MENTALISMO Y EL RESPLANDOR, UN PACK DE MIEDO

Atraídos por el magnetismo de misterio y la hipnótica espiritualidad que desprenden por todos los costados los sucesos de El resplandor, The Stanley Hotel recibe, hoy en día, cientos de visitas. Osados que quieren comprobar en carne propia qué se cuece dentro de las enigmáticas paredes. Los hay, incluso, que se chiflan por alojarse en la habitación 237. ¿A qué cinéfilo no le gustaría, en realidad? La buena noticia es que hay una alternativa de vivir la experiencia para los que no es viable un viaje de ese calibre. Se llama Pablo Raijenstein, y ha traído a Madrid las premoniciones y las experiencias paranormales, telepáticas y de hipnosis que giran alrededor de El resplandor.

No se trata solo de la proyección de una película al uso (que, oye, tampoco está mal disfrutar de El resplandor en la gran pantalla), sino de un espectáculo cinematográfico sorprendentemente directo y original que pone, y más de una vez, la piel de gallina. Una oportunidad de disfrutar de un clásico de la filmografía desde un nuevo punto de vista, que además invita al púbico a reflexionar sobre su propia percepción.
Y si a todo esto le sumamos una dosis de Hendrick’s, pues ya el tema se pone bastante serio. Mentalismo + cine +copa conforman un triplete con pocos rivales, y sin duda podemos hablar de una experiencia tan agradable como necesaria.
Una propuesta a la que vamos a seguir la pista y de la que esperamos segundas partes, y si es pronto… ¡pues mucho mejor!
María Robert