EL MINISTERIO DEL TIEMPO: REFUGIADOS EN EL TIEMPO
Los hermanos Olivares nunca entendieron esta serie como algo que necesitase clasificarse en la ciencia ficción o en las series históricas, y desde el primer momento vimos clara la verdadera intención: poner a nuestra disposición todos los medios posibles para revisionar nuestra historia desde perspectivas diferentes a la habitual, a esa clásica y unidireccional que nos enseñan a todos en el colegio. Cada capítulo es un caramelo para el espectador lleno de referencias históricas, pero también culturales, y no necesariamente están restringidas a la alta cultura.
Pero esta vez el capítulo ha sido mucho más. No fue la trama de los Hijos de Padilla; no fue la valentía de Lola (Macarena García), ni tampoco las locas aventuras de Pacino (Hugo Silva) y Alonso (Nacho Fresneda). Esa vez ha ido más lejos: nuestra historia actual conectó de lleno con el episodio que acabó siendo una crítica a nuestra humanidad, que pierde la memoria y los papeles ante creencias y fanatismos absurdos. Y tal y como está el país ahora mismo, no podríamos encontrar una serie mejor para darnos ese golpe de realidad.
Alonso y la España que dejó Simón Bolívar
Alonso es quizás el personaje que más sufre este revisionamiento histórico. Cada vez que viaja a una época posterior a la suya es una bofetada a sus principios, a sus creencias e incluso a su identidad. Esta vez, Pacino y él han de viajar hasta la Bogotá del siglo XIX, donde deben salvar a Simón Bolívar (Juan Pablo Shuk) de un atentado que ocasionará su muerte. El Libertador de América tiene todavía mucha historia por construir y por ello nuestros agentes favoritos deben salvarle la vida.
Pero Alonso ve a Bolívar como un traidor a la patria por conseguir la independencia de gran parte de América del Sur del imperio español. Por su parte, Bolívar cree recordarles de un episodio anterior, cuando conoció a su primera esposa, pero no pueden ser los mismos, pues no han envejecido nada. Al joven Bolívar pudimos verle en el episodio Tiempo de Ilustrados, donde los propios Pacino y Alonso le ayudan a conquistar a su primera mujer, Teresa del Toro.
Refugees Welcome: Los refugiados del tiempo
Parece que el cartel del Ayuntamiento de Madrid ha surtido efecto en las diversas líneas temporales, pues el ministerio se llena de los moriscos expulsados por Felipe III (Felipe Aguado) a principios del siglo XVII. Y esto es muy real, pues más de 300 000 moriscos fueron expulsados de la Península en los inicios del siglo por diversos motivos, además de la influencia del Duque de Lerma, que vio en esta expulsión la oportunidad de ganarse a la reina.
Entre todos los refugiados se encuentra un cristiano que acaba siendo el responsable de un intento de atentado al más puro estilo yihadista, pero cambiando el grito de ¡Alá es grande! por el ¡Trágala, perro! de los Hijos de Padilla. Gracias a la rápida acción de Lola, el ministerio es salvado de su desaparición, comprendiendo, a su vez, que los refugiados han sido utilizados para que los Hijos de Padilla pudiesen entrar en el ministerio.
«Lo de tener poca memoria nos viene de largo»
Esta frase, pronunciada por Salvador (Jaime Blanch), es el resumen perfecto de que olvidamos o recordamos las acciones de nuestro país como mejor nos conviene en cada momento. Y es que recordar solo lo positivo es una manera sesgada de creer en algo, aunque sea la identidad nacional en la que cada uno crea. Si ondeamos unos principios debe ser con lo bueno y con lo malo, respetando así cualesquiera que sean los otros.
Por otro lado, la fuerte crítica que nos ofrece este episodio nos lleva a entender que unos y otros hemos sido terroristas y refugiados, víctimas y verdugos a lo largo de la historia. Todo ello debería llevarnos a dejar aflorar lo mejor de nuestra humanidad y entender al otro, aunque vaya en contra de nuestros principios, como Alonso acaba haciendo en todos y cada uno de los capítulos. Todo un ejemplo.
Malos tiempos para «La Verbena de la Paloma»
Sin duda, este episodio ha marcado un antes y después en esta temporada y en la serie en general. La responsabilidad del guion es de Javier Olivares, Pablo Lara y Ángel Aranda, además de la dirección de Gabe Ibáñez (Autómata). Pero la semana que viene el ministerio tendrá otro suceso que impedir, resolver o provocar, ya que La verbena de la Paloma, la célebre zarzuela, no será estrenada. ¿Conseguirá Angustias (Francesca Piñón) salvar la célebre obra? El lunes 16 de octubre en TVE tendremos la respuesta.
Lorena Rodríguez