ANTECEDENTES

En 2005 cayó la máscara de Enric Marco. Después de tres décadas engañando a propios y ajenos, y de haber llegado a presidir una de las principales asociaciones de víctimas españolas del Holocausto, salió a la luz que en realidad nunca había estado en un campo de concentración. En 2009 se hizo un documental al respecto, Ich Bin Enric Marco, y en 2014 Javier Cercas publicó la novela El impostor sobre este mismo caso. Ahora les toca el turno de dar su versión a Jon Garaño, Aitor Arregi y José Mari Goenaga (La trinchera infinita, Cristóbal Balenciaga).

Desde que se desató el escándalo hace dieciocho años, al trío Moriarti le interesaba contar la historia de este personaje singular, con el que llegaron a entrevistarse en 2011. En un principio la película iba a ser un documental, pero el proyecto ha ido evolucionando hasta convertirse en Marco. Con Arregi y Garaño en la dirección, y Goenaga en el guion junto a ellos y Jorge Gil Munarriz, los cineastas vascos han dado el salto al panorama internacional de festivales. Marco se presentó en la sección Orizzonti de Venecia, y ayer mismo clausuraba las Perlas del 72 SSIFF. El 8 de noviembre llega a salas.

LA PELÍCULA

La de Marco es una historia increíble, de esas en las que la realidad supera la ficción. Arregi y Garaño juegan con esa premisa para trazar el estudio de un personaje que se construyó a sí mismo en torno a la mentira (pues como iremos descubriendo, era reincidente). Seguimos la vida de un hombre que, como presidente de la asociación de deportados, iba a centros educativos y otras instituciones a dar charlas, a reuniones o conmemoraciones en campos de concentración aunque no se tratase de Flossenbürg donde según él había estado, pues gracias a su facilidad de palabra se las ingeniaba para ser siempre una de las cabezas visibles, el máximo exponente y referente de una causa que hizo pasar por la suya. La película y su protagonista Eduard Fernández plasman a la perfección la sed de fama de Enric Marco, el afán de estar continuamente en el candelero. Lo veremos llegar a dar un discurso en el Congreso de los Diputados, incurrir en falsificación documental con tal de seguir manteniendo el engaño, e incluso después de que se destapase el pastel, cómo continuó rodando por los medios de comunicación y dando entrevistas. Marco expone los límites a los que puede llegar el ser humano, presentándonos a un farsante con mayúsculas que tenía a todo el mundo en el bolsillo. Porque ¿a quién se le iba a ocurrir que alguien pudiera inventarse algo así? Asistir a la sinvergüencería desmedida de Enric se convierte en una experiencia de lo más interesante y atrapante para el espectador, diríamos que hasta divertida conociendo de antemano el desenlace de la historia.

Comentábamos más arriba que los planes iniciales eran que Marco fuera un documental y encontramos algo de esto en su forma. En la película prima una puesta en escena sobria, sin artificios, pero Arregi y Garaño también dan cabida a reconstrucciones de algunas de las apariciones públicas de Enric Marco. Asimismo logran algunos movimientos de cámara de lo más contundentes para subrayar puntualmente la narrativa mediante el lenguaje visual. Como acompañamiento, el apartado musical está a cargo de otro peso pesado del cine vasco, Aranzazu Calleja.

ELLAS Y ELLOS

El hombre de las mil caras tiene una más. Eduard Fernández está pletórico como Marco y vuelve a demostrar que es un camaleón. Amén de los 20 kilos que subió en su compromiso con el papel, el trabajo de caracterización es soberbio (también al reflejar el paso de los años) y reta al espectador a hacer un esfuerzo constante para conseguir ver y creer que el actor está bajo el maquillaje y el característico bigote. Su interpretación por supuesto no se queda a la zaga. Tratándose de un biopic el realismo viene relativamente exigido, pero lo de Eduard Fernández es otro nivel. Su Marco hace que te olvides de que lo que estás viendo es una película, parece un señor que te podrías encontrar por la calle un día cualquiera. Será un must en la temporada de premios.

El resto del reparto funciona muy bien, destacando Nathalie Poza en relevancia como la mujer de Enric. Un personaje interesante y cuyo punto de vista suscita curiosidad. Pese a tener un momento bastante potente en la cinta, nos hemos quedado con ganas de ver más de cerca el impacto del escándalo en el ámbito familiar.

LA SORPRESA

La historia de Enric Marco en sí misma es de lo más sorprendente, pero una de las primeras cosas que llaman la atención en Marco es su apertura con una claqueta. Toda una declaración de intenciones por parte de los directores que, en consonancia con la picaresca de “verdad inventada” que nos es narrada, tienen a bien recordar en los rótulos finales que no estamos frente a un documental sino una película, y que por consiguiente también es hasta cierto punto una fabulación.

LA SECUENCIA/ EL MOMENTO

Cuando por fin se desmonta la mentira. Conociendo la historia o anticipando hacia dónde va a ir, sin duda ese es el momento que más expectación crea.

TE GUSTARÁ SI…

Si disfrutas con los thrillers en general, y los basados en hechos reales en particular.

LO MEJOR

• Eduard Fernández, apunta al Goya.
• Una dirección muy sólida y con un ritmo que funciona como un tiro.
• Que Arregi y Garaño sigan rescatando episodios de nuestra historia.

LO PEOR

• Puestos a pedir un poco más de fabulación, nos hubiera gustado tener más del personaje de Nathalie Poza.

Aitziber Polo