Si tenemos en cuenta que EL VIAJE MÁS LARGO, es la adaptación de una novela de NICHOLAS SPARKS, escritor de Best Sellers que ha publicado 18 novelas, de las cuales 9 se han transformado en películas. EL DIARIO DE NOAH, UN PASEO PARA RECORDAR, MENSAJE EN UNA BOTELLA, QUERIDO JOHN o UN LUGAR DONDE REFUGIARSE, casi podríamos afirmar que el prolífico autor es ya en sí mismo un subgénero en el cine romántico, con su propio público. Y aunque el título no quede muy claro, a estas alturas, debemos saber que lo que no encontraremos es una Road Movie o una película de aventuras.
Dos desconocidos de mundos completamente opuestos, un encuentro fortuito, el despertar de sentimientos desconocidos y una historia a simple vista imposible, son las premisas que SPARKS, una vez más, configura de manera efectiva para desarrollar una historia de amor edulcorada no apta para diabéticos.
La película narra dos historias de amor entrelazadas, unidas por el destino. La primera la de Luke (SCOTT EASTWOOD), un antiguo campeón de rodeo que quiere volver al mundo de la competición y Sophia (BRITT ROBERTSON), una estudiante con el sueño de trabajar en el mundo del arte en New York. La segunda, la de Ira (ALAN ALDA), que después de haber tenido un accidente, consciente a ratos y en espera de su recuperación, recuerda el amor de su vida, Ruth (OONA CHAPLIN), en ese espacio que separa la realidad y el recuerdo. Las dos parejas se verán envueltas en su propia historia de amor que se cruza de la manera más sorprendente.
A los mandos para la ejecución, de esta última adaptación de una novela de SPARKS, se ha puesto GEORGE TILLMAN JR. (HOMBRES DE HONOR, SED DE VENGANZA) que conjuga fielmente, como buena película romántica, las expectativas de los fans del género: la manipulación de las emociones del espectador secuencia a secuencia, la tragedia y el destino. Todo ello de una manera casi académica y sensiblera para buscar claramente el afecto del espectador, cayendo en los mil tópicos del género y alargando en demasía la cinta.
Para el elenco del filme TILLMAN ha contado con caras no muy conocidas pero que encajan perfectamente en el prototipo del género: guapos y con mucha química. SCOTT EASTWOOD (CORAZONES DE ACERO, INVICTUS), sí, el hijísimo del gran CLINT, se pone en la piel de Luke, el cowboy tosco, guapo a rabiar y extremadamente sensiblero, que incluso regala flores y cuyo cliché varonil le convierte en el objetivo perfecto de todos los suspiros femeninos durante la película, con una actuación correcta, incluso sin camiseta. y BRITT ROBERTSON (SCREAM 4 o la televisiva LA CÚPULA), que interpreta a Sophia, la niña culta y estudiante universitaria con un exitoso futuro, y dotada un encanto y una dulzura fuera de lo normal (seguimos con el exceso de miel). La réplica a la historia de amor paralela la componen ALAN ALDA (MISTERIOSO ASESINATO EN MANHATTAN, M.A.S.H.), al que nos encanta encontrar de nuevo en nuestras pantallas, como el viejo IRA, que pone el broche de honor a la historia con su experiencia artística y OONA CHAPLIN (vista recientemente en NO LLORES VUELA) otro apellido muy cinematográfico, hija de GERALDINE CHAPLIN y nieta de CHARLES CHAPLIN, que interpreta a Ruth, la mujer de Ira, con una actuación convincente y llena de matices que hará las delicias del espectador.
EL VIAJE MÁS LARGO da lo que promete y lo que el espectador espera, una historia de amor eterna llena de obstáculos que no cambia con los años y cuya moraleja conocemos sobradamente: El amor todo lo puede.
Hay que señalar que esta historia excesivamente popular y sencilla sólo es apta para los amantes del género y los lectores de NICHOLAS SPARKS, por su alto contenido de romanticismo. Estáis avisados.
LO MEJOR
- La sencillez de su ejecución.
- La relación creíble y la gran química de los protagonistas.
- SCOTT EASTWOOD y sus abdominales.
LO PEOR
- La historia es más que previsible y conocida.
- El intento fallido de buscar la lágrima fácil.
- La excesiva duración del metraje, más de dos horas de romanticismo en vena.
Pues no estoy para nada de acuerdo en los amantes del género romántico esperamos «esto» de nuestras películas, todo lo contrario. Soy una fiel detractora de las adaptaciones de las novelas de Sparks, precisamente por todo lo que citas, por los tópicos y la sensiblería. El cine romántico no es esto, o no debería de serlo. Así que como fiel seguidora del género, esta tampoco la veré.
Hola Teresa, me alegro que siga habiendo gente que piense que el cine romántico es mucho más que las novelas de SPARKS, pero por desgracia es lo que actualmente se vende y la taquilla manda. Aunque no tengas intención de ver la película, siempre aconsejamos que no os dejéis guiar por nuestras opiniones, para gustos colores. Muchas gracias por tu comentario, es un placer hablar de cine con una Palomitera convencida. Un abrazo