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Entrevista a Aitor Sobera, editor de KODAI destacada - El Palomitrón
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ENTREVISTAMOS A AITOR SOBERA, EDITOR DE KODAI

Creemos que hay cierta mística alrededor de la publicación de manga en España. Cierto hermetismo heredado de tiempos pasados del que cuesta despegarse, ya sea por voluntad editorial o por imposición del propio Japón, que hace que el público general desconozca las distintas facetas de un proceso de edición que es, cuanto menos, arduo y costoso. Pero, muy probablemente, también notablemente satisfactorio. No vamos a engañar a nadie: aquí no vamos a airear las distintas partidas de costes, ingresos y beneficios, pero sí podremos hacernos una idea de qué supone comenzar a editar manga en España en estos tiempos. Entender qué lleva a unos jóvenes amantes del cómic y la cultura nipona a emprender un proyecto editorial con ganas, muchas ganas, pero también grandes cantidades de esfuerzo y —muy importante— riesgo. Desenfadados pero siempre profesionales, los integrantes de Editorial KODAI buscan cambiar ciertos hábitos de la industria, aportar sangre fresca dentro de un escenario dominado por varios titanes editoriales. Para conocer más acerca de ellos, sus planes y su primera publicación, ECHOES, hablamos con Aitor Sobera, socio fundador y editor de Editorial KODAI.

Ya ha llovido tras vuestra presentación oficial a través de redes sociales y recientemente habéis asaltado las librerías con vuestra primera publicación, ECHOES, pero para quien todavía no os conoce, ¿qué es KODAI y qué representa?

Es cierto que es algo que hemos hablado en más de una ocasión, pero para aquellos a los que todavía no hemos llegado o que incluso nos conocen pero todavía tienen dudas, KODAI es una editorial manga que, sobre todo, se define por ser transparente. Buscamos acercar a la gente ese producto que a veces parece extraño por decirlo de alguna manera, ya que viene desde la otra punta del mundo como aquel que dice, pero que al final es un producto que todos queremos y deseamos consumir.

Además, aunque lo hablaremos en profundidad más adelante, KODAI también intenta romper ese ideal o molde que se tiene de las editoriales en general acerca de la información y la transparencia, ya sea a través de nuestros comunicados o por las redes sociales; un elemento que nos ha ayudado, ayuda y ayudará a conectar con el público, ya sean personas que nos compran o que no; porque al final son personas apasionadas por este sector como nosotros y que, como editorial y como personas, nos puede enriquecer a todos.

Por lo tanto, KODAI es una editorial diferente, cercana y que busca traer algo de calidad al precio más ajustado posible. Que lo consigamos o no eso es otro tema porque al final un negocio tiene dos partes —empresa y público—, pero al final la idea es esa, y estos valores son, principalmente, nuestro punto de entrada al mercado.

¿Cuándo se siembra la semilla del proyecto? ¿Qué os llevó a querer fundar una editorial? ¿Hay algo de espíritu crítico y buscar querer hacer las cosas mejor? 

Esto va parecer un poco como la historia de un manga pero realmente, ¿cuántas personas que leen, ya sea cómic americano o japonés, novelas o cualquier otro formato, no se lo han planteado alguna vez y han dicho: va, vamos a montar una editorial? Así que nosotros no íbamos a ser menos, aunque lo cierto es que la idea surgió hace muchos años.

Un día de tantos otros que estaba con mi compañero, amigo y socio Denis lo hablamos. Y lo cierto es que, aunque estábamos en un bar y quedó como una charla entre amigos, con el paso de los años parece que esa idea que surgió de dos locos apasionados por este producto, pasó a ser cada vez más real. Algo que se sostenía bajo una visión, digamos, más profesional del medio, y en la que cada vez estábamos más interesados.

