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LIBERTAD DELGADO: «YO NO ME PAGUÉ LA CARRERA CON PUBLICIDAD NI PAGO MIS IMPUESTOS COMO AUTÓNOMA CON ILUSIÓN»

Libertad Delgado- Entrevista- El Palomitrón

Libertad Delgado es ilustradora, escritora y booktuber. Se describe a sí misma como el resultado de meter en una coctelera a un gremlin, a una cría despistada e inocente, y a una señora de cuarenta años que se esnifa la arena de su gato, mezclándolo todo con petazetas y polvillo artístico. Libertad es una de esas personas que cuando habla trasmite tranquilidad, con un humor claro y sencillo (que no simple) te atrapa sin opción a salir indemne.

Libertad ha ilustrado la saga Crónicas del fin de Gabriella Campbell y José Antonio Cotrina, pero también el primer libro de Rafael de La Rosa, Hijas de Lilith, el legado de la sangre. Ha ilustrado el juego de cartas del youtuber Damm y en 2017 publicó la novela La Visita del Selkie.

Cuando se trata de un trabajo artístico siempre sobrevuela la duda de cómo se decide introducirse en este tipo de profesiones. Por todos es sabido que el arte a muy pocos da de comer. Al preguntárselo a Libertad, comenta que no fue algo que decidiera. “Llevo dibujando desde que tengo uso de razón, y no he parado nunca. Era lo que mejor se me daba, lo que más me divertía cuando no tenía libros o videojuegos a mano, y lo que más satisfacción me reportaba cuando veía el resultado” afirma Libertad.

Antes de empezar, ¿Qué piensas sobre las personas que piden ilustraciones a cambio de publicidad?

Libertad Delgado: Pues qué voy a pensar, se me ponen los ojos en blanco. Es cierto que a veces un ilustrador puede decidir trabajar gratis para un amigo, a modo de regalo, o porque de verdad le interesa tanto el proyecto que le da igual trabajar sin dinero de por medio.

El problema viene cuando llega un desconocido y espera que con él hagas esa excepción. Que dejes de lado tus proyectos y te pongas con el suyo, pero sin nada a cambio. Te prometen publicidad, pero lo de la publicidad suele ser una chorrada. Para empezar, para que pudieran darte una publicidad que compensara la falta de dinero, deberían ser gente MUY importante, con miles de seguidores. Si fueran así de importantes y famosos podrían permitirse pagarte como Dios manda, ¿verdad?

Aprender a dibujar bien y montar un negocio, por pequeño que sea, cuesta mucho tiempo, trabajo y estudio. Yo no me pagué la carrera con publicidad, ni pago mis impuestos de autónoma con “ilusión”.

¿Cómo es un día de trabajo para una ilustradora?

LD: Me levanto, me aseo, me lavo bien la cara y, apenas termino de desayunar y lavarme los dientes, enciendo mi ordenador.

A partir de ahí, el día puede ser de networking: hablar con clientes, acordar precios, promocionar tus productos, charlar con los seguidores, preparar cosas del Youtube, cuidar las redes sociales, etc.

O puede ser un día de dibujo: enciendo la tableta, abro el Photoshop y me pongo a dibujar como si no hubiera un mañana. Ilustraciones, retratos, banners, portadas y maquetaciones de libros, e incluso dibujos de mis propias novelas.

Normalmente me quito a eso de las 7-8 de la tarde, cuando ya tengo la cabeza como un bombo. He descubierto que es muy sano ponerme películas o leer mientras ceno, y así desconecto mejor del trabajo.

Al día siguiente, como las natillas: repetimos.

¿Cuándo consideras que un trabajo está acabado?

LD: Cuando he completado todos los pasos que tenía planeados para él, en cuanto a luces, sombras, nivel de detalle y efecto final. Unas ilustraciones tardan menos que otras, dependiendo de la complejidad y de lo que estuviera buscando el cliente. Si yo veo que el cliente está contento y he hecho todo lo que podía dentro del presupuesto, entonces el dibujo está acabado. Normalmente añado un poco más, por gusto.

¿Algún problema que hayas tenido a la hora de realizar un trabajo? Una parte que no te salía y tuviste que cambiar, alguna queja por un encargo que se te atravesaba.

LD: Lo que más me cuesta son los paisajes. Las ilustraciones con efectos complejos, como hechizos e iluminaciones raras, también cuestan bastante trabajo. No obstante, mis clientes suelen irse muy contentos. Les enseño todo el proceso, les hago muchas preguntas y les doy opción a pedir cambios y correcciones, si hace falta.

