MASTERCHEF CELEBRITY 4: CHARLAMOS CON LOS CONCURSANTES DE LA EDICIÓN MÁS IMPREDECIBLE
Entre la nueva hornada de celebrities de Masterchef, quizás la más llamativa de las cuatro ediciones del talent culinario de famosos, hay concursantes excepcionales y variopintos. Pero casi todos comparten un sentimiento común: creyeron al entrar que sabían cocinar y salieron pensando que no tenían ni idea. Le pasó por ejemplo, a Yolanda Ramos. “Alguna gente me pregunta que qué hago metida en esta movida. Francamente yo tampoco lo sé. Porque si Masterchef Celebrity 4 va de aprender a cocinar, más bien he desaprendido. Yo pensé que sabía cocinar, pero llegas aquí y te das cuenta de que no”, confiesa.
También es lo que más resalta de su paso por el programa Marta Torné. “Lo que me llevo de MasterChef es que no tengo ni puta idea de cocinar. O sea, soy una mierda pinchada en un palo”, dice tajante. Igual que Félix Gómez. “Yo entré al programa diciendo que era un cocinitas, que se me daba de puta madre cocinar. Ahora sé que no tengo ni puta idea de cocinar, solo sé cuatro cositas”.
Para Álex Adrover, era un sueño y un reto aún mayor que para el resto de sus compañeros, porque su chica, Patricia Montero, fue finalista de la segunda edición de Masterchef Celebrity. “Yo había sufrido todo lo que había pasado ella. Llegaba de madrugada después de haber estado cocinando en todos lados. Por eso cerraba los ojos y me imaginaba en el programa”. A pesar de haberlo vivido casi de primera mano y de haberse ido formando y mentalizando, reconoce que la experiencia ha sido más dura de lo que se esperaba. “He estado tres meses y medio trabajando en Lakasa, con César Martín. Pero si me volviesen a invitar al programa, estaría un año antes preparándome. Una vez empiezas te das cuenta de que no sabes nada”.
A Los Chunguitos les ocurrió justo lo contrario, porque nunca en su vida se habían preocupado por encender unos fogones antes de embarcarse en Masterchef. Eso sí, al final le cogieron el rollo. “Nuestro plato estrella son los espaguetis y la ensalada. Hemos aprendido alguno para hacérselo a nuestros amigos, pero tiene un nombre muy raro. Era como francés. Y también hicimos un postre de chocolate que estaba buenísimo”, cuentan los hermanos Salazar.
TVE ha colocado Masterchef Celebrity 4 en su parrilla de los miércoles, y lo emitirá a partir del 11 de septiembre. A la presentación del concurso en el XI FesTVal de Vitoria acudieron 14 de los 15 protagonistas de la edición: Tamara Falcó, Vicky Martín Berrocal, Yolanda Ramos, Elena Furiase, Los Chunguitos, Almudena Cid, Ana Milán, Juan Avellaneda, El Sevilla, Álex Adróver, Marta Torné, Félix Gómez y José Miguel Antúnez. Solo faltó Ana García Obregón.
Cada uno de ellos competirá semana tras semana por conseguir los 4.000 euros en juego, que el mejor de cada reto donará a una ONG. El ganador de la edición obtendrá el trofeo de vencedor y 75.000 € para la ONG que elija. Los dos aspirantes que lleguen al duelo final disfrutarán de un curso de Cocina Creativa de un fin de semana en el Basque Culinary Center.
Varias sorpresas
Según avanzan los concursantes de Masterchef Celebrity 4, todos tienen papeletas para seguir los pasos de Miguel Ángel Muñoz, Saúl Craviotto y Ona Carbonell, los tres ganadores de las ediciones anteriores. “Yo venía muy preparado. Sabía hacer de comer de todo, porque llevo cocinando desde los 12 años. Y cuando llego, me encuentro que esta gente sabía hacer tanto como yo, o más. El nivel es tremendo. Hasta Ana Obregón que decía que no se había metido nunca en la cocina ni para coger un vaso. Todos nos hemos preparado en grandes restaurantes”, cuenta Miguel Ángel Rodríguez, El Sevilla.
De hecho, explican, esta es la edición del programa más impredecible. “Ha habido varias sorpresas, la verdad. Gente que te pensabas que sabría cocinar y al final no, y al contrario. Al final te juegas todo a una en la prueba de eliminación y vais a ver muchas cosas que no os esperáis”, deja caer el actor Félix Gómez. Aunque por lo que cuenta Yolanda Ramos, se puede intuir de dónde va a venir asombro del público. “No puedo decir nombres, pero había gente que podría haber dado mucho, pero mucho juego y se la han cargado muy pronto porque su plato no estaba en condiciones. Y así con bastante gente”.
