ANTECEDENTES
Fíjate que el deporte ha dado pie a un buen número de películas, tantas como para formar un subgénero, aunque realmente son aquellas donde domina la cinética y la épica las que han conseguido mayor rédito. Por ejemplo, el boxeo ha dado varias obras maestras, las historias de baloncesto o fútbol americano, y en el caso de «Menudas Piezas», el ajedrez.
Es curioso cómo el director de la cinta ha querido darle empaque visual a una contienda tan introvertida, donde la reflexión de cada movimiento es vital, aunque no hay demasiada fisicidad en ello, algo que va en contra del formato audiovisual. Un reto para conseguir el jaque mate a todos los públicos con una bonita comedia de superación y compañerismo.
LA PELÍCULA
«Menudas Piezas» es una historia que ya hemos visto, y por eso mismo sabemos que gusta. Candela es una chica pija con una innumerable colección de bolsos que se ve obligada a volver a sus orígenes humildes para dar clases de recuperación a los alumnos más marginados en el colegio Luis Buñuel. Mediante el deporte, en este caso el ajedrez, Candela logra sacar lo mejor de sus alumnos, convirtiéndolos en un gran equipo que supera sus diferencias y rompe los prejuicios de clase para competir en un torneo a nivel nacional. El autodescubrimiento de Candela y de los propios chicos, además del amor al ajedrez, son las claves del éxito de la propuesta de Nacho G. Velilla.
Velilla es un director con una filmografía llena de éxitos en la comedia comercial española. Utiliza juegos de montaje interesantes acompañados de diálogos con dobles intenciones y muchas metáforas ajedrecísticas que hacen que la película se disfrute en todo momento. Sin más pretensión que entretener y contar una bonita historia, quizás patine con algunos estereotipos de los alumnos, como si hacer referencias a C. Tangana o a juegos como Fortnite fuera suficiente para retratar a los jóvenes de hoy.
Aun así, esto no empaña el resultado general, dejando un buen sabor de boca.
ELLAS Y ELLOS
Alexandra Jiménez es una actriz talentosa que trabaja constantemente y suele desempeñar roles protagonistas. Suele tener éxito en taquilla, aunque quizás no ha destacado tanto fuera del terreno del cortometraje con una actuación que te deje sin aliento. Sin embargo, tiene un don especial: la empatía. Funciona bien con cualquier compañero que le pongan, sacando lo mejor de sí misma y de quienes la rodean. Alcanza un nivel muy alto junto a Luis Calleja, el director del instituto y antiguo amigo. Transitan por una amplia gama de estados emocionales a lo largo de la película, y todos resultan creíbles. Crean un feeling estupendo que te saca más de una sonrisa.
¡Alex ya te llegará el Goya!
LA SORPRESA
Después de Merlí, no resulta sorprendente ver la vertiente emocional de Francesc Orella, un actor con una amplia trayectoria pero con un perfil de personaje bastante específico debido a su físico. En esta ocasión, interpreta al padre invidente de la protagonista y sirve como contrapunto que genera conflicto paterno-filial, mostrándose inicialmente rudo y evolucionando hacia la emotividad. Junto con Miguel Rellán, ambos transmiten un gran flow a la historia, que combina humor, nostalgia y el mundo del ajedrez.
LA SECUENCIA / EL MOMENTO
La escena de inicio es quizás la más divertida; prepara con cuidado todos los elementos que generan un gran momento cómico, creando suspense y jugando con algunos estereotipos que siempre funcionan. Es una buena presentación de personajes y arranque para la historia.
TE GUSTARÁ SI…
Si te gustan las comedias al estilo de Nacho G. Velilla, el ajedrez o las películas con vocación docente.
LO MEJOR:
- El desarrollo de los personajes protagonistas y su lado humano son aspectos fundamentales. Una película de este tipo necesita corazón, y esta la tiene. (Además no es tan naif como puede parecer).
LO PEOR:
- La selección musical no es mala, pero los temas y sus letras son demasiado redundantes con las imágenes que acompañan.
Martín Ortiz