De esta forma, tras hablarlo más seriamente y contar con más experiencia en el medio ya sea escribiendo o leyendo, decidimos mirar más seriamente el proyecto. Y así, en diciembre de 2018 fue cuando apostamos por KODAI. Una apuesta que, ante todo, se sostenía bajo un análisis de mercado donde cada vez veíamos más variedad no solo de empresas, sino de productos; y por lo tanto, viendo eso comprendes que el público cuenta con un gusto más amplio y es ahí donde puede encajar tu producto; en una de esas tantas líneas que se han abierto en los últimos años.  Es cierto que al principio puede asustar un poco, pero cuando miras de forma más seria el proyecto y empiezas a analizar el mercado de forma más exhaustiva todo apunta a que esas ideas que hace años parecían un sueño, a día de hoy pueden pasar a ser nuestra realidad. Y así ha sido. Aquí está KODAI.

De hecho, hablando de realidades y análisis de mercado, nosotros hemos realizado gran parte de este a través de las redes sociales; ya sea leyendo hilos, tweets e incluso todo aquello que comparte el público, hasta realizar diferentes encuestas de forma personal sin que nadie lo supiera. Quien me haya seguido durante estos últimos años, sabrá de lo que hablo (risas). Encuestas que nos han ayudado a sostener aquello que pensábamos, pero que gracias al apoyo de la gente y sus opiniones hemos podido contrastar de primera mano.

Así, tras estos primeros pasos y ese acercamiento más real al sector, fue cuando empezamos a trazar el plan de negocio y valorar realmente si valía la pena seguir adelante con esa editorial soñada. Es cierto que para realizar este plan del que hablamos contamos con la ayuda tanto del ayuntamiento local como de una gestoría profesional para todos los aspectos legales y estudiar la viabilidad financiera, pero para poder estimar los datos numéricos del proyecto tuvimos que trazar más sobre estimaciones que sobre números reales ya que no hay datos por ningún sitio y tampoco hay esfuerzo en el sector por querer proporcionar esa ayuda tan esencial en los primeros pasos de una editorial. Aun así, a pesar de ver determinadas reacciones por redes sociales y ver los números hipotéticos, pero bastante realistas apoyados por diversos profesionales financieros, decimos apostar y seguir adelante. Una decisión de la que no nos arrepentimos y que, aunque con las personas que hemos estado trabajando nos hayan dicho en más de una ocasión todo el riesgo que suponía, nosotros apostamos por dejar el sueño de lado y convertirlo en una realidad. Una apuesta que, ante todo, se sustenta en el amor por el cómic y el poder traer ese producto que tanto te gustaría tener en tu propio idioma.

Hablando ya del producto, ¿por qué os decantasteis por el manga? ¿Hay idea de publicar manga originario de otros países?

Nosotros, desde muy muy pequeños, como muchísima gente, crecimos viendo anime y tras ello dimos el salto al manga, por lo tanto se ha convertido en un producto que llevamos consumiendo muchísimos años. Luego, es cierto que hemos dado el salto al cómic americano o al europeo, porque al final si te gusta uno es absurdo no picar y acabar cayendo en los demás porque son todos maravillosos.

Pero si nos centramos en el porqué de escoger manga, es una elección también centrada en el precio y el número de novedades que van saliendo cada mes. Aspectos que debes y tienes que estudiar para plantearte lanzar un producto u otro; aunque en nuestro caso esta condición también viene dada por nuestro amor al manga y queríamos luchar por él desde un primer momento porque, en cierto modo, le queríamos devolver ese amor y cariño que tantos años lleva dándonos de manera gratuita sin tener que hacer nada más que ir a comprar el tomo a la librería.

Una vez definido el producto, es cierto que por nuestra parte no hay ningún problema en, según como funcione la empresa, apostar por más productos a futuro —ojalá se pueda—; pero en un primer momento y viendo como es la realidad, por ahora tan sólo vamos a trabajar con manga propiamente dicho. Eso sí, tal y como hemos comentado en más de una ocasión, a nosotros como editorial no nos importa ni de dónde venga, ni qué género sea o qué demografía lleve asignada por la revista original; nosotros apostamos por el manga sin etiquetas.