La que tiene muchas papeletas para llegar lejos es Ana Milán, a quienes varios participantes consideran la rival más fuerte. “Es una niña que cocina fenomenal y es una gran compañera”, afirma Tamara Falcó. Por su parte, el vocalista de los Mojinos Escozíos la define como “una cocinera maravillosa, una tía estupenda, y la mejor capitana que podrías tener en un equipo. Tiene una capacidad tremenda para aprender cada día”.
La actriz, en cambio, piensa que lo que dicen sus compañeros de ella es “más cariño” que otra cosa. “Yo sé cocinar porque en mi casa todas las mujeres de mi familia han cocinado mucho y muy bien, pero yo soy la pequeña, con lo cual ponía la mesa y poco más. Algo se te queda, y, como dice mi madre, tengo las maneras, pero cocinar como hemos tenido que hacerlo no sabíamos ninguno. Estamos en el mundo de la alta cocina”. Aunque era de las pocas concursantes que asegura que no tenía miedo al reto. “Soy una inconsciente y muy propensa al autoengaño. Si fuera una mujer con dos dedos de frente me hubiese dado todo el miedo que me tiene que dar”, bromea Milán.
¿Talent o reality?
Con un casting de esta envergadura, no es tan descabellado plantearse hasta qué punto prima el espectáculo sobre las dotes culinarias. La más rotunda sobre este tema es la diseñadora Vicky Martín Berrocal. “Es muy fácil hablar desde fuera. Es durísimo, para mi es de las experiencias más duras de mi vida. Estamos hablando de gente que no se dedica a esto y que se tiene que enfrentar por primera vez fogones profesionales. Y las pruebas de exterior son una tragedia. Por la de goterones de sudor que se me han caído debería haber perdido 20 kilos. Fue mucho más complicado de lo que pensé. Ahora, después del paso por Masterchef Celebrity 4, creo que la cocina es un arte. Y hay algo que no paro de repetir, y es que nadie puede hablar de Masterchef sin haber estado en Masterchef”.
En parte esa presión se debe al implacable jurado formado por los chefs Jordi Cruz, Pepe Rodríguez y Samantha Vallejo Nájera. “En todos los momentos hay un juez más duro que otro, cogen turnos. Todos son muy rígidos”, sostiene Tamara Falcó.
Por eso a Yolanda Ramos los tres jueces se le han “cruzado” un poco. “Te llevas sorpresas al revés. Hay algún día que de repente sin esperarlo alguno se vuelve como bueno. A mí me pasaba con Samantha, que pensaba era la más dulce, y qué va, es la señorita Rottenmeyer. Pero luego un día se ablanda y dices, ¡qué maja!. Y Pepe parece bueno, pero no lo es, es un tío muy duro. Jordi Cruz se lleva la fama, pero en según que momentos es benévolo contigo. El otro, en cambio, no”.
Ana Milán opina igual que su compañera sobre el chef del restaurante El Bohío. “He planeado cada una de las noches que he estado en Masterchef Celebrity 4, matar a Pepe”, asegura entre risas la intérprete.
La actriz Elena Furiase cuenta que Samantha le dio una valoración en el primer programa que se le quedó marcada. “Me dijo: ‘Esto es una papilla insípida que no se la come ni tu hijo’. Primer programa eh, y no había que hacer papilla. Luego Samantha es un encanto. Los tres son un encanto. No sé por qué narices estás ahí, te miran, te dicen cuatro cosas y no puedes recordar al Pepe que acabas de ver en el pasillo y te ha abrazado. No, tu estás viendo al Pepe que te dice que tu plato está soso, que es una porquería, que que vergüenza. Masterchef es así”.
Tan dura ha sido la experiencia que algunos hasta han dejado aparcada temporalmente su pasión por la cocina, tal y como confiesa la actriz y presentadora Marta Torné. “No he vuelto a cocinar. He acabado hasta el gorro. Me estoy gastando todo en Deliveroo y en Glovo. Me voy a arruinar”.
Algo parecido le ha pasado a Félix Gómez. “Entré a Masterchef Celebrity 4 por mi madre, porque ella es súper fan del programa y le hacía ilusión. Pero si lo llego a saber quizás no me hubiera metido aquí”, bromea. “Aunque en realidad ha sido un disfrute, pero me ha sorprendido, porque es una montaña rusa de emociones un mismo mismo programa. Estás al 100% en cada prueba, jugándote la permanencia. Y yo soy muy competitivo y, ya que lo iba a hacer por mi madre, quería llegar hasta el final”.
María Robert