Los ochenteros y noventeros que disfrutamos de Dragon Ball (millor en català) también tenemos unos abuelos que tienden a conservar una antigua colección enciclopédica universal en casa, llena de datos ordenados alfabéticamente. Aquella a la que tus abuelos acudían para dar respuesta a tus dudas de pequeño y de joven, y a la que siguen acudiendo de vez en cuando, buscando algún dato que les resulta curioso. Con la evolución del World Wide Web, Larousse y compañía le perdieron la partida a Wikipedia como lugar de consulta, dejando aquellas enciclopedias como piezas de museo propensas a coger polvo. Diabolo Ediciones nos trae nostalgia por partida doble: por una parte, nos trae un libro de formato cercano a la enciclopedia, pero mucho más visual y carente de estructura alfabética y, por otra (aquí viene lo bueno) nos trae Dragon Ball; ¡Luz, fuego, destrucción! La gran aventura de Dragon Ball (I). Miguel Martínez y Néstor Rubio, autores de otras obras de no ficción como ¡A metamorfosearse!, nos traen un recopilatorio que en este primer volumen repasa desde el comienzo del manga hasta el final del anime de Dragon Ball Z, hablando también de las OVAs que corresponden a ese momento de la serie. ¡Ah! También hablan de aquella horrible peli con personajes reales, pero mejor olvidemos que forma parte del universo Dragon Ball.

Este primer tomo de los dos que habrá está dividido en dos partes. La primera de sus partes está dedicada a asentar los cimientos del manga, en qué medios y cómo apareció por primera vez el pequeño Son Goku, el revuelo que generó un manga modesto que esperaba ser muy breve. También nos cuenta cómo, al igual que todo manga de éxito, fue adaptado a anime, en qué años llegó a nuestro país, sus doblajes y un largo etcétera que nos permite saber más de una serie que marcó muchas infancias, tirando kamehamehás (u ondas vitales, cada uno con su doblaje) en el patio del colegio. La segunda parte está dedicada a dar un repaso a las sagas que forman Dragon Ball y Dragon Ball Z. En ellas se habla de su contenido, del número de capítulos, y otras tantas cosas que nos permiten ubicarnos con la serie, la hayamos visto o no. Uno de los aspectos más destacables de esta segunda parte es la adición de cápsulas de información, pequeños recuadros que cuentan curiosidades sobre la serie, como por ejemplo que una de las sagas tiene muchos paralelismos con Terminator. Estas cápsulas hacían referencia a aquellas que Bulma le cogía a su padre de la Capsule Corp. y que escondían dentro coches, aviones y más, y la verdad es que hemos echado de menos tener otras tantas, pues su contenido era realmente curioso.

Un libro que, como decíamos, apela a nuestra nostalgia, y a revivir las historias que nos acompañaron al crecer. Lo mejor son probablemente sus vistosas imágenes, siempre a color, que pueblan el volumen, y del que sabemos que en su segunda parte cambiarán contenidos, hablando de GT, Super, más películas y aquello que rodea a su universo, como los videojuegos. Si queréis volver al mejor Dragon Ball, ahora que Super está dejando mucho que desear, tenéis aquí un libro que puede o bien leerse de principio a fin, o como una enciclopedia. Nostalgia en papel.

Eloy Rojano