Ya hace años, y mucho más desde la crisis de 2020, que se viene prediciendo el ocaso del dinero en efectivo. No sabemos si queda mucho o poco tiempo, o ni siquiera si realmente desaparecerá un día, pero sí que es cierto que las opciones de pago alternativas están ganando terreno.

Según la última encuesta realizada por PaynoPain sobre los nuevos métodos de pago en España, un 95 % de los españoles paga con tarjeta y, más concretamente, con app e-wallets, mientras que nueve de cada diez muchas veces ni siquiera llevan dinero en efectivo encima.

Repasemos los métodos de pago digitales más innovadores que se están abriendo camino o que ya están disponibles en nuestro país.

Los monederos electrónicos o wallets

Esta opción no es ninguna recién llegada, pues ya llevamos conviviendo con ella unas cuantas décadas, ¡que se dice pronto! Son tan populares porque son un método rápido, efectivo y muy seguro ―pues nos evita tener que proporcionar nuestros datos bancarios en los comercios―.

Más de la mitad de los españoles ya usan un monedero electrónico para pagar en tiendas en línea. 

Transferencias «modernizadas» e instantáneas, como Bizum

Pues sí, el Bizum que casi todos usamos desde hace un tiempo no es más que una nueva modalidad de transferencia, como las de toda la vida, pero más rápida y más cómoda. Todo apunta a que se irá haciendo más y más popular, y ya lo usa más de una cuarta parte de los españoles.

Aunque por el momento no lo aceptan todos los comercios, sí que es cada vez más frecuente encontrarlo en las pasarelas de pago de las tiendas en línea. Y no podemos negar que es comodísimo y muy práctico, incluso para pagos entre familiares y amigos.

Pagar con el propio cuerpo: reconocimiento facial, de iris o de voz

Las tecnologías biométricas son uno de los avances más «locos» en cuestión de opciones de pago. En sí, no son un método como tal, sino una capa añadida de seguridad de la que se valen ciertos bancos, monederos, etcétera. A escala mundial, se estima que en los próximos años, el sector de pagos de este tipo crecerá a una tasa acumulada de casi el 50 %.

Un dispositivo con una cámara o con un equipo de reconocimiento de voz observa y analiza las características físicas del cliente. El reconocimiento facial ya está siendo usado por Apple, mientras que el sistema smile-to-pay ha sido implantado por Alibaba en China. En cuando al reconocimiento de voz, Google ya está probando soluciones que permitirían usarla para autenticar los pagos online.

Los wearables, dispositivos que pagan

Otro avance que viene pisando fuerte son los wearables, o los dispositivos que se llevan puestos como si fuesen un complemento más y que efectúan el pago sin contacto al acercarlos al datáfono. Los primeros fueron los relojes inteligentes o smartwatches, y el pionero fue el sistema Apple Pay.

A día de hoy, aunque todavía son menos populares, también hay pulseras ―emitidas por distintas entidades financieras, como Banco Santander, Caixa Bank o ImaginBank―. Asimismo, los anillos de pago ya están siendo comercializados por al menos un par de empresas, como McLear o MTG Go.

Buy Now, Pay Later

O el «compra ahora, paga después» de toda la vida, pero actualizado a los tiempos modernos. Se trata de una alternativa flexible y cómoda, que se prevé que se hará especialmente popular en momentos de inflación, como el que nos está tocando vivir.

Es un sistema sencillo, que nos brinda mayor autonomía económica y disposición de dinero para hacer frente a pagos inmediatos mediante opciones de financiación sin complicaciones, sin gastos adicionales o intereses y sin demasiada letra pequeña.

Entre las compañías más populares que ofrecen este servicio, tenemos PayPal, Afterpay o Klarna, que están disponibles a día de hoy en la mayor parte de comercios en línea.

Criptomonedas, las eternas aspirantes

También se ha hablado mucho de ellas en los últimos tiempos y no terminan de penetrar como opción de pago popular en tiendas online. Entre sus pros están el anonimato y la inmediatez ―el promedio de espera para confirmar una transacción es de menos de diez minutos―; entre sus contras, la volatilidad y los recientes descalabros de varias de estas monedas criptográficas.

Aunque no son muchos los establecimientos físicos que admiten el pago con monederos de Bitcoin o otras criptomonedas, sí que empiezan a estar más extendidas en internet. Por ejemplo, Microsoft ya la acepta para transacciones pequeñas, como de juegos, música o películas en su sitio web de Estados Unidos.

¿Cuáles son los usos más populares de estos métodos de pago en España?

Los españoles han sabido adaptarse y emplean distintas opciones de pago innovadoras para adquirir distintos bienes y servicios. Tiene su lógica, vamos a verlo:

Compras online

A la hora de comprar en internet, los consumidores lo tienen claro: el método más popular es PayPal, tanto dentro de nuestras fronteras como fuera. ¿Los motivos? Que hasta hace poco se hicieran cargo de los gastos de devolución y la gestión que hacen de los conflictos con establecimientos.

Juego y apuestas en internet

Para el juego y las apuestas online, los usuarios emplean toda una diversidad de métodos de pago que garantizan la seguridad y la velocidad de las transacciones, entre las opciones más novedosas está la posibilidad de depositar en un casino con Bizum, aunque este servicio está sólo disponible para ingresos mas no para retiros. 

Pero también hay otros similares (monederos electrónicos) que también están presentes en el mundo de las apuestas deportivas y los juegos de casino online, como lo son PayPal, Muchbetter, Neteller, Skrill y Paysafecard, entre muchos más.

Pagos entre particulares

Cuando toca pagar a un amigo o familiar, desde hace un tiempo todos o casi todos tiramos de Bizum. Es muy rápido, seguro, no hace falta andar «mareando» con números de cuenta y casi todos los bancos lo ofrecen.

Pago de servicios en línea

Los servicios en línea siguen pagándose de formas más tradicionales, con opciones como las tarjetas de crédito o débito. Es una alternativa muy buena, con décadas de buen funcionamiento probado: pagos rápidos y muy seguros.

Redacción