Nosotros creemos en el producto y esa apuesta la queremos enfocar en la obra como tal, sin florituras; ya que tantas etiquetas y decoros lo único que hacen es ensuciar el título y dotarlo, quizá, de valores que a lo mejor no posee. Por eso, KODAI desde el minuto cero apuesta por el manga, independientemente de su procedencia o los apellidos que tenga. Es más, desde que nacimos nos han llegado bastantes propuestas —que además no cesan— de autores nacionales para publicar con nosotros, y es algo que no descartamos en ningún momento, pero sí que es cierto que es una apuesta que no podemos hacer ahora porque económicamente es inviable. Pero ojalá esto funcione y podamos darle salida a alguna de todas esas propuestas.

En los últimos años se ha visto cómo el manga ha consolidado un crecimiento internacional en ventas fuera de Japón. Aun así, el mercado español es uno relativamente pequeño, pero que ha ganado en diversidad temática y tipos de público, ¿ha sido el momento perfecto para dar el salto? ¿Cómo es publicar manga en España en 2019-2020?

Yo diría que sí. Igual para nosotros vino un poco por arte de magia y fue como que el propio 2019 nos lo estaba pidiendo por todo lo que teníamos construido hasta el momento, pero es cierto que todo ello también ha estado condicionado por el propio estado actual del mercado y el crecimiento del mismo en los últimos años, sobre todo si hablamos de diversidad de títulos y géneros.

Además, a título personal, y hablo tanto por mi compañero como por mí, creíamos que este momento era el perfecto debido a nuestra situación actual. Una que, pese a estar estudiando y trabajando al mismo tiempo, nos ha permitido crear una empresa desde cero con el riesgo que supone. Porque igual dentro de unos años con más responsabilidades o cargos, no puedes materializarlo. Así que, uniendo factores personales y el supuesto estado de bonanza del mercado, no podía estar más claro que este horizonte temporal era el idóneo.

Respecto a cómo es publicar manga en España, básicamente lo definiría como un misterio (risas). Publicar un producto depende de multitud de factores, pero es cierto que en este sector en concreto partes de una base muy complicada que es la falta de información y que llegas a este punto sin saber prácticamente nada, incluso en términos de edición. Al final todo se sustenta en la prueba y error e intentar aguantar en un camino a oscuras donde esperas que todo se sostenga con el tiempo.

Aunque sí que es verdad que, a pesar de la falta de información, el hecho de traer un producto de fuera en tu idioma es algo que mucha gente quiere y si lo haces tú es algo realmente satisfactorio. Por lo tanto, a pesar de que el camino hasta tener ese producto en las librerías de tu país es bastante costoso, sobre todo el primero, la satisfacción que sientes al hacerlo es única; tanto por el lado de los propios libreros como por el feedback que estamos obteniendo por parte del público y que esperamos que se mantenga en próximas obras. Pero sí, mantengo la postura de que publicar manga en España es un completo misterio a todos los niveles y, pese a que hoy en día las redes sociales ayudan a la hora de ponerse en contacto con algunas de las partes implicadas en el proceso, todavía queda mucho por hacer y desvelar. Y esa es parte de nuestra intención, contar cómo es realmente este camino.

Hilando con esto, y con el recién comunicado de Norma Editorial acerca de la subida de precios (salvo series superventas el p.v.p sube a los 9,00€), ¿creéis que puede haber a corto plazo un efecto llamada? ¿Cómo pensáis que puede afectar al mercado? ¿Creéis que hay que «educar» al consumidor medio para que entienda este tipo de decisiones?

