CRÍTICA: BLACK MASS: ESTRICTAMENTE CRIMINAL
La fuente inagotable que supone para el cine aquellos hechos que ocurrieron en la realidad parece no haber encontrado un límite. Como si de la gallina de los huevos de oro se tratase, llevar la vida de un individuo a la gran pantalla, sean cuales sean sus motivaciones o si sus acciones fueron o no nobles, en los últimos tiempos supone una buena solución a esa pequeña falta de ideas que resulten nuevas que, en más de una ocasión, parece azotar al séptimo arte y que sitúa al espectador ante la misma película una y otra vez. Y, como suele ocurrir en estos casos, toda parcela de repetición incluye algún momento lúcido en el que aparece cualquier elemento que resulte novedoso. Sin embargo, optar por trasladar la vida de un personaje real al cine es, sin duda, un modo tan válido como cualquier otro de generar historias convincentes y que sean altamente atractivas.
BLACK MASS: ESTRICTAMENTE CRIMINAL es, a grandes rasgos, un muy buen ejemplo de cómo una historia que parece totalmente inverosímil es la mejor opción para añadir calidad a una película que, en otro caso, resultaría un mal ejercicio cinematográfico y una total pérdida de tiempo. SCOTT COOPER lleva con dignidad a la gran pantalla la historia de James “Whitey” Bulger, un gánster de poca monta de la ciudad de Boston que se convierte en informante del FBI con la ayuda del agente John Connolly con el fin de acabar con la mafia rival. Lo cierto es que la propia realidad, en este sentido, supera a la ficción dada su condición de extravagancia. Y, sin embargo, el modo en el que se construye el argumento, así como lo atractivo e, incluso, empático de un personaje que, en cualquier otro caso, resultaría repulsivo e incómodo, constituyen un conjunto que realmente funciona y apenas tiene tropiezos.
En un esfuerzo por no hacer de BLACK MASS un largometraje que resulte totalmente insulso, este queda un tanto incompleto, de forma que cualquier espectador atento necesitará más información para poder satisfacer sus ansias de conocer más a fondo todo lo que acontece en esta historia. A pesar de ello, de la información contada de un modo superficial en ciertos momentos, no carece de ese sentido común que en ocasiones se pierde en aquellas tramas que centran sus expectativas en la mafia. Por otro lado, y de forma evidente, resulta lógico encontrar similitudes con cualquier otra cinta en la que los gánsteres sean los dueños de la trama. Y, aun con todo, no desperdicia la oportunidad de ofrecer al público un entretenimiento prácticamente constante disfrazado de historia de escarmiento y consecuencias.
El punto fuerte en el que se sostiene todo el entramado que se construye en torno a este relato es, sin lugar a dudas, la labor de JOHNNY DEPP quien, tras demasiados trabajos en los que su calidad como actor resultaba un tanto cuestionable, firma uno de las mejores actuaciones de su carrera y una de las que pueden darle alguna alegría que vaya más allá que la satisfacción de ser el hombre más caracterizado del cine. Así, y a pesar de que todo el peso del guion realmente no se sostiene en su personaje aunque se trate del protagonista absoluto, sí es cierto que resulta complicado apartar la mirada de la gran pantalla cuando aparece una imagen de Whitey Bulger, quien resulta totalmente hipnótico. No obstante, tal magnitud interpretativa no desmerece en ningún momento a BENEDICT CUMBERBATCH ni a JOEL EDGERTON, quienes ofrecen un espectáculo que díficilmente podrá pasarse por alto.
BLACK MASS: ESTRICTAMENTE CRIMINAL no ofrece realmente una novedad completa, pero no esconde sus intenciones a la hora de dar un sentido a lo que ya se ha contado anteriormente dotando a sus personajes de una personalidad arrolladora, digna de cualquier historia ficticia. Sin embargo, sí resulta refrescante que, tratándose de una historia biográfica en el sentido más amplio de la afirmación, pueda encontrarse un equilibrio entre el entretenimiento, las buenas interpretaciones y un guion ágil que no permite apenas un segundo para tomar aire. En este sentido, es la fuerza de la curiosidad la que empuja al espectador a no perder detalle alguno de lo que se presenta ante sus ojos.
LO MEJOR:
- El trabajo de JOHNNY DEPP, que logra hacer de su interpretación una de las más destacadas de su carrera y la mejor en (muchos) años.
- El equilibro que se produce entre JOHNNY DEPP, BENEDICT CUMBERBATCH y JOEL EDGERTON.
- La agilidad del guion.
LO PEOR:
- La necesidad de llevar la vida de una persona al cine (de nuevo).
- La superficialidad de ciertos momentos de la historia.