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70 SSIFF: CRÍTICA: LA CONSAGRACIÓN DE LA PRIMAVERA

ANTECEDENTES

Fernando Franco no es nuevo en esto del cine. Así lo demuestra la impecable elección de los dos actores principales de su nueva película, La Consagración de la Primavera. Valeria Sorolla y Telmo Irureta dotan de naturalidad y sensibilidad a una película que se estrenó el pasado miércoles en el Festival de San Sebastián consiguiendo una gran ovación y dando la sensación de ser una de las revelaciones del año. Desde luego, desde su estreno se convirtió en una de las claras candidatas a la Concha de Oro, aunque al final no le fuera posible hacerse con el gran galardón.

LA PELÍCULA

Al igual que Suro, La Consagración de la Primavera comienza con una escena en la que su protagonista, Valeria Sorolla, se encuentra de fiesta. Tras unos breves minutos, Sorolla se topa casualmente con Telmo, un joven que no puede andar a causa de una grave enfermedad. A partir de ahí, una relación única entre ellos cambiará la vida del personaje de Sorