BEL CANTO. LA ÚLTIMA FUNCIÓN
LOS ANTECEDENTES
El bel canto es un estilo vocal operístico que busca la perfecta producción del legato a lo largo de todo el registro vocal. Con una cantante del género como protagonista, Bel Canto. La última función se inspira en la novela homónima de Ann Patchett que convierte la música y los negocios en una situación hostil.
En la dirección se encuentra Paul Weitz, quien debutó en el cine en 1999 con American Pie. Tras un par de producciones en las que compartió cámara con su hermano Chris Weitz, comenzó una carrera en solitario repleta de comedias y dramas irregulares hasta llegar a la sobresaliente Mozart In The Jungle, donde además de director actuaría como creador.
LA PELÍCULA
En Bel Canto. La última función un grupo de personas poderosas se congrega en una mansión para disfrutar del concierto privado de la cantante de ópera Roxanne Cross. Antes de que la mujer pueda dar fin a su primera pieza, miembros pertenecientes al Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) tomarán la casa con el objetivo de asesinar al Presidente antes de darse cuenta de que el gobernante nunca llegó a su cita. La película se desarrolla en los días que siguen a este evento, cuando ya solo quedan los hombres acaudalados, Cross y los revolucionarios entre los muros.
La película es un crisol de géneros entre los que destacan el drama y el romance por encima de la acción, sin dejar a este a un lado. La trama, que navega con suavidad por ellos, se divide en tres actos: la presentación y desarrollo del secuestro, el estancamiento del mismo y el desastre final. Mientras que la lentitud del primero hace de la cinta una historia tediosa a pesar de la acción en ella, la paz del segundo tramo asienta lo que ya se conoce en su primera hora y consigue enganchar al público. El desenlace de la producción se siente apresurado no solo por la rapidez de los hechos, sino por su contraste en la calma y la tormenta, y la falta de un cierre adecuado a lo expuesto anteriormente.
La película yerra en la construcción del mensaje principal, pues asume unos conocimientos por parte del espectador que a menudo no se dan en el mismo. De ese modo, lo que podría convertirse en una recapitulación de parte de la historia de Latinoamérica que culmina con la crítica al poder totalitario queda reducida al último aspecto de manera bastante sutil. Al final, Bel Canto. La última función se convierte en una historia de conflicto en la que nadie acaba satisfecho, y mucho menos la audiencia.
ELLOS Y ELLAS
La irregularidad del guion se salva hasta cierto punto por las actuaciones de un reparto coral, formado por intérpretes en su mayoría masculinos de diferente etnia y trasfondo profesional. Julianne Moore, Ken Watanabe y Sebastian Koch son algunos de los nombres más conocidos del grupo, pero su fama no consigue posicionarlos por encima de los demás.
Destaca sobre los dos últimos el japonés Ryo Kase, que se convierte en el nexo de unión no solo entre los personajes, como intérprete, también entre las diferentes tramas y segmentos de la película. La contención de Hosokawa (Watanabe) contrasta con el desbocamiento de Roxanne (Moore) desde las primeras secuencias del filme, lo que se convierte en la oportunidad de demostrar una y otra vez el gran talento de Julianne Moore. Si Kase se convierte en el nexo entre la narrativa, Koch lo hace entre los dos bandos que forman parte de la lucha. El actor alemán mantiene la incertidumbre y el misterio de la trama, convirtiendo al espectador en un inesperado juez que ha de decidir si condenar o perdonar la actuación de su personaje.
Completan el reparto los revolucionarios interpretados por Tenoch Huerta, ganador de un Ariel (Premio de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas) y María Mercedes Coroy, quienes mediante sus interacciones con los rehenes mostrarán la realidad de la sociedad latinoamericana del momento. Además, la naturalidad de sus interpretaciones consigue la humanización de los rebeldes.
LA SORPRESA
Como bien sabemos, ninguna película está compuesta por un solo género, aunque casi siempre uno de ellos predomine sobre los demás. Con Bel Canto. La última función la sorpresa llega con el equilibrio perfecto de ellos y lo sorprendente que resulta la inclusión de algunos.
LA SECUENCIA / EL MOMENTO
A pesar de la dificultad para transmitir la ansiedad de sus personajes, hay un punto en que el director consigue por fin enganchar al espectador. El sol los ilumina por primera vez en mucho tiempo, el aire acaricia sus mejillas, y la brecha entre rehenes y captores se estrecha para convertirlos en luchadores de una misma causa, a pesar del ansia por la libertad.
TE GUSTARÁ SI…
Disfrutas las historias emotivas con dos bandos diferenciados.
LO MEJOR
- La química entre los actores.
- La diversidad en los miembros del reparto.
LO PEOR
- El montaje de imagen y audio cuando canta Julianne Moore.
- Que sea irrelevante una vez fuera del cine.
María Reinoso