KICKS: HISTORIA DE UNAS ZAPATILLAS
LOS ANTECEDENTES
Casi dos años han tenido que pasar para que llegara a España Kicks: Historia de unas zapatillas (2016), el largometraje de Justin Tinning premiado en diferentes festivales estadounidenses como el Tribeca Film Festival. El pasado 20 de junio Universal estrenaba en DVD la historia de Brandon (Jahking Guillory), un joven al que le roban unas Air Jordan y se enmarca en un peligroso viaje para recuperarlas. Es la primera incursión de Tinning en la dirección de un largometraje después de debutar con los cortometrajes Nani (2008) y Swimming in Air (2013).
LA PELÍCULA
La historia retrata los bajos fondos de una pequeña ciudad cerca de Oakland, California, en los que la violencia juvenil, las drogas y la posesión ilegal de armas están a la orden del día. En este escenario poco prometedor vemos como Brandon y sus amigos, Albert (Christopher Jordan Wallace) y Rico (Christopher Meyer), pasan sus días entre jugar partidas de baloncesto, robar cerveza y conocer chicas. A pesar de todo llevan una vida bastante alejada de lo realmente malo, hasta que un grupo de matones roba las recién compradas Air Jordan de Brandon.
Este hecho se convertirá en el comienzo de un viaje donde, según todos los de su alrededor, se irá haciendo un hombre, mostrando los estragos de la violencia y la precariedad en un chico de tan solo 15 años. Un hecho tan aislado como el robo de unas zapatillas desencadenará acciones en las que no habrá vuelta atrás, poniendo muchas vidas en juego.
ELLOS Y ELLAS
El casting en general es poco conocido y ayuda a la naturalidad con la que se narra la historia. Junto al trío de amigos protagonista encontramos a Flaco (Kofi Siriboe), el antagonista absoluto, y a Marlon (el oscarizado Mahershala Ali), el tío de Brandon que actúa como guía a pesar de hacerlo de forma incorrecta.
Cada personaje intenta verse desde las dos caras, el bien y el mal. En el caso de Flaco, a pesar de ver al típico delincuente juvenil, nos muestran cómo tiene un hijo al que cuidar y cómo con él, aunque no sea de manera idílica, «se porta bien». Este contrapunto trata de hacer que el espectador empatice con el antagonista, ver más allá de su papel de matón y tratar de entender la situación por la que está pasando.
Marlon es la mecha que enciende a Brandon, el punto de inflexión en el que el joven de 15 años se convierte en hombre. Se centran constantemente en «lo que un hombre tiene que hacer» y en ensalzar su masculinidad por encima de prácticamente todo; un retrato que, si bien se acerca a la realidad de los suburbios para las mujeres, por ejemplo, supone presenciar escenas de machismo con las que es imposible sentirse cómodo.
LA SORPRESA
Cómo se utilizan canciones de hip-hop clásico para conducir la historia. Una banda sonora cuidadosamente seleccionada y perfectamente integrada supone un valor añadido, y las canciones se utilizan para separar por capítulos la historia a través de un esquema propio.
LA SECUENCIA/EL MOMENTO
La metáfora del astronauta. Si bien en sus primeras apariciones pensamos que Brandon ha fumado demasiado, vamos descubriendo cómo cobra sentido a lo largo de la evolución de su personaje, actuando como proyección de esta. Es un factor que afecta positivamente al filme, ya que se aleja de todo lo que aborda la película; una integración casi scifi que funciona mejor de lo que parece al principio.
TE GUSTARÁ SÍ…
Disfrutas del cine independiente estadounidense donde la naturalidad de las historias es el mayor aliciente para su visionado.
LO MEJOR
- Lo bien que funciona la historia en torno a las zapatillas-
- El retrato de los suburbios.
- La actuación de Jahking Guillory.
LO PEOR
- La línea difusa que crea entre crítica y ensalzamiento de las armas y la violencia.
Cristina Domínguez