MÁS DINERO, MÁS CORRUPCIÓN, MÁS BILLIONS
La segunda temporada de Billions llega a Movistar+ la madrugada del domingo 19 de febrero. La serie de Showtime, emitida por la CBS, nos ofrece una segunda temporada en la que, lejos de haber resuelto las tensiones de la primera, va a agudizar la eterna lucha entre Chuck Rhoades (Paul Giamatti) y Bobby Axelrod (Damian Lewis).
Rhoades y Axelrod han tensado las cuerdas, han decidido que quedar en tablas no es lo suyo, pero tampoco llevan bien perder. El final de la primera temporada fue una lucha encarnizada por ver quién era más listo, más inteligente, más poderoso. Nadie ganó, todos perdieron y la revancha pinta todavía peor.
Billions: lucha de gigantes
Damian Lewis (Un traidor como los nuestros) y Paul Giamatti (Morgan) llevan hasta el extremo a sus personajes, pero ellos y sus cualidades interpretativas se lo pueden permitir. Siempre vemos a los dos al borde del colapso, aunque la tranquilidad del dinero, de quién sabe que tiene el poder (o cree tenerlo) nos ha regalado a un Axelrod algo más relajado que su contrincante, el fiscal Rhoades.
Pero ellos no son los únicos que importan. También importan sus familias, en especial la esposa de Rhoades, Wendy Rhoades (Maggie Siff) que, a su vez, era la coach empresarial de Axe Capital (como lo oyen, la empresa del enemigo de su marido). El personaje de Maggie Siff (Hijos de la Anarquía) es la pieza que, inevitablemente, más molesta en esta lucha.
Segunda temporada, a por el jaque mate
Los primeros episodios de esta segunda tanda de capítulos nos presentan a un Axelrod desconfiado. Cámaras, micrófonos, conversaciones que no lo comprometan, y una empresa que empieza a parecerse a una cárcel de alta seguridad en la que no faltan pulseras para fichar cada vez que un empleado entra o sale (ningún aparato electrónico puede entrar o salir con ellos) y nada del colegueo y camaradería que tenía con sus empleados. Como el propio Axelrod sentencia, «la confianza casi mata Axe Capital». Se acabó la empresa en la que todos querían trabajar.
Rhoades tampoco ha sobrevivido bien al combate. Oliver Dake (Christopher Denham, Money Monster) llega para instalarse en sus oficinas y así poder investigarlo de cerca. Sus métodos para cazar a Axelrod no acabaron por ser lo que el gran gobierno de los Estados Unidos de América considera correctos. Es su mano derecha, Bryan Connerty (Toby Leonard Moore, Daredevil), quien tiene ahora la oportunidad de librarse de Chuck, su jefe, y no tener que lidiar con él nunca más.
Axel y sus mujeres: el acierto y el fallo de esta serie
La relación que Axel tiene con Wendy es inmejorable. Y la echamos de menos. Ella era su apoyo, el pilar sobre el que se construye la empresa, y la necesita. Pero ella está cansada, no quiere volver a Axe Capital, el lugar que arruinó su matrimonio. A pesar de los ruegos de Axe, Wendy está cómoda con su propia clínica y va a probar suerte por su cuenta. Pero ¿cuánto tiempo conseguirá estar alejada de Axe Capital?
Por otro lado, tenemos a la mujer de Axe, Lara Axelrod (Malin Akerman, Easy), cuyas tramas nunca tuvieron especial interés. Un gran apoyo para su marido, pero sin ninguna relación con los negocios o con la lucha contra la fiscalía. Es un personaje que resulta totalmente prescindible y, o hacen algo interesante con él, o sus tramas terminarán por molestar.
Más dinero, más corrupción, más Billions
La segunda temporada nos promete acción, desconfianza y esas luchas verbales tan propias de Axelrod y Rhoades, pero ¿y qué más? ¿Qué nos deparará de nuevo esta temporada? Aquí os dejamos el tráiler para que lo averigüéis vosotros mismos y, ya sabéis, «Money makes the world go round». Movistar+ estrena Billions la madrugada del domingo 19 de febrero.
https://www.youtube.com/watch?v=lS0VKs2pDfM