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9 GRANDES MOMENTOS DE EUROVISIÓN 2019

Tan pronto como llegó, se fue. Netta Barzilai ha cedido su trono a Duncan Laurence y Eurovisión 2019 ya es historia. Tras tres noches de memes, WTFs, música, espectáculo y diversión, las delegaciones de cada país hoy hacen balance de los resultados y comienzan a trabajar en la próxima edición. La que acaba de terminar nos ha dejado grandes momentos para la historia televisiva, de los que destacamos estos nueve:

Países Bajos gana y Eurovisión vuelve a Centroeuropa

Era el favorito y cumplió los pronósticos: Duncan Laurence pasa a formar parte de la historia eurovisiva y vuelve a demostrar que lo mejor que puedes hacer si te presentas a Eurovisión es llevar algo radicalmente opuesto a lo que haya ganado el año anterior. Arcade era uno de los temas más pegadizos de la noche y se llevó la victoria final pese a no ser el favorito del jurado (3ª posición) ni del público (2ª posición). La media de votos de ambas le aupó al primer puesto por encima de Italia y Rusia, que completaron el pódium de la noche.

Como curiosidad, Duncan pasa a formar parte de la escasa lista de ganadores LGBT del festival, habiéndose declarado bisexual en una rueda de prensa hace pocas semanas. Pese a que Eurovisión es un festival con mucho fandom LGBT, la inmensa mayoría de sus ganadores han sido heterosexuales. 

Madonna, gran flop de la noche

Eurovisión no necesitaba a Madonna ni a ninguna estrella internacional y anoche quedó demostrado. La Ciccone recicló su actuación de la pasada gala del MET para cantar Like a prayer fuerísima de tono y presentarnos Future, su nuevo single, en una performance en la que dos bailarines con las banderas de Israel y Palestina se daban la mano. Mucho menos efectivo que lo que hicieron los participantes islandeses.

Islandia: El odio prevalecerá

Iceland Palestine - El Palomitrón

Los islandeses Hatari revolucionaron el festival con su canción antifascista Hatrið mun sigra (el odio prevalecerá), con la que han quedado en un buen 10º puesto. La banda techno punk demuestra que cualquier estilo puede funcionar en Eurovisión si el tema es bueno y la puesta en escena acompaña. 

Hatari aprovechó el momento de máxima audiencia del festival, el recuento de votos, para mostrar su solidaridad con el pueblo palestino por la ocupación israelí, protagonizando uno de los momentos más épicos de la noche y recibiendo una fuerte pitada por parte del público asistente a la final. 

Noruega, queens of televoto

Una de las grandes sorpresas de la noche fue la victoria de Noruega en el televoto, por encima de todos los grandes favoritos. El trío KEiiNO renovó el concepto eurovisivo con Spirit in the sky, que tiene todos los elementos que, bien conjugados, pueden llevarte a lo más alto del festival: música bailable, buena interpretación vocal, estrofas en lengua oficial (sami, en este caso) y artificios escénicos. 

Durante el pase del viernes noche para el jurado europeo, Noruega sufrió un fallo de realización y pidieron repetir la actuación. La organización se lo negó y acabaron en el puesto 17º para el jurado. Gracias a ser los favoritos para los espectadores, acabaron en un meritorio 5º puesto global.

Miki, de la conga al ostracismo

Sabíamos que España tenía más opciones en televoto que en las puntuaciones del jurado, pero nunca sospechamos que La venda iba a ser la canción menos votada por los jurados europeos. Mientras Miki actuaba sobre el escenario, sus contrincantes formaban una gran conga en la Green room:

España hubiera quedado en el puesto 14º si solo se hubieran tenido en cuenta los votos del público. El catalán salió perjudicado del sistema de puntos actual, pues fue la opción nº 11 o nº 12 para 10 países, quedándose a uno o dos peldaños de rascar votos en esos casos. 

Bielorrusia, el arte de lo random

Cuando los jurados de cada país se ponían de acuerdo en votar en bloque a Italia, Rusia, Australia, Macedonia del Norte o Países Bajos, llegan los bielorrusos y nos regalan las puntuaciones más aleatorias de la noche:

Eurovisión 2019 Bielorrusia - El Palomitrón

La república ex soviética alegró la noche a la parte baja de la tabla, entre ellos a Miki con esos 6 puntos que nos sacaron del vergonzoso cero points en el que nos encontrábamos hasta ese momento. 

Macedonia del Norte, dark horse de la edición

Para despistados: Macedonia del Norte sigue siendo la Macedonia de siempre, con sus peras, sus manzanas, etc. pero mejor consultáis la entrada de Wikipedia que explica su cambio de nombre y nosotros seguimos a lo nuestro: cada año hay un país con el que casi nadie cuenta en las apuestas pero que acaba en puestos altos. Si el año pasado fue Austria, este le ha tocado a la intérprete macedonia Tamara Todevksa, segunda opción para el jurado y en un fantástico 8º puesto final con su balada de empoderamiento femenino Proud:

Australia, fantasía lírica espacial

La elección de Kate Miller-Heidke en la preselección australiana fue algo polémica porque había otras propuestas que gustaban bastante y no se terminaba de ver a la cantante lírica haciendo un buen papel en Eurovisión. Todas las dudas se disiparon cuando presentó su puesta en escena definitiva: una locura audiovisual en la que, montada en una pértiga y vestida a medio camino entre Elsa de Frozen y la virgen de la Macarena, sobrevuela el espacio mientras hace gorgoritos. Europa entera y parte de Asia te dan las gracias, Kate.

Conchita y Eleni, reinas de Europa

Eurovisión 2018 lo ganó Netta, pero no hay victoria más épica que el reinado de Eleni Foureira entre el público eurofan. Eleni y Conchita Wurst volvieron a Eurovisión para interpretar temas míticos del festival y demostraron una vez más por qué forman parte de la historia eurovisiva. Estas son el tipo de actuaciones que queremos ver en el intermedio y no la de Madonna

Fon López

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He crecido viendo a Pamela Anderson correr a cámara lenta por la arena de California, a una Carmen Maura transexual pidiendo que le rieguen en mitad de la calle, a Raquel Meroño haciendo de adolescente con 30 años, a Divine comiendo excrementos y a las gemelas Olsen como icono de adorabilidad. Mezcla este combo de referencias culturales en una coctelera y te harás una idea de por qué estoy aquí. O todo lo contrario.