Mmmm, aquí podríamos hablar realmente de diversos aspectos y sí que es cierto que Norma es quien prendió la mecha del tema en cuestión. Sin embargo, es algo que realmente se lleva haciendo más tiempo y es una estrategia a la que, poco a poco, se van a ir sumando más editoriales. Más que nada por los resultados que se obtienen a la hora de vender una obra. Norma al final ha hecho una acción que ha llamado bastante la atención porque ha sido muy repentina y en gran parte del catálogo, pero es cierto que tal y como comentáis otras editoriales como Planeta o ECC han ido subiendo sus precios progresivamente. La cosa es que hacerlo de golpe puede llamar demasiado la atención y causar conflicto con el público, pero al final es algo bastante necesario si se mira por el lado empresarial y el hecho de querer seguir publicando tanta cantidad de obras en el mercado.

https://twitter.com/NormaEdManga/status/1211587732067110919?s=20

Siguiendo con el tema de la falta de información, esto también se vincula a las ventas de las obras. Números que no salen de las empresas y que, tal vez, desde fuera pueden parecer más esperanzadores de lo que realmente son. Tal vez la subida de precios a nivel general se debe a que realmente no se vende tanto, quitando los títulos superventas; o que realmente, somos siempre los mismos los que compramos.

En nuestro caso no sabemos todavía si nos ha ido bien con ECHOES. Nuestra primera tirada ha sido de 2500 ejemplares, una tirada que hemos tenido que «improvisar» numéricamente porque ninguna editorial nos aconsejó de cuánto sería lo óptimo para no salir mal parados. Además, a la hora de negociar con Japón también es cierto que tienes que establecer una tirada, y si es muy escasa, el precio se incrementa demasiado. Por lo tanto, a expensas de saber cuál sería la tirada perfecta, también es cierto que si nosotros no hubiéramos producido 2500 ejemplares, el producto no habría salido a menos de 10€ ni en broma.

Al final todo radica en lo mismo y en la falta de datos constante. Datos que, por otro lado, también podrían ayudar al público a entender determinadas acciones de las editoriales e incluso apoyar productos que tal vez les parecen caros pero que realmente están regalados en base a lo que ha costado producirlos. Por lo tanto, creemos que tanto el mercado como el público necesitan ser conscientes de esa información y no habría que temer tanto como se teme a compartirla porque al final, con palabras y transparencia, es como se entiende la gente.

Vuestra primera irrupción a través de redes fue, cuanto menos, controvertida. Mucho escepticismo y algo de guasa por una parte del público. ¿Cómo lidiasteis con aquella situación? Imaginamos que confiabais en que la situación daría la vuelta al mostrar algo tangible.

Sinceramente, fue muy amargo. Sobre todo si hablamos de la irrupción de la «otra supuesta editorial» además del resto de perfiles falsos que se crearon y los bulos que comenzaron por aquel entonces. La experiencia no se la deseamos a nadie. Además, nosotros en ese momento estábamos planificando una estrategia de marketing y, literalmente, esas acciones nos la estaban reventando, tanto a nivel personal como a nivel profesional.

Tuvimos unos inicios muy jodidos, principalmente por la acción que lanzó Fandogamia —que nos pareció una falta del respeto para el consumidor siendo una propia editorial la que se toma a broma el nacimiento de un futuro compañero de sector— y por un intento de suplantación de identidad que nos llegó al poco tiempo de nacer como sociedad. Dos grandes problemas que tuvimos que solventar con la mejor cara posible y entendiendo todas las posturas que surgieron, sobre todo por parte del público, que al final era la que más nos importaba ya que al final de la jugada mucha gente no sabía si KODAI era de Fandogamia, si realmente existíamos o qué éramos. Un conflicto que ponía en duda qué era KODAI y qué había detrás de aquello que nos había supuesto tantos meses de trabajo y que podía echarlo todo por la borda.

Por suerte pudimos subsanarlo a través de posteriores comunicados que ofrecimos al público, al contacto personal que tuvimos con la gente que había confusa y al anunciar, finalmente, nuestra primera obra. Porque, como bien me habéis dicho, parece que si no tienes un producto físico desde el primer momento la gente no se cree que eres una editorial. Y antes de tener un manga, debes presentar tu negocio; o al menos esa era nuestra intención desde un primer momento. Es algo bastante lógico, pero parece que todavía cuesta asumir en 2020.

