Este abril pudimos ver en el BCN FILM FEST una película deliciosa que pretende ser una de las joyas de este verano. Hablamos de Esperando a Dalí, dirigida por David Pujol y protagonizada por Iván Massagué y Pol López y cuya crítica podemos leer aquí. Esta mañana hemos podido entrevistar al actor Pol López y al director de la película y hemos hablado sobre la proyección de esta y el porqué de algunos aspectos que hacen de ella una obra a tener presente en las salas estivales.

Pregunta: Buenas a los dos. Muchas gracias por atendernos. ¿Qué tal ahora que estamos de estreno?

David: Súper ilusionado. Fíjate tú que es un proceso larguísimo lo de hacer una peli y estamos a punto de acompañarla para que ella viaje sola a partir de ahora. Hemos estado con ella y ahora tendrá que caminar ella sola, ¿no? Entonces estoy, pues eso, como un padre que lleva a su hija o hijo a la universidad. Hasta aquí.

Pregunta: Ya que has comentado el proceso larguísimo, David, te hago una pregunta. Estuvimos en el BCN FILM FEST y tú hablaste en el coloquio precisamente de ese proceso. ¿Cómo fue el proceso de levantar todo este proyecto? Me gustaría saber qué ha sido para vosotros la experiencia de rodar y todo el proceso como tal.

Pol: Pues mira, ha sido una experiencia muy, la verdad es que muy agradable, muy interesante. También ha sido una suerte poder rodar en un sitio tan bonito como Cadaqués y esa parte del Empordán, y básicamente formar parte de una película como esto: tierna, que se deja ver, que es agradable, que es… Eso forma parte de la película, que puede verla todo el mundo, con tus hijos.

David: Fue largo. Fue muy largo con muchas subidas y muchas bajadas y, como dice la película, “Y qué bajadas”. Pues porque el cuento se armaba, Roger Corbi apareció en el proyecto, que es un productor incansable, incansable… Para mí es como el último productor romántico, ¿no? Esos que, de alguna manera, se casan con un sueño y no paran hasta que lo consiguen y consiguió, pues en la última parte del proyecto, que subiera a bordo David Ortiz, que fue un poco el ángel que acabó de dar el empuje; pero yo, con quien caminé todos estos años, fue con Roger Corbi. Él consiguió armar el proyecto varias veces y se cayó. Que si el Covid, que si ahora los actores ahora estaban, ahora no estaban… Hasta que conseguimos cerrar el proyecto. Yo… Desde el momento en que escribí el guion hasta el momento en que se estrena han pasado diez años. Diez años para que esta criatura haya llegado a los cines. O sea, quiero decir, que ha sido algo en lo que hemos creído mucho, ¿no?

Pregunta: Sí, desde luego se ha materializado por fin, lo cual es una muy buena noticia. Tengo una pregunta: ¿Por qué Dalí? ¿Qué llama la atención de la figura de Dalí?

David: Es que Dalí, para empezar, tiene varios museos y le vienen a visitar un millón y medio de personas cada año. Un millón y medio. Entonces: ¿Qué tiene Dalí? Tiene magnetismo, pero, sobre todo, lo que tiene es verdad. Es un hombre que deja tras de sí un legado de pensamiento y de arte y de pintura, pero todo sustentado sobre unos cimientos de mucha reflexión y de mucha intuición porque se abrazó intuitivamente a su paisaje, se fusionó con él, escribió y reflexionó sobre sus antecesores, sus predecesores, supo abrir, supo ser vanguardista… Mirando hacia atrás supo hacer vanguardia… Entonces es un referente muy moderno porque él mismo es un ejemplo de cómo llegar a ser un artista contemporáneo, que es abrazar la tradición para evolucionar hacia adelante, pero sin dejar de ser él. Entonces: ¿Por qué Dalí? Pues porque Dalí, ahora estoy haciendo un poco… No sé, profesional. ¿Por qué Dalí como personaje? Para ir un poco más al grano. Por su carisma, por su magnetismo, por su estela de misterio que le envuelve. Es un personaje enigmático Dalí y al mismo tiempo es fascinante. Y la palabra es fascinante porque es un personaje fascinante y que yo creo que fascina a la gente por su clara libertad personal que él ejercía consigo mismo. Yo creo que eso es algo que envidiamos en muchos aspectos, esa especie de libertad. Claro, él se sacrificó mucho en vida para comprar esa libertad a nivel artístico, mucho. Tuvo que romper muchas cadenas, convenciones, tal. Convencionalismos. Y entonces eso se convierte en un referente para los personajes, sobre todo para Jules, y, como referente, como persona fascinante que es, él quiere tenerlo en su restaurante y que se convierta en su restaurante, pero, claro, se olvida de trabajar en el restaurante. ¿Sabes lo que quiero decir? O sea, es como que, que a Dalí le encantaría esto, construye la casa por el tejado. Él empieza por el final. ¿Oye, pero, y si te dedicas un poco a la cocina? A lo mejor tienes que poner algo de atención en la cocina porque igual atraes la atención de Dalí. Ahora mismo has puesto elementos alineados aquí. ¿Para qué? Para darle lo mismo, que es el mar. Pero yo creo que él piensa que, construyendo una especie de templo daliniano, él se va a sentir atraído, cuando, en verdad, lo que debe hacer es hacerse auténtico en la cocina.

