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BIBLIOTECA: A PROPÓSITO DE BATMAN, DE ANTONIO RUNA

Dentro de un par de semanas cumple ochenta y un años desde que vio por primera vez la luz. Qué mejor forma para adentrarse de nuevo en su mundo, allí donde justicieros, aliados frágiles y la mejor galería de villanos de la historia del cómic conviven entre las páginas de historias memorables. Hablamos, claro, del Caballero Oscuro, de quien recientemente Héroes del Papel ha publicado ‘A propósito de Batman’, un estudio del personaje, su entorno, sus características y sus motivaciones, a manos de Antonio Runa, a quien muchos de ustedes reconocerán como el director del podcast La órbita de Endor. ¿Por qué hay que leer este libro? Bien, a eso vamos.

Batman iba en la sangre

Primero, porque Antonio reconoce en Batman a su personaje favorito, y las cosas que se cuentan desde el cariño suelen merecer ser escuchadas. En ‘A propósito de Batman’ no vamos a encontrar la clásica explicación de cómo se crea Batman y quiénes son sus enemigos porque, hombre, a estas alturas ya sabemos quién es el Joker. Se empezará, eso sí, conociendo los orígenes del personaje, con esa idea de Bob Kane, surgiendo el hombre murciélago a la medida de Superman ante la necesidad de crear otro superhéroe para aprovechar el tirón del tipo que vino de Kriptón. Es decir, todo lo que había antes de esas perlas rebotando contra el suelo previamente arrancadas del cuello de Martha Wayne.

Se nos habla también de Thomas, su padre, que de una u otra manera fue un primer Batman en más de un sentido. Y que ni decir tiene que si sus padres no hubieran muerto aquella noche en el Crime Alley, y en lugar de eso hubieran envejecido tranquilamente viendo crecer a sus futuribles nietos, Bruce Wayne hubiera sido Batman igualmente, aunque de otra forma: el libro sostiene que hubiera crecido rodeado de una familia y su fortuna, pero que habría estudiado algo que le permitiera mejorar la vida de los demás y proteger así a los débiles. Batman no es sólo una capa, una máscara y unos cuantos artefactos arrojadizos. Y eso los Wayne lo tenían en la sangre.

Otro de los temas que encontraremos en ‘A propósito de Batman’ es un análisis de los motivos que llevan al personaje a actuar como actúa. ¿De dónde viene la obsesión de Bruce, a medio camino entre la justicia y la venganza? La respuesta no se encuentra sólo al reparar en el hecho difícilmente olvidable de que alguien le privó de sus padres para siempre. Hay algo más. No es la venganza lo único que guía sus pasos: Bruce trata de lograr que nadie vuelva a pasar por su situación. La obsesión por mejorar el mundo viene impresa en el carnet de los que llevan ese apellido.

¿Hacia dónde va Batman?

Antonio Runa avanza por su libro citando algunos de los títulos más memorables del cómic, así como películas y videojuegos o a los guionistas y dibujantes que han hecho grande al personaje, de donde no se escapan los enormes Alan Moore o Frank Miller. En un principio, sus creadores quisieron que Batman se situase moralmente más cerca de Superman que de The Shadow o The Phantom (dos de los personajes que inspiraron la creación del personaje), por lo que deciden una cosa: Batman no matará. Y así hasta hoy. Algo que lleva a la pregunta de ¿a cuánta gente hubiera salvado la vida de matar a tipos como Joker hace tiempo?

 Antonio Runa resuelve esa y otras cuestiones que entran prácticamente en el terreno de la filosofía. Se pregunta también cómo sería Batman en la vida real (para lo que analiza el trabajo de Christopher Nolan en su saga), qué le depara el futuro al personaje y su posible final (si bien a pocos nos encajaría verle despedirse de este mundo postrado en una cama, en lugar de caer en combate). Para esa posible conclusión, Antonio relata como merece la historia que se cuenta en ‘Some of these days’, de Tom King. Un contenido que por descontado no seremos nosotros quienes revelemos. Merece la pena.

Pablo Núñez Noriega

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Walter Murch tiene la teoría de que la felicidad es dedicarse a lo que te gustaba con diez años, y yo tengo un problema porque en mi caso no recuerdo con exactitud de qué se trataba. Mientras tanto, hablo por la radio y escribo en sitios. No confirmo que fuera lo que me gustaba con diez años pero tampoco lo descarto.