Analizando estos primeros meses de vida te das cuenta —aun sabiéndolo ya de forma personal— que las redes sociales tienen muchísima fuerza. Tanto para lo bueno, como para lo malo. Y aunque en un primer momento pareció que lo negativo se impuso sobre KODAI, al final, con todos los esfuerzos y tras haber lanzado nuestro producto, somos una marca que, pese a acabar de nacer, ya se podría decir que es algo conocida. Y, ante todo, sin juicios que pongan en duda nuestro negocio y nuestra forma de actuar.

Desde el inicio del proyecto, ¿habéis contado con la ayuda de alguna editorial española? ¿Se respira buen rollo entre editoriales?

Llamamos a muchas puertas, la verdad. Y de todas las que llamamos, pocas nos abrieron (risas). Contactamos con la gran mayoría de editoriales que publican manga en España, y aunque algunas de ellas nos atendieron con simpatía, desgraciadamente la información que obtuvimos era muy escasa. Porque nadie te dice de cuánto es una tirada media o por dónde se mueve más o menos el coste medio de una licencia. Te ofrecen alguna estimación en función del éxito de la obra en Japón y poco más. Pero esto es el equivalente a decir nada. En colación a la pregunta anterior, curiosamente fue Fandogamia la editorial que más nos ayudó en los primeros pasos. Por eso también nos fastidió todavía más todo lo que se montó en torno a redes sociales.

En general, creo que sí que hay buen rollo entre las editoriales e imagino que si acudimos a algún evento donde coincidamos con alguna habrá cero problemas. Independientemente a esto, creo que se sigue ocultando demasiada información. Se debería actuar más como una comunidad, ayudarse entre todos a pesar del factor empresarial y que cada uno debe mirar por sus propios intereses. Creo que falta cierto sentimiento de hermandad y de pensar que si a ti te van bien las cosas, también le pueden ir bien a otros como nosotros. Al margen de los datos internos de las editoriales, sí es cierto que hay algún que otro artículo publicado en Internet de gran valor y que sí nos ha servido para realizar varias estimaciones. Por ejemplo, la entrada que publicó LetraBlanka en su blog acerca del precio de los mangas en España es bastante esclarecedora. Creemos que este tipo de artículos —o los recientes hilos que está creando Pedro, editor de Fandogamia— no son solo interesantes, sino necesarios para entender mejor el sector desde todas las perspectivas.

Variedad, calidad y cercanía. Estos son algunos de vuestros valores como editorial pero, sin duda, destaca la decisión de acabar con los clichés y prejuicios del medio. Fuera demografías y segregar al público; calidad y diversidad por encima de absurdas etiquetas. Bajo esta línea de actuación tan clara, ¿qué priorizáis en una obra para que entre en vuestros planes? ¿Hay una línea ya marcada o no os cerráis a nada? ¿Tenéis algún modelo editorial patrio como ejemplo a seguir?

Diría que priorizamos el componente narrativo, la historia. Independientemente del apartado artístico, una buena historia, para mí, siempre prima sobre el resto. Luego pueden entrar en juego otros factores, claro. Por ejemplo, en ECHOES hay un drama relacionado con el deporte, pero realmente hay mucho más. Eso fue lo que nos llamó más la atención de esta obra en concreto. Y ya puedo adelantar que las que vendrán a partir de ahora será por lo mismo. Tal y como comentamos en nuestra presentación y en alguna que otra ocasión, no nos cerramos a nada. No nos gustan las etiquetas que suelen ponerse en este sector y creemos que si la historia es buena, que si tiene un buen mensaje, da lo mismo de dónde venga o a qué público va inicialmente dirigida. No hacemos distinciones, y por eso creo que nuestro catálogo será rico en cuanto variedad.