Pregunta: El personaje de Jules es muy interesante y muy divertido. Si entendemos a Dalí o a la cocina como arte, ¿Qué creéis que necesita el arte para ser revolucionario? Porque el arte es también un arma de lucha contra la autoridad, tal como se puede ver en la película.

Pol: Yo creo que el arte tiene que… Esto, ¿no? Como… Que tú encuentres tu mirada personal de las cosas, quiero decir, que nada te corrompa, que intentes ir a la parte genuina de hablar de cualquier tema y que, en alguna parte interna… Básicamente es eso. Puede ser muchas definiciones, ahora que me preguntas. Una podría ser esa: qué sale de ti en ciertos temas, ya sean sociales, éticos… Cuál es tu voz.

David: Claro. Mira, de eso te hablaba hace un momento. Dalí, cuando era muy joven, hizo una obra que se llamaba: “A veces por placer escupo sobre la tumba de mi madre” Y era una imagen religiosa de una virgen. Eso le costó una ruptura con su padre, con su hermana, con su entorno familiar, con su entorno social… Consideraban que él era un traidor a su clase social, pero él adoraba a su madre. La adoraba. Sufrió muchísimo con la pérdida de su madre, pero no tenía nada que ver. Eso era una forma de demostrarse a sí mismo que él era un artista libre, que iba a poder explicar cualquier pensamiento automático en su mente por provocador que fuera porque él quería expresarse en esos términos. ¿Sabes? Yo creo que el arte lo que necesita es libertad, romper las cadenas que nos atan a nuestros propios convencionalismos, que es lo que Dalí hizo. Rompió, costándole mucho, esos convencionalismos. Fellini habla de esto en 8 1/2, en abrirse en canal y en mostrar lo que uno quiere mostrar sin pensar en qué va a decir tu padre, tu madre, tu hermano… Eso es muy difícil porque tú te has criado en un entorno y hay una presión moral sobre tu manera de ser, ¿sabes?

Pregunta: Y ya finalmente la última pregunta. ¿A quién y por qué recomendaríais esta película?

Pol: A todo el mundo porque es muy fácil de ver, es muy agradable, la pueden ver diferentes generaciones, edades… Es una peli para ver con toda la familia, sin lugar a dudas.

David: Esta pregunta es muy importante. Mira, a mí lo que me gustaría es que todo el mundo la viera porque es una película muy optimista, muy positiva. Una película que, cuando sales del cine, te ha dejado una sensación de querer luchar, de querer disfrutar de la vida y de querer ir a un restaurante y sentarse y cenar hablando de la película. Creo que es una película perfecta para recomendarla en lo que llaman el boca-oreja. El hecho de decir: “Vete a ver esta película que, cuando salgas de esta película, vas a salir con el ánimo hacia arriba, con ganas de vivir, con ganas de vivir realmente, con el orgullo de vivir al lado del Mediterráneo”. Entonces, eso es lo que yo esperaba de la película.

Pregunta: Muchas gracias por vuestro tiempo y mucha suerte con la película.

Pol: Muchas gracias.

David: Muchas gracias.

Javier Alpáñez