El Palomitrón

Tu espacio de cine y series españolas

Leonor - El Palomitrón
ARTÍCULOS DESTACADOS CINE DOSSIER CINE REDACTORES

LEONOR: EL INENARRABLE PANEGÍRICO QUE NADIE NECESITABA

Ahora que con esto de la globalización la fiesta de los quince ha dejado de ser algo exclusivo de otras culturas y que, con la que está cayendo en plena pandemia, organizar una puesta de largo al estilo cayetano sería protocolariamente imposible, Amazon Prime Video ha decidido celebrar los quince años de Leonor de Borbón con un documental que ha estrenado este mismo fin de semana por sorpresa. 

El estreno de esta producción de ¡Hola! para la plataforma no solo nos ha pillado desprevenidos a los que no estamos por costumbre pendientes de la Jefatura del Estado ni tomamos en vermú del sábado con Audiencia abierta, el programa de La 1 sobre la trepidante agenda de la Familia Real. El nada sospechoso de republicanismo diario ABC reconoce no haber sabido nada de este estreno hasta ayer y en Filmaffinity no se encuentra ni una sola crítica profesional de la cinta. Lo único que se puede leer al momento de publicar esto en la popular database de cine y series es el comentario de un usuario murciano llamado MrBadGuy, que confiesa encontrar «formas más interesantes y entretenidas de pasar el rato como ir al dentista».

Una princesa de cuento

Leonor Amazon - El Palomitrón

Estando producido por ¡Hola! nos podemos figurar el tono y estilo del documental. Aunque por los créditos iniciales pareciera que la propia Leonor y los Reyes intervendrían en la película, lo cierto es que solo aparecen a través de imágenes de archivo. El contenido original lo aportan las intervenciones de un grupo de periodistas acostumbrados a cubrir información de la Casa Real como Luis María Ansón, Nieves Herrero, Mabel Galaz y Marisol Yagüe, entre otros. 

La primera declaración que se escucha en la película es la que refiere a Leonor como «una princesa de cuento». A partir de ahí, se suceden 69 minutos de panegírico con un arranque inenarrable en cuyos cinco primeros minutos asistimos a la siguiente ristra de alabanzas: «Es muy sencilla». «Muy educada». «Una niña modelo». «Una princesa muy eco: todo lo que pasa en el medio ambiente le interesa». «Tiene curiosidad por todo, igual que su padre». «Le advirtió a su padre que se pusiera la mascarilla en el homenaje a las víctimas del COVID». «Le gustan los animales, tiene una perrita (sic)». 

Los intervinientes se esfuerzan por presentarnos a la Princesa de Asturias como una heredera al Trono «muy preparada», tal y como sucedió durante la juventud de su padre, dejando en este caso la campechanía para su hermana Sofía a la que, al parecer, «le encanta contar chistes». 

Una niña en un palacio

Ana Rosa Quintana - El Palomitrón

Ni la Casa Real ni los medios cortesanos siguen sin calibrar lo poco positivos que resultan estos intentos de lavado de imagen en pleno 2020 y con la institución viviendo la peor crisis institucional de su historia. Contando exclusivamente con testimonios de personas afines a la monarquía, con una media de edad avanzada y un estatus socioeconómico alejado de las clases populares, dulcificar la figura de la Princesa con elogios hiperbólicos resulta más cómico que productivo. 

En un momento se comentan sus primeras intervenciones públicas, como cuando leyó en público el artículo 1 de la Constitución española, algo que «se preparó con mucho trabajo» o su primer discurso en los premios Princesa de Asturias cuando, según cree Sandra Aladro, «todos los que lo vimos, lloramos», ya que «prácticamente ningún niño podría haberlo hecho mejor que ella», a diferencia del primer discurso de su padre, en el que se le escapó un gallo, «pero no pasó nada».

La estructura se divide en distintos capítulos que parecen títulos de una peli de tarde: «Borbón y Ortiz», «Hermanas y amigas», «Así se hace una reina», «Familia Real y familia normal» o «Una niña en un palacio». Para resaltar los momentos más complicados de Leonor, la banda sonora enfatiza con balada triste de piano su separación de sus primos Urdangarín o con  música de tensión la terrible amenaza republicana e independentista en Catalunya. Si para entonces aun sigues sin dar crédito a lo que estás viendo, a mitad de metraje aparece por sorpresa Ana Rosa Quintana para meterse con Podemos y Pedro Sánchez y hacerte sentir como en casa. 

Una princesa en apuros

El Palomitrón - Leonor

El panegírico, que no ha podido elegir peor timing para estrenarse, el mismo día que hemos sabido que la Fiscalía del Tribunal Supremo investiga a Juan Carlos I por blanqueo de capitales, no podía obviar que Leonor es nieta de su abuelo. El documental dedica unos minutos a hablar de los problemas que han causado la actual crisis de imagen de la monarquía, pero nos deja claro a través de las palabras de Ansón que el reinado de Juan Carlos «ha sido impecable» y que sus «errores» pertenecen a su vida privada. 

También se tratan otros momentos complicados para la Princesa, como aquel día que se quitó de encima las manos de su abuela Sofía con un desaire, algo que rápidamente «le perdonamos» porque «no lo hizo con mala intención». Curiosamente, las únicas críticas que indirectamente recibe vienen argumentadas por su escasa presencia en los medios de comunicación y por no haberse abierto una cuenta de Instagram como Kate Middleton

El visionado de la película es un no parar de apuntarse citas, como cuando se celebra como un triunfo feminista que «ahora que tanto se propugna la igualdad de género, que se sepa que tenemos una monarquía que permite que una mujer vaya a reinar». Todo para concluir que «no está en debate el futuro de la monarquía». Parece que Leonor no es la única que vive recluida en un palacio.

Fon López

¡No olvides dejar aquí tu comentario!

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

He crecido viendo a Pamela Anderson correr a cámara lenta por la arena de California, a una Carmen Maura transexual pidiendo que le rieguen en mitad de la calle, a Raquel Meroño haciendo de adolescente con 30 años, a Divine comiendo excrementos y a las gemelas Olsen como icono de adorabilidad. Mezcla este combo de referencias culturales en una coctelera y te harás una idea de por qué estoy aquí. O todo lo contrario.