CERCA DE TU CASA



El guion de este filme comprometido realizado por su director Piti Español (¡Atraco!) era arriesgado: presentar un drama social en forma de musical parece, a priori, complicado; pero Cortés y todo su equipo lo han conseguido. Era todo un peligro poder llegar a caer en el toque cómico, pero nada más lejos de la realidad: la dureza, la elegancia y el éxito en su comunicación son las protagonistas de la pantalla. Las partes musicales en la cinta se intercalan en momentos clave de la narración, aunque perfectamente podían haber sido independientes. Es una mirada diferente, donde la música actúa como el lenguaje universal que es de una forma más que correcta. Nos llega mucho más que la palabra, nos eriza la piel y nos hace temblar, aunque, por poner algún pero, también debemos decir que puede pecar de incluir clichés que, aunque bienintencionados, van dirigidos a provocar el llanto fácil en el público.Asimismo, su banda sonora no podía fallar, sabiendo que eran obras compuestas, arregladas e interpretadas por la cantante Silvia Pérez Cruz, también protagonista de esta cinta, junto a las coreografías de la bailarina Sol Picó. Y es que todo lo que crea esta mujer es bueno. Ya lo demostró en la BSO de Blancanieves de Pablo Berger, con la que ganó el Goya en 2013 a Mejor canción original por el tema No te puedo encontrar. La artista, que debuta como actriz interpretando a Sonia, muestra en cada paso y cada mirada de su actuación una mezcla de valentía, fuerza y humildad. A su personaje, le pase lo que le pase, nunca le falta esa dulce sonrisa. Le acompaña el gran trabajo de Iván Massagué (El barco), como su marido Dani, quien es capaz de vender por la calle para conseguir algo de dinero; o el de los padres de Sonia, interpretados por Adriana Ozores (No lo llames amor, llámalo X) y Manuel Morón (Celda 211), quienes pueden ser los siguientes en verse en una situación de casa embargada.
Además, en esta película no se ve solamente la situación de esta familia, sino que incluso se muestra cómo llevan a cabo todo esto otros personajes muy diferentes: un trabajador del banco, que es Oriol Vila (Perdona si te llamo amor); la fría directora del mismo, que es Victòria Pagès (¡Atraco!); uno de los policías que se dedica a sacar a la gente de sus casas, encarnado por Ivan Benet (Ventdelplà), o el amigo de toda la vida de la familia, encarnado por el gran Lluís Homar (Mi familia italiana). A todos ellos también los veremos cantar. Son diferentes perspectivas con las que analizar el sentimiento de ayuda y de culpabilidad (o no) de cada uno, que harán que el espectador se involucre totalmente en la historia durante la hora y media de película, saliendo de ella como si una jarra de agua fría le hubiese caído encima de la butaca.
Frustración, engaño, agobio, lucha, miedo y un ápice de esperanza son los temas que se tratan en el largometraje y que hacen reflexionar sobre lo que ahí fuera, cerca de tu casa o en la tuya propia, está pasando.
Esta película autofinanciada a través del crowdfunding muestra que, con grandes ideas, el cine español de calidad va sumando cada día más fuerza en nuestra filmografía. Pero nos quedamos con un mensaje claro: los sentimientos no pagan facturas, pero sí que nos hacen vivir en un mundo mejor, tranquilos, con libertad, felicidad y con la gente que realmente nos quiere, más que un simple papel por el que todos luchan, se pelean y traen casos terribles como este.
LO MEJOR:
- Es una idea arriesgada.
- Su unión de la música y el cine.
- Las interpretaciones con diferentes puntos de vista.
- La banda sonora de Silvia Pérez.
- Que logre concienciar.
LO PEOR:
- La dureza de su historia.
- No reflexionar sobre lo que ves.
María Páez