Esta entrada contiene spoilers. No la leáis si no habéis visto la sexta temporada entera.

El domingo dimos carpetazo a la sexta temporada de Juego de tronos, la cual nos ha dejado grandes momentos que comentaremos durante todo el verano, así como durante el largo y frío invierno. Comienza a cerrarse el círculo, las hipótesis se hacen imagen (casi todas se han desvelado en esta temporada) e incluso hemos descubierto algún que otro secreto que nos ha roto el corazón. 

Pero, como en todas las temporadas, no todo ha sido malo: los dos últimos episodios nos han hecho sonreír, de pura maldad, a más de uno, sobre todo en el episodio 9, el conocido como La Batalla de Bastardos. En este episodio, pudimos ver el fin de uno de los personajes más detestables de estos 60 capítulos: Ramsay Bolton.

No podemos evitar que nos gusten los malos

Si bien es cierto que esta serie está plagada de canallas que le ponen la zancadilla, una y otra vez, a nuestros personajes favoritos, la maldad, la saña y el disfrute que todo ello le provocaba al pequeño Bolton lo convertía en la sanguijuela más odiosa de los Siete Reinos. Pero no ha sido el único al que hemos querido ver muerto y sufriendo durante el proceso, pues, en las cuatro primeras temporadas, el objetivo de nuestro odio era el rey Joffrey Baratheon, hijo de Cersei Lannister y Baratheon/Jaime Lannister.

Sin embargo, hay algo con lo que no hemos podido lidiar. Tras la muerte del pequeño Joffrey, todos saltamos, reímos y pasamos a otro tema. Quedaba mucha temporada (Joffrey es asesinado en el 4×04, La Boda Púrpura) y no teníamos ningún interés en velar a ese granuja, culpable de la muerte de nuestro querido Ned Stark. Pero la muerte de Ramsay ha dejado un gran vacío con el que será difícil continuar.

¿Por qué echaremos de menos a Ramsay Bolton?

No es algo fácil de explicar. Estamos hablando de un ser despreciable que torturó a Theon Greyjoy hasta el punto de caparlo y bromear con una salchicha en sus narices. El mismo que decidió echar a su hermanastro recién nacido a sus perros hambrientos, para que lo devorasen. Sin olvidarnos de la noche de bodas, y las que le sucedieron a esta, que le hizo pasar a Sansa Stark (la cual estuvo a punto de casarse con Joffrey y finalmente lo hizo con Ramsay).

Es el actor que da vida a Ramsay Bolton el que ha cargado de intensidad a su personaje. El carisma que desprende Iwan Rheon está a años luz del niño malcriado al que interpretaba Jack Gleeson. No pretendemos justificar al sádico Bolton, pero entendemos que, tras haber sido durante años un paria, un Snow que no pertenecía a ninguna casa, que no tenía derechos ni se merecía respeto, algunas mentes puedan sufrir cierto estrago, como en este caso. Es cierto que hay muchos bastardos en la serie y ninguno de ellos llega al grado de locura de este, pero estamos hablando del hijo bastardo del mismísimo asesino de Robert Stark.

Joffrey Baratheon frente a Ramsay Bolton

Mientras Joffrey era un mimoso caprichoso que solo quería el sufrimiento para sus contrincantes por pura diversión, entendemos que Ramsay ha sido un hijo de sus circunstancias que pretende hacer sufrir tanto o más de lo que ha sufrido él con el rechazo. No vamos a negar que ambos son personajes con ciertos trastornos mentales a los que querríamos muy lejos de nuestras vidas, pero echaremos de menos a Iwan Rheon. Sus interpretaciones están muy por encima de las de Gleeson. Destacan los matices que nos brindó en La Batalla de Bastardos, donde con pequeños cambios en sus facciones mudaba totalmente el gesto, y esa capacidad suya  para resultar indeseable, a pesar de ser un actor con una gran cantidad de fans. Además, cuenta con la enorme capacidad de sorprendernos, pues nunca sabíamos cuál sería la siguiente vuelta de tuerca a su sadismo extremo.

A todos nos gustan los personajes malvados, pues son impredecibles, y en ellos reside la adrenalina de la historia (¿quién no ha disfrutado con ese sorbo de vino de Cersei, tras acabar con medio Desembarco del Rey?). A unos los queremos ver morir con mucho dolor; a otros los necesitamos para nuestra propia emoción y diversión. Pero lo que está claro es que no podemos vivir sin villanos, y Ramsay Bolton se ha ganado un puesto en este podio de la maldad. ¿Quién creéis que nos hará sufrir en la séptima temporada? Para no echarle demasiado de menos, os dejamos con una de sus mejores escenas.

Lorena Rodríguez