GRACE DE MÓNACO
Estrenada en CANNES rodeada de polémica, GRACE DE MÓNACO es una producción que sorprenderá a más de un escéptico. No tiene vocación de convertirse en la película del año, pero es ágil, dinámica y, lo más importante, entretenida.
El “corten” del director y los focos apagándose; será la última película de GRACE KELLY (NICOLE KIDMAN), pero no su última actuación. Le espera el papel más importante de toda su vida: esposa, madre y princesa. Rodeada constantemente del asfixiante protocolo, deberá reinventarse y estar a punto para afrontar un momento histórico que sobrepasaría a cualquiera. RANIERO (TIM ROTH) será un marido difícil, un marido desbordado completamente por una de las peores crisis que ha vivido el principado monaguesco. Y ella, con el apoyo incondicional del padre TUCKER (FRANK LANGELLA), será la encargada de afrontar la realidad y de salvaguardar a su familia y a su nuevo país. La actriz, en aquel momento conocida por protagonizar LA VENTANA INDISCRETA o MOGAMBO, juntará toda la fortaleza posible y se transformará en la princesa llena de talante que la historia recordará eternamente.
OLIVIER DAHAN deslumbró al mundo entero en 2007 con una de las películas de ese año: LA VIDA EN ROSA (EDITH PIAF). Desde entonces, el director francés ha firmado dos largometrajes más, pero ninguno se acerca a su predecesora. Con GRACE DE MÓNACO tampoco consigue el magnífico resultado que con LA VIDA EN ROSA, pero es un filme digno y confirma que este realizador tiene buena mano con los biopics. Aunque muchos renieguen de este “género” está de sobra comprobado que, si se llevan con la delicadeza precisa, los biopocs pueden tener un éxito razonable tanto entre los espectadores, como entre la crítica. Desgraciadamente GRACE no consigue el empaque necesario para convencer con contundencia. La actuación y la estética sobresalen dentro del global, pero no son suficientes. La pareja formada por KIDMAN (LOS OTROS) y ROTH (RESERVOIR DOGS) es más que solvente y crean una conexión con momentos intensos y muy bien trabajados. El casting es cuidado y más de una cara sonará a muchos espectadores. LANGELLA (FROST CONTRA NIXON), VENTIMIGLIA (HÉROES), PAZ VEGA (LUCÍA Y EL SEXO) son un gran apoyo y consiguen un alto nivel en el cómputo interpretativo. Los apartados visuales también son correctos y se nota que ha quedado aprendida la lección en Hollywood sobre cómo se debe iluminar y atrezar los años cincuenta y sesenta (le debemos mucho más de lo que pensamos a MAD MEN). El guion funciona, pero poco más que eso. Empieza a aburrir el usar el ciclo del héroe para absolutamente todo; sí, sabemos que es una fórmula ganadora, pero tampoco hace falta basar todas las secuencias en seguir este esquema. Para los que no estén familiarizados con el término, El ciclo del héroe (conocido, entre muchísimos otros ejemplos, gracias a filmes como LA GUERRA DE LAS GALAXIAS) se basa en una serie de pasos que nos muestran la evolución del protagonista. No deja de ser una sencilla guía que nos conduce por la metamorfosis del personaje y que establece los puntos clave que debe tener la historia. En GRACE DE MÓNACO se sigue con menos espontaneidad de la esperada y eso crea la sensación de que está hecha en serie, como en una cadena de montaje.
No sorprende en absoluto que este film haya creado tanto malestar dentro de la familia real de Mónaco. Los primeros fotogramas ya están dedicados a una breve acotación que recuerda que es una obra de ficción y que, aunque se basa en una historia y unos personajes completamente reales, está todo todo guionizado; hecho muy revelador. Es de suponer que muchos no habrán aceptado esta explicación para justificar la lamentable imagen que se muestra de RANIERO y de la familia GRIMALDI. Sibilinos o incompetentes, llevan el país al borde del precipicio y de no ser por GRACE, hoy en día ya no seguirían existiendo como tales. Evidentemente, esa es la historia que se nos cuenta en el film. ¿Cuál es la verdad? Contar la verdad es trabajo de los historiadores y nunca de los cineastas. Las incoherencias históricas, ya sean modificando los hechos reales o con inexactitudes en los aspectos visuales, no deben estar prohibidas de antemano siempre que sea adrede y con una intención. Sería poco acertado renegar de MALDITOS BASTARDOS por este hecho, pero al igual que con la película de TARANTINO, se debe valorar GRACE DE MÓNACO por el resultado de estas licencias y no su naturaleza misma. Como ya se ha comentado, el guion no es para tirar cohetes, pero esta no es una película tan mala como muchos se esforzarán en decir. No es una maravilla, pero cumple las expectativas si el objetivo es pasar una tarde de sábado entretenida.
LO MEJOR:
- La sinergia creada entre el dúo protagonista.
- Una estética precisa y efectiva.
LO PEOR:
- Un guión que recuerda demasiado a la película de siempre.
- Un trabajo de dirección que no ha conseguido transmitir la unidad que necesita un biopic de este tipo.
Adrià Naranjo