Queremos intentar que no haya apenas distancia entre el anuncio de una licencia y su lanzamiento. Por ejemplo, en febrero vamos a realizar el anuncio de una obra que se pondrá a la venta en marzo. Creemos que anunciar algo con demasiada antelación, teniendo en cuenta la cantidad de títulos que se publican cada mes, es negativo para el consumidor. Por eso lo más óptimo es acotar los plazos y que la espera sea mínima. En cuanto a acciones de otras editoriales españolas, nos parece que el #mangademedianoche es una estrategia muy buena, impecable a nivel de marketing. Nuestra intención es, poco a poco, aumentar el porcentaje de venta directa. Porque esa es una de las razones por las que funciona tan bien como editorial Milky Way; porque la diferencia de beneficios es importante. Se saca mucho más margen.

También hablabais de la importancia de la transparencia como empresa, que vuestra experiencia como editores comenzaba a la vez que Editorial KODAI. ¿Es todo autoaprendizaje? ¿Es posible formarse desde cero y publicar con la calidad con la que lo habéis hecho sin morir en el intento?

Básicamente sí, nosotros nos encargamos de todo —menos de la traducción— y nuestra experiencia previa era prácticamente nula. Pero esto es como todo, una vez empiezas y estás dentro aprendes lo que haga falta para seguir adelante. Sí es cierto que tuvimos muchas dudas en torno al tratamiento de los materiales; ya no solo por cómo trabajarlo, sino por cómo iban a venir. Por eso, fuimos «listos» y tiramos hacia una obra más o menos reciente. Estudiamos al autor y sabíamos que trabajaba en digital, por lo que probablemente los materiales llegarían bien en dicho formato. Hubo una labor de estudio con el fin de facilitarnos un poco los primeros pasos como editorial. Aun así, se afronta con cierto miedo, porque no sabes cómo funciona, pero una vez tienes el material en tus manos ya no hay vuelta atrás. Has pagado por él y tienes que aprender a tratar el producto como se merece.

Lo más complicado es la parte de rotulación, que se tiende a pensar que no es para tanto, pero sí que lo es. Te encuentras algún que otro obstáculo pero, por suerte, hoy en día podemos utilizar una maravillosa herramienta llamada Internet con la que se pueden aprender muchísimas cosas si se sabe buscar. A nosotros nos han ayudado poco, pero sí es cierto que por parte de la imprenta muchas de nuestras dudas fueron resultas, además de todos los consejos que hemos ido recibiendo a través de redes sociales desde la publicación de la preview de ECHOES. El resto de cuestiones que nos surgían se iban resolviendo buscando por Internet o probando. Todo se resume en prueba y error; prueba y error (risas).

ECHOES ha sido vuestra puerta de entrada a Japón y vuestra primera impronta en el mercado español, ¿cómo apareció en vuestras vidas y qué fue lo que hizo que apostarais por la obra de Ayumi? ¿Era vuestra primera opción?

Apareció buscando mucho. No sabíamos muy bien por dónde tirar y qué podría funcionar. No teníamos ninguna estimación sobre el funcionamiento del mercado ni nada por el estilo. Un día dimos con una web de información sobre mangas que no conoce nadie, y ahí encontramos varias ilustraciones de los primeros capítulos de ECHOES y nos llamó mucho la atención. Vimos la portada, leímos la sinopsis y nos pareció interesante. Seguimos investigando y supimos que el autor era transgénero, encontramos la entrevista que se incluye en el tomo de ECHOES y dijimos, a por ella. Es cierto que mientras preguntamos por ECHOES también lo hicimos por varias más, pero dio la casualidad que estas obras no salieron adelante por diversos factores y la de Ayumi sí. Nos gustó mucho el componente de normalización transgénero que tiene la obra, y que aunque estuviese dentro de la trama, no fuera tan relevante a simple vista. No toda la lucha LGTB tiene que ser tan sonada, hay actos del día a día, normales, que para mí tienen mucho más valor. Y esto se ve en la entrevista, cómo el autor quería simplemente normalizarlo, contar su experiencia desde el punto de vista de una persona más que juega en un equipo de básquet y lidia con sus miedos y luchas internas mientras intenta superarse. Creíamos que la entrevista era clave para entender el mensaje de la obra, porque sino quizá quedaría algo superfluo. Por eso a pesar del sobrecoste apostamos por ello.

