mucho menos, el planeado. La autora consigue mostrar la mentalidad social del momento y la introduce de forma que se percibe de manera inconsciente a través de la protagonista de la obra. Mientras que el resto de personajes son perfectamente conscientes de la situación y de sus responsabilidades desde las primeras páginas, Suzu comienza siendo una niña despistada e impetuosa y acaba siendo una mujer madura que asimila los mecanismos sociales y personales que el tiempo le ha impuesto.
La forma con la que Fumiyo Kouno nos cuenta el avance de la guerra, y la derrota progresiva del país del sol naciente, es la misma en la que los habitantes de la época fueron conocedores. Ante la falta de información del gobierno y noticias claras sobre el devenir del conflicto, los lectores y los personajes de la obra conocen que Japón va perdiendo ante la llegada incesante de buques tocados, y que finalmente son abandonados, al puerto de Kure. La derrota queda clara, incluso antes de las bombas nucleares, cuando el suegro de Suzu le confiesa a ésta que el Yamato ha sido hundido. La frustración cabalga entre todos y cada uno de los personajes conforme se acerca el final de la narración.
Y terriblemente, llega. Agosto de 1945. Aterrizan las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki. Llega el final de la guerra con un Japón totalmente herido en su orgullo y en su sociedad. Todos y cada uno de los protagonistas lo viven, viven la angustia de la guerra, y nosotros acabamos siendo testigos de ello, suspirando entre lágrimas de pena y sonrisas de esperanza. La conclusión final es rotunda y el mensaje es contundente: la guerra es aterradora, y nada puede justificar la matanza indiscriminada que se lleva a cabo en cada una de ellas. Pero pese a todo la vida sigue, siempre se abre paso, y En este Rincón del Mundo nos enseña cómo.
A nivel artístico En este rincón del mundo presenta un arte único, característico e irrepetible, que transmite a la perfección todo lo que la autora quiere contarnos. De estética infantil, casi propia del cuento, los trazos numerosos pero suaves y las líneas fuertes pero sencillas permiten conocer a unos personajes que, pese a la estética de cuento, quedan perfectamente reales. El sentimiento y la inquietud humana se expresa con cada línea, tanto por lo que dibuja Kouno como por lo que dibuja su protagonista, Suzu. Gozamos de unos primeros planos sensacionales donde no sólo podemos apreciar el sumo cuidado que tiene la autora con los rasgos faciales, sino que también podemos percibir el mimo que antepone a todos los elementos de cada escena, pues el detalle es uno de los grandes protagonistas de la obra, sobre todo si nos fijamos en los numerosos esquemas y las ilustraciones con los que la autora nos cuenta todo tipo de detalles. Una obra que realmente no reluce por su perfección ante el dibujo pero que sí sabe aunar lo mejor de éste para transportarlo a una historia que para no dañar miles de corazones necesita este tipo de trazado. Sin duda, estamos ante una obra de la literatura japonesa que, pese a lo dramático y trágico de lo que cuenta, casa perfectamente con lo inocente y dulce de cómo lo muestra.
En octubre de 2015 la editorial Ponent Mon puso a la venta esta edición de En este rincón del mundo, de Fumiyo Kouno. Una edición que recopila toda la historia en un tomo único y que ha gustado a todo el público, llegando a ser una de las obras más demandadas de la editorial. En este rincón del mundo está compuesto por un total de 432 páginas en blanco y negro destacando algunas en color. Estamos ante una edición de tamaño similar al kanzenban de 170 x 240 mm que permite disfrutar con todo detalle de las magníficas ilustraciones de la autora.
La calidad de los materiales que conforman este tomo es indiscutible, en la línea de este tipo de obras de la editorial. La portada logra un gran impacto visual tanto por su diseño como por sus tonalidades rosáceas y malvas que aportan dulzura y ternura a partes iguales. El diseño de la cubierta respeta al máximo al original japonés, aunque para adaptar el título a nuestro idioma y situarlo de la mejor manera posible la editorial ha apostado por situar el título de forma horizontal mientras que el diseño original japonés cuenta con el título en formato vertical. Un pequeño detalle de adaptación. Otro detalle a destacar es su cuidada encuadernación, cosida y con un papel de gramaje de alta calidad, algo que se agradece y más cuando se trata de un tomo tan pesado —si nos referimos al grosor— para evitar que se dañe al leer y se mantenga siempre rígido y fuerte. En este rincón del mundo salió a la venta el pasado octubre de 2015 a un precio de 26,00 €. Se trata de un tomo único dividido no por episodios sino por fechas, unas pautas que te marcan el día a día de la obra y que sin duda te ayudan a sumergirte todavía más en la historia y en la situación actual de los personajes. Es curioso ver cómo pasa el tiempo, incluso los años, a través de 400 páginas, pero aquí lo consiguen y avanzas tú mismo con la obra. Sin duda, un gran deleite para nuestros sentidos.
En cuanto a errores de impresión o diseño la verdad es que no hemos encontrado ninguno. Tanto el entintado, como el sangrado y las viñetas gozan de una perfecta armonía en el tomo y además está perfectamente traducido a nuestro idioma, cortesía de Víctor Illera Kanaya. Además, como guinda que pone punto y final a esta exquisita edición, nos encontramos con unos pies de página fuera de lo habitual de lo bien expuestos que están y los detalles que te cuentan, llegan a transmitir perfectamente todo tipo de detalles para que el lector moderno comprenda los eventos y costumbres de la época. En este sentido, es aconsejable digerir la obra de manera lenta y disfrutando los detalles, un elemento que al principio puede parecer abrumador pero acaba siendo necesario.
En definitiva, estamos ante un manga realmente único e irrepetible. Un testimonio atemporal de una época trágica cuya principal virtud es la de transmitir los efectos de la guerra sobre la población civil de manera didáctica, esperanzadora e inesperadamente inocente. Démosle la mano a Suzu y vivamos una historia que no falta de penurias, alberga más de una esperanza.
Marisol Navarro
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