HEARTBEAT: LA SOMBRA DE GREY ES ALARGADA
Siete años después del final de Urgencias, NBC vuelve a intentar asentar una serie médica en su parrilla con el estreno de Heartbeat, que en España se emitirá en Cosmo a partir del 17 de abril y a cuyo preestreno pudimos asistir el pasado miércoles en un evento organizado por BirraSeries.
La serie, protagonizada por Melissa George (The Good Wife), estaba prevista para estrenarse en septiembre, pero el embarazo de la protagonista obligó a la cadena a reubicarla en la midseason. George interpreta a Alex Panttiere, una cirujana experta en trasplantes de corazón cuya vida personal es un tanto desordenada. Alex volverá locos a sus compañeros y a Millicent (Shelley Conn), la directora del hospital, con sus prácticas poco ortodoxas.
Heartbeat no oculta sus referencias en su primer episodio, que bebe mucho de Anatomía de Grey (incluso la propia George participó en la serie de Shonda Rhimes): canciones sensibleras, metáforas de todo a cien, tensión sexual no resuelta entre varios de sus protagonistas, cenas de gala en el hospital y un equipo médico digno de portada del Sports Illustrated. Sin embargo, aquí el reparto es menos coral que en la serie de ABC, y George tiene un peso mucho más destacado que Ellen Pompeo.
El piloto es honesto y sienta claramente las bases de lo que nos vamos a encontrar en esta temporada: tramas procedimentales, un trío amoroso entre la protagonista, su pareja (Dave Annable, el Justin Walker de Cinco hermanos) y su mentor en el hospital y pocas historias transversales. La serie acierta en el uso del humor, y sus escenas cómicas son lo mejor del capítulo (el opening es muy divertido).
Al igual que en Anatomía de Grey, algunos aspectos médicos e incluso personales parecen bastante inverosímiles, pero aquí la validez científica es lo de menos. Heartbeat es un producto entretenido y de consumo fácil, con protagonistas femeninas que, al fin y al cabo, es lo que honradamente nos están intentando vender.
Fon López