CRÍTICA: BAJO UN VOLCÁN (2025)
ANTECEDENTES
Martín Cuervo (Madrid, 1987) está acostumbrado a tratar con el gran público. Sus últimos trabajos, Quién es quién (2024) y Todos lo hacen (2022) se inclinan hacia la comedia ligera, de enredo.
Ahora, con Bajo un volcán, explora géneros más dramáticos y la espectacularidad del cine de acción. Además, el hecho de contar con un actor tan internacional como William Levy (Café con aroma de mujer) hace que todavía más miradas y expectativas estén posadas sobre el proyecto. Un arma de doble filo.
Bajo un volcán está producida por Secuoya Studios y William Levy Entertainment
LA PELÍCULA
Mario Torres, capitán y piloto militar, aterriza en Tenerife. ¿El motivo? La erupción del volcán que se cierne sobre el pueblo de Garachico.
Repentinamente, el volcán parece calmarse y el ejército no sabe si abandonar la isla. Porque Dani (Maggie Civantos, Vis a vis), una vulcanóloga célebre por sus investigaciones y su carácter, está recogiendo pruebas para demostrar que la reactivación es inminente.
Y la erupción sería tan violenta que arrasaría Garachico.
En un ambiente cada vez más tenso entre los diferentes grupos de seguridad y el comité científico, Mario y Dani deberán enfrentarse a una amenaza más: el deseo.

Mario es un personaje cuyos ideales son rígidos, y nada más bajar del helicóptero se ven tambaleados. A lo largo de la película, podemos ver al personaje de Levy prácticamente como un héroe, bajo una mirada algo idealizada.
Sin embargo, uno de los temas de la película es el miedo a lo desconocido, ante lo inevitable. Y no deja de ser curioso que su personaje gestione mucho mejor la amenaza de un monstruoso volcán que la de una examante (Fabiola Guajardo, Los ricos también lloran) que vuelve a rondar su vida.

Bajo un volcán destaca por ser una experiencia sensorial. El rugido del volcán, el magma, las explosiones… La espectacularidad del cine de catástrofes emerge en ciertos momentos, cuando el peligro es inminente, pero también en una maniobra de helicóptero o cuando los personajes exploran el paisaje volcánico canario.
O cuando exploramos el folclore de la isla, especialmente de la mano de una vecina (Pino Montesdecoa, La mujer dormida), un encuentro que roza la fábula.
Por eso se echa en falta que la película no haya sacado más partido a esa vertiente; podemos distinguir por un lado la catástrofe del volcán y por otro el drama más humano, que gira alrededor del romance. En algunos tramos da la impresión de que hay dos películas dentro de una, el lado más de telenovela y por otro el cine de acción.

Tener a William Levy en el reparto es indudablemente uno de los mayores reclamos, y su público, que sin duda irá en masa a verlo en pantalla grande, está familiarizado a verlo en el registro que le hizo reconocido mundialmente.
No obstante, este lado telenovelesco es divertido, el humor sobrevuela todo el tiempo la cinta, aunque también conlleve ciertas situaciones cliché que descolocan un tanto tras esas secuencias de tensión.
El equilibrio no llega a encontrarse del todo, pero se agradece encontrar en cartelera propuestas que aborden subgéneros poco explorados en nuestro país, en este caso el de catástrofes.
ELLOS Y ELLAS
Uno de los mayores atractivos de la película es el reparto, con rostros muy conocidos entre el gran público. En redes hemos podido ver parte del buen ambiente que se respiraba durante el rodaje. Los personajes secundarios son cruciales para resolver el destino del pueblo. Sin embargo, también ayudan a perfilar a Mario y Dani, los dos protagonistas: Elia Galera (La favorita, 1922) aporta firmeza con su personaje, Fabiola Guajardo lo científico y su trama amorosa con Mario, Antón Lofer (¿Quién es quién?) y el miedo a lo desconocido.
Destaca Adriana Torrebejano, que como ya ha demostrado en trabajos muy recientes como Muertos S. L. o ¿A qué estás esperando?, incluso cuando no se lo propone resulta divertida. En las escenas roba la atención del espectador, incluso cuando está en segundo plano.

LA SECUENCIA
La fotografía de la película destaca cuando se trata de captar la belleza del volcán, especialmente en noche cerrada. O cuando muestra a los personajes ante la magnitud del fuego, de la naturaleza. El paisaje, áspero y oscuro, y el brillo hipnótico del magma.

TE GUSTARÁ SI…
- Eres fan de William Levy
- Buscas un rato de evasión
LO MEJOR
- Las secuencias de acción
- La fotografía y el escenario canario
- Adriana Torrebejano y su vis cómica
LO PEOR
- Falta de equilibrio entre tramas
- Tramos de diálogo algo clichés
Bajo un volcán se estrena en cines el 20 de junio.