Eso sí, una vez tuve una muchacha que quería una portada para su novela. Es normal querer tener control sobre tu encargo, pero esta chica, cuyo nombre o novela no voy a revelar, quería controlarlo TODO. Desde el nivel de tensión de los músculos del personaje hasta el ángulo de las muñecas, la altura del mentón, la perspectiva y el escorzo. Tengo una carpeta llena de diferentes poses, bocetos y versiones del dibujo.

Mis consejos como artista no importaban, aquella chica quería que mis manos reprodujeran exactamente lo que ella tenía en la mente. Si sus ideas, una vez llevadas a la práctica, no funcionaban tan bien como ella se había imaginado, entonces era mi culpa por no obedecerla.

Fue agotador, me tiré unos dos meses haciendo versiones de un encargo que debería haber terminado en dos semanas, como mucho.

La cosa no acabó muy bien, y yo me quedé muy confundida, pero por suerte no he tenido más clientes así. La gran mayoría son un amor.

Has hecho portadas de libros, juegos de mesa, alguna escena de comics… ¿Con que te quedarías?

LD: Portadas de libros, siempre. Son mis encargos favoritos. Me ilusiona mucho trabajar con un libro, sacar lo que más reluce de la trama y sus personajes y buscar una forma de plasmarlo todo de forma que llame la atención desde las estanterías. Además, trabajar con los escritores me hace muy feliz, ya que puedo preguntarles por la historia, descubrir qué les apasiona más de su novela y compartir imágenes que nos inspiren a ambos. Me encanta verlos ilusionados con el proceso, y que luego se puedan sentir orgullosos de su libro. He hecho muchos buenos amigos de este modo.

Además, me maravilla poder ver luego el libro en las tiendas y tenerlo en las manos.

¿Hay cambios en el proceso creativo en estos trabajos?

LD: Las ilustraciones son más básicas y estáticas, suelen servir como referencia de un personaje y transmitir una emoción. Las portadas de libros requieren una empatía y una conexión especial con el autor, y conocer un poco el mercado.

Los juegos de cartas requieren mucho trabajo y rapidez. Necesitas dejar libres unos cuantos meses para poder dedicarte a ellos.

Los cómics depende. Si son cómics tontos de los que hago yo, no se tarda mucho. Si van en serio, prepárate, porque dibujar cómics te chupa la vida y necesitas saber de TODO para hacerlos (Narración, composición, ritmo, movimiento, perspectiva, anatomía, paisaje…). Los creadores de cómics tienen todo mi respeto.

Si estuvieras en mitad de un incendio y tuvieras que salvar un solo trabajo ¿cuál sería?

LD: Esta es una pregunta a mala leche, ¿eh? Es difícil. Quizá salvaría esta ilustración que hice tras ver el Episodio VII de Star Wars, de Rey y Kylo Ren. Le puse mucho esfuerzo y pasión, y creo que salió bastante bien.

Además, la simbología Ying-Yang y el rollo Hades/Perséfone me pierde.

Has ilustrado la novela por fascículos de José Antonio Cotrina y Gabriella Campbell y también la recopilación que se publicó posteriormente ¿cómo recibiste esa noticia?

LD: Pues yo ya era muy fan de libros de Cotrina, como El ciclo de la Luna Roja o La canción secreta del mundo. De Gabriella había leído menos, pero me gustaban mucho los artículos de su blog y no me perdía ni uno. Un día me contactaron preguntándome si me interesaría hacer las portadas de una serie postapocalíptica en la que estaban trabajando, y casi me caigo de culo.

A mí me hacía la camisa pompas y los calcetines me bailaban el lerele. Yo encantada de la vida de poder trabajar con gente a la que admiraba tanto. No tardé en decirles que sí. Creo que soné muy ansiosa, a lo perrillo hiperactivo, pero qué le vamos a hacer. La verdad es que fue uno de los proyectos que mejor me han salido, y ellos se han portado maravillosamente conmigo.

¿Cómo fue el proceso para crear la ilustración? ¿Leíste los capítulos o te pidieron lo que querían los autores?

LD: Ellos me contaban de qué iba la historia, cómo era el mundo y los personajes. Les hice varios estudios de caras, peinados, vestuario. Hasta diseñé unos cuantos monstruillos grimosos. Conversábamos bastante por internet, y ellos elegían sus diseños favoritos. Así, poco a poco, nos hicimos una idea del aspecto que tenían los personajes y de la estética general de las novelas.

Solían dejarme mucha vía libre para hacer los dibujos. Me daban ideas de lo que querían y yo sugería composiciones. Me decían qué color debía llevar la portada en cuestión, y yo empezaba a dibujar. Los bichos que aparecían me los iba inventando sobre la marcha; mientras diera grima, bien quedaba.

