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CRÍTICA: EL BOSQUE DE LOS SUICIDIOS

 

El bosque de los suicidios

 

Cuenta la leyenda que es un lugar frondoso, que allí se escuchan voces extrañas y gritos de desesperación cuando cae la noche. Hablamos del bosque japonés Aokigahara, un lugar situado bajo los pies del monte Fuji que no es simplemente una leyenda, sino un lugar real al que acuden aquellas personas que quieren quitarse la vida, de ahí que le llamen EL BOSQUE DE LOS SUICIDIOS. En ese idílico lugar es donde el estadounidense JASON ZADA ha querido estrenarse como director de su primer largometraje. ZADA ya había trabajado con el género de terror, pero solamente realizando cortometrajes como TAKE THIS LOLLIPOP. Ahora llega con esta cinta, su ópera prima, bajo el nombre de EL BOSQUE DE LOS SUICIDOS (THE FOREST). El thriller cuenta la historia de Sara, una joven americana que decide ir hasta Japón, lugar donde vive su hermana gemela, tras enterarse de que esta ha entrado en el temible y maldito bosque y que no ha salido de allí. Sara se adentrará en el Aokigahara para ayudar a su hermana porque, a pesar de todo, siente que todavía sigue viva.

Una historia que emana del terror japonés, responsable de reconocidos títulos como RINGU o CHAKUSHIN ARI, que probablemente aquí conozcamos más por sus versiones estadounidenses, THE RING y LLAMADA PERDIDA. A esto se le suma la fuerza que supone tener un guion escrito por BEN KETAI, DAVID S. GOYER (EL CABALLERO OSCURO) NICK ANTOSCA y SARAH CORNWELL. Sin embargo, ni siquiera este equipo logra quitar los estereotipos propios del género (por ejemplo, los ya conocidos pasillos desalojados con una luz de un fluorescente que parpadea, ancianas siniestras…) que aquellos acostumbrados a este tipo de cine verán como punto débil, por su clara previsibilidad; aunque, contra todo pronóstico, el giro final sí que logra sorprender. Esto no quitará que den algún que otro salto en la butaca gracias a la incursión de los yurei, espíritus de los suicidas. Y eso es lo que nos gusta, ya que muestra que, a pesar de pecar de previsible, aún nos puede crear esa tensión e ilusión por enfrentarnos a este tipo de películas.

 

El bosque de los suicidios

 

La cinta, sea como sea, engancha gracias a su historia en sí, consiguiendo que el espectador no desconecte, pero también gracias a su reparto, en el que nos encontramos con caras mundialmente conocidas como NATALIE DORMER, recurrente del panorama televisivo gracias a Margaery Tyrell, el personaje que interpreta en la serie JUEGO DE TRONOS, basada en las novelas de GEORGE R. R. MARTIN. En este filme, NATALIE tendrá que hacer de Sara y su gemela Jess. Ambas, a pesar de ser hermanas físicamente idénticas, son polos opuestos: una es una chica responsable; la otra, una rebelde. La actriz llevará gran parte del peso interpretativo durante todo el metraje, aunque podrían haberle dado más juego con el papel de Jess. Junto a ella aparecerán TAYLOR KINNET (ROCK THE KASBAH), el joven compañero de aventuras de Sara, y EOIN MACKEN (THE CALLBACK QUEEN), su marido. Además, también aparecen los intérpretes japoneses YUKIYOSHI OZAWA (TSURUGIDAKE: TEN NO KI), NORIKO SAKURA (DOGGU DEIZU), RINA TAKASAKI (LEVEL UP) y KIKUO ICHIKAWA.

 

El bosque de los suicidios

 

EL BOSQUE DE LOS SUICIDIOS indaga un poco en la mente y en las relaciones a través de la metafísica en lo que se refiere a la conexión que hay entre las hermanas gemelas, quienes se sienten a pesar de la distancia, aunque no se introduce en este aspecto lo suficiente como para que sea redondo. Una de las grandes fortalezas que tiene el filme es su escenario: y es que coger el bosque real (Aokigahara) y rodar allí hace que el público se traslade al lugar, le crea tensión y le acaba provocando que mire hacia atrás y casi pueda sentir cómo corre por el sendero del bosque. A esto hay que sumarle que el terror no podría ser tan temible si no fuera gracias a su música. En este caso, el encargado de dar más vida y horrorizar aún más a aquel que ve esta historia es BEAR MCCREARY, quien ha trabajado en bandas sonoras como, por ejemplo, la de la serie THE WALKING DEAD.

Esta película tiene los ingredientes perfectos para pasar una velada inquietante entre árboles y, quizá, con presencias que hagan envolverte de locura, ver personas que no ves, hacer cosas que no querías, oír tu nombre en todas partes, percibir sensaciones muy extrañas… ¿Te atreves a adentrarte en el bosque? Un consejo: no estés tristes al entrar.

 

 

LO MEJOR:

  • Engancha el ser una historia basada en hechos reales.
  • El bosque japonés Aokigahara.
  • Su protagonista, NATALIE DORMER.
  • La introducción de toques del cine de terror japonés.
  • El giro final.

LO PEOR:

  • Los estereotipos ya muy usados en el género de terror.
  • Desaprovechar el punto psicológico de la cinta.
  • La previsibilidad.
  • Esperar más de lo que ofrecen este tipo de filmes.

 

 

María Páez

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Periodista que considera que para ser una verdadera cinéfila tienes que ser una 007, con licencia para devorar todo el cine. Eso sí, prefiero quedarme atrapada en una cueva con Michael Myers, el payaso de It, Chucky, y la niña de El exorcista que en un palacio con princesas de cuento.