Te puede gustar más, te puede gustar menos o no te puede gustar nada, pero el éxito de Lola Índigo es algo indiscutible y toda la pasión y el esfuerzo empleados para llegar hasta allí también. Lola Índigo es una de las cantantes españolas del momento y no ha hecho falta tener años de experiencia en la industria musical para protagonizar su propio documental, que llegará a Prime Video este próximo 13 de mayo bajo el título Lola Índigo: La niña.
Dirigido por Manu Montejo y producido por Fremantle España y Universal Music Spain, este documental nos muestra desde dentro el proceso de creación de una de las citas más importantes de la joven granadina: actuar sobre el escenario del Wizink Center de Madrid. A 30 días del gran momento, es imprescindible que cada fase esté ya encaminada para lograr un resultado óptimo, desde el vestuario, pasando por luz y sonido, hasta la escenografía. De esta forma, somos conscientes del gran trabajo que supone hacer un espectáculo como este y sobre todo un concierto de Lola índigo, cuya puesta en escena implica mucho baile, fuerza y espectáculo.
Josune Ordóñez (La Caja de Música)
Numerosos premios, millones de visualizaciones y escuchas en cada videoclip y canción que saca, su cara en las plazas y lugares más icónicos del país… Sin embargo, hay mucho más allá de esa estrella que todos conocemos. Y Lola Índigo: La niña permite ver, gracias a los testimonios de la propia cantante y de su entorno más cercano, a una Miriam Doblas mucho más vulnerable y humana, con sus miedos, sus sueños, sus inseguridades y sus fortalezas. Además del lado no tan amable de la fama y que casi acaba con su vida.
Nacida en Huétor Tajar (Granada), su pasión por la música le llegó primero a través de su pasión por el baile, y las imágenes de archivo, con una Mimi bien pequeña, lo demuestran. Estaba claro que había nacido para esto. Pero sus inicios no fueron nada fáciles. Su primera ventana al mundo llegó a través del programa Fama a bailar, y lo que comenzó como una oportunidad para seguir aprendiendo acabó por sumirla en la ansiedad que hoy en día aún tiene debido al ataque constante por parte de los profesores y del público. “Es un problema que he tenido toda la vida. Siempre buscar la validación de la gente a la que yo admiro” […] Ahí empecé a entender lo cruel de recibir la opinión constante de la gente, con solo 18 años”. Ahora, como afirma, reírse así de una persona sería impensable. Luego llegaron sus problemas alimenticios a causa de las opiniones sobre su cuerpo, que aseguraban que si no bajaba de peso no podría bailar. Y después la inferioridad que sentía con respecto a sus compañeros al ser la primera expulsada de Operación Triunfo 2017.
Sin embargo, nada de ello pudo con las ganas por hacer lo que verdaderamente le apasionaba. Y gracias a su esfuerzo, trabajo y constancia, Lola Índigo ha llegado hasta el sitio que se merece. Su primer sencillo, Ya no quiero na’, supuso su primer hito y el comienzo de algo mucho más importante. Y desde ese momento su carrera ha dado un giro de 180 grados hasta convertirse en la artista del momento. Este documental llega quizás en un momento temprano (los correspondientes a Laura Pausini y Raphael aparecieron tras 30 y 60 años de carrera, respectivamente), pero es que Lola Índigo ha conseguido tantas cosas y con un estilo tan único en tan poco tiempo que incluso los 80 minutos se nos hacen cortos. Sin duda, Manu Montejo ha sabido aunar con gran maestría esa mezcla de profesionalidad, grandeza y humanidad de la artista.
Lola Índigo: La niña es un documental imperdible para todos sus seguidores, para aquellos que quizás tengan un poco de prejuicios con ella y no les importe quitárselos y conocer de cerca a la verdadera Lola Índigo, y, sobre todo, para aquellas niñas cuyo deseo sea bailar, cantar o ser ellas mismas y no se atrevan. Porque Lola Índigo es más que un referente.