Luego, cuando el libro estaba ya revisado o listo para el lanzamiento, ellos me lo pasaban y yo podía leerlo. Pero, para entonces, la portada ya estaba más que hecha, y solía casar bastante con el interior. Es lo bueno de trabajar con los escritores, ellos conocen mejor que nadie la historia.

El reconocimiento de los ilustradores sigue siendo muy inferior al de los escritores ¿a qué crees que es debido?

LD: No sabría decir si los escritores están mejor mirados que los ilustradores. Ambos deben soportar bastante frustración y, si me apuras, creo que los escritores lo llevan peor, porque se tarda mucho más en escribir un buen libro que en hacer una ilustración, y los libros no generan demasiado dinero, sobre todo si eres indie. De hecho, es más probable que pierdas dinero escribiendo.

También hiciste la portada del primer libro de Rafael de la Rosa. En una entrevista que le hicimos nos dijo que “te marcaste un portadón” ¿Cómo fue trabajar con Rafael de la Rosa?

LD: Ay, fue un gustazo. Es una de mis portadas favoritas, y también maqueté la contraportada y el lomo. Rafa es un primor y conectamos enseguida. Él me describió un poco de qué iba su historia y lo que quería. Yo le iba enseñando todo el proceso por Messenger y él me daba luz verde o me señalaba qué cambios hacer. No tardamos mucho y me lo pasé muy bien. Me alegró mucho que a él le gustara tanto el resultado, y estaré muy contenta si trabajo con él más veces en el futuro.

Estás presente en youtube, ¿Cómo se te ocurrió que podrías aportar algo a ese mundo?

LD: La gente más experta del mundillo decía que todo escritor debería tener un blog para captar seguidores y lectores potenciales. A mí eso de un blog no me convencía, ya que no siempre tienes algo interesante que decir, y el texto me resulta algo frío, ya que yo soy una persona muy de gestos y caras.

Me hablaron de los booktubers y me pareció más adecuado para mí. Quizá a la gente no le interesara mucho mi vida, pero los libros eran algo que podíamos disfrutar todos. Y, aparte, la gente se suele reír bastante con mi cara, de modo que si hacía un poco el tonto, tampoco pasaba nada. Elegía un libro de mi estantería que me hubiera parecido bueno; luego me arreglaba en consonancia con la trama, preparaba una intro divertida y ale, a hablar. Así cada martes.

Eres ilustradora, booktuber y también escritora. El 1 de diciembre salió a la venta tu novela La Visita del Selkie. ¿Cómo fue la experiencia?

LD: El preparar el libro fue muy estresante. Hacer la portada, revisarlo, añadir las correcciones de los lectores beta, maquetarlo, subirlo a la plataforma de publicación, pedir la prueba, que tardaba como dos semanas en llegar, volver a corregir y a subir. Al final acabamos y ahí está, en Amazon, para quien lo quiera conseguir.

Tuvo una salida bastante discreta. Los lectores fueron acudiendo poco a poco, pero fueron todos muy amables y me dejaron reseñas que agradecí mucho. Tuvo una buena acogida y despertó bastantes emociones entre los lectores, lo cual ya es estupendo. Y luego me hicieron un hueco para presentarla en el festival Celsius 232 de Avilés.

Mientras más lectores iban llegando, me entretuve en traducir la novela al inglés y pedirle a unas colegas nativas que la revisaran. Justo esta semana pasada terminamos de maquetar la versión traducida y estoy esperando que me llegue la prueba de impresión. Si todo sale bien, para Octubre ya tendremos The Visit of the Selkie disponible en Amazon también. ¡A ver qué les parece a los angloparlantes! Mi novela cochino-romántica The Lady and the Bandit (traducción de La dama y el bandolero) les gustó bastante.

Actualmente Libertad está inmersa en la escritura de una novela de aventuras en la que aparecerán sirenas y piratas. Todavía hay que esperar para saber cuando saldrá exactamente y para terminar de conocer todos los detalles sobre este proyecto. En cualquier caso, desde Caseta Aglionby nos comprometemos a traeros todas las novedades sobre este proyecto que posiblemente vea la luz en 2019.

Francisco Raposo

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Periodista y escritor desde que tengo memoria. Apasionado de la literatura, cinéfilo y serieadicto (soy como un niño de cuatro años pero con algunos años más). Devoro historias, da igual su soporte. Si alguien te dice que la literatura juvenil es un género menor pégale de mi parte.