Aunque aún no ha pasado el suficiente tiempo como para realizar un análisis sólido de sus ventas (ECHOES salió a la venta a finales de noviembre) ¿qué tal la acogida de la obra? ¿Ha superado expectativas?

Expectativas en términos de ventas sí, pero no tanto en cuanto a la recepción mostrada por nuestra apuesta por un manga más económico. Sabemos que la obra ha gustado mucho, que la gente ha disfrutado su lectura, y eso nos ha sorprendido gratamente. Siempre ha estado esa sensación de riesgo por ser un manga deportivo, pero pese a los avisos tampoco pensábamos que era una licencia tan temeraria. Cuando vimos las ventas —copias distribuidas— nos llevamos una gran alegría; que la distribuidora pida más stock porque se ha quedado sin es un síntoma muy positivo.

Sabíamos que habría gente que iría buscando una cosa y que luego tendría la sensación de que le sabría a poco. Pero, precisamente, también hay gente que fue buscando otra cosa y quedó satisfecha porque la trama no se centraba en ciertos aspectos. Ese es el punto de equilibrio que nosotros tratábamos de encontrar. Que gustase a todos. Por eso la recepción a nivel de crítica ha sido muy buena, pero pensábamos que iba a calar más en el mercado por nuestra apuesta de tomo único, formato A5, contenido extra y buen precio. La sensación es algo irregular, pero como tampoco tenemos otros para poder comparar, no lo sabemos. Seamos optimistas y digamos que sí, que la acogida ha sido buena (risas).

¿Cómo es el trato con Japón? ¿Las editoriales mantienen esa imagen de absoluta rigurosidad que se vende desde estos lares o, por el contrario, son más flexibles?

No, no son muy flexibles (risas). Puede que en alguna ocasión te permitan algo puntual, pero son bastante cuadrados. Tienen sus normas, que además tienes que saber sin que nadie te las cuente y que, como es lógico, si no has editado nunca no las puedes saber y puedes meter la pata. Aunque en ese caso es cierto que entienden tu situación y son más permisivos. Pero en general son muy rigurosos, ellos saben lo que quieren y lo quieren ya. Ellos son los que marcan los tiempos y llevan la voz cantante. Saben que tienen la sartén por el mango y se aprovechan de ello, que por otro lado es totalmente lícito y entendible; es su producto y lo van a exportar al extranjero. No saben a ciencia cierta qué trato le vas a dar y por eso mismo no lo van a soltar con facilidad.

¿Existen muchas barreras de entrada a la hora de establecer contacto con Japón? ¿Habéis tenido problemas a la hora de adquirir la licencia por no haber publicado nada anteriormente?

Sí, nosotros teníamos muchas dudas porque claro, todo el mundo ha tenido que publicar algo por primera vez en algún momento. Y como tampoco podíamos ir a Japón presencialmente a presentarnos como editorial, se llevó todo a cabo a través de correos electrónicos. Es ir un poco a ciegas, porque ellos piden una serie de datos que no puedes dar todavía y la negociación depende de ello. Es complicado, pero sí se puede negociar con Japón sin haber publicado nada antes. Nosotros somos un ejemplo de ello (risas).

Portada Provisional ECHOES

Hay que currárselo mucho, demostrar que tienes buenas intenciones, que sabes por dónde te estás moviendo y que vas a tratar el producto de la manera más respetuosa posible. Y eso es algo que Japón valora, porque tú puedes llegar y ofrecer todo el dinero que quieras que si ellos creen no vas a hacer un uso correcto de su producto no te lo van a dar. Si se va con la verdad por delante, dejando claras las buenas intenciones, la pasión por el sector y el respeto por sus obras, es más fácil que accedan a ello. Las condiciones son duras y siempre las van a poner ellos. Es cierto que el resto de negociaciones que hemos tenido tras la primera han sido más light en comparación, pero es que no hay alternativa. Tienes que aceptar todo lo que digan porque apenas tienes margen de maniobra, no has publicado nada. Tal vez pagues de más por una obra, pero nunca lo vas a saber (risas).

Tras ECHOES, ¿cómo se presenta el futuro? ¿Qué planes tenéis para 2020?

Tal y como hemos anunciado recientemente, a muy corto plazo tenemos pensado realizar un proyecto en formato podcast en el que intentaremos arrojar algo de luz dentro del sector. Hablar con sinceridad de cómo funcionan las cosas para que así el consumidor pueda hacerse una mejor idea y entienda el porqué de algunas de las decisiones empresariales que se toman. Al margen de esto, y a nivel de publicación editorial, tenemos un par de anuncios planeados para dentro de muy poco. Y, para ser más precisos e ir abriendo boca, puedo decir que uno de ellos es de una obra que ya fue publicada en España hace años, y la vamos a poner a la venta a un precio más económico que el anterior. Estos dos anuncios son a corto plazo, nosotros ya estamos preparando el calendario para el resto del año. Estamos intentando estudiar y cuadrar los números para publicar con una periodicidad mayor.

https://twitter.com/editorialKODAI/status/1222620294365483009?s=20

La idea, y lo ideal, sería publicar otras dos o tres novedades en 2020. Pero claro, todo dependerá de la cantidad de capital que entre. Lo que sí puedo decir es que va a haber de todo y para todos los gustos. Aunque, por el momento, vamos a seguir apostando por la publicación de volúmenes únicos. Es cierto que hemos mirado títulos de dos, tres, e incluso cinco tomos, pero a nivel de gasto es imposible de afrontar. Preferimos ir tomo a tomo y que vayan amortizándose; pero esto también es un problema, porque muchas veces es complicado encontrar obras breves que no dejen la sensación de cierre inconexo o falta de contenido. Es la parte negativa, pero actualmente no podemos plantearnos publicar algo más extenso debido a los márgenes que hay.

Como editor, ¿qué le pides a este 2020? ¿y cómo lector?

Como editor, que las ventas suban (risas). Pero tanto las nuestras como las de los demás. Porque parece que el mercado español sea uno muy verde cuando realmente no es así. Puede que las editoriales más grandes gocen de una muy buena salud gracias a obras que venden muy bien y a unos cimientos muy sólidos, pero realmente los beneficios que hay no son tan grandes como se puede llegar a pensar. Si únicamente publicas manga, los márgenes son muy pequeños. Ojalá la gente se anime a comprar más, ya no solo para que las editoriales puedan mantenerse, sino porque si las obras funcionan van a traer más; y un mercado que se mueve en más ámbitos que los principales géneros es mucho más rico. Actualmente, nuestro mercado goza de una variedad temática maravillosa, y mis deseos como lector van por esa línea también. Poder mantener tanto la cantidad como la calidad de las obras publicadas. Agradezco muchísimo que tengamos tanta variedad, y como editor me gustaría que la gente apostase más por el manga y animar así a nuevas generaciones a iniciarse en él. Entiendo que en primera instancia puede parecer un producto caro, pero es que realmente no lo es. Cuesta mucho publicar manga.

Desde El Palomitrón deseamos a Editorial Kodai una más que gratificante trayectoria y la mejor de las suertes en su andadura editorial.

Edu Allepuz y Marisol Navarro

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Intento de muchas cosas y una de las piezas que hacen funcionar la sección manganime. Ávido lector de manga, enamorado de la tinta y de la tragedia de Sui Ishida. Firme defensor de la industria como arte y la abolición de estúpidas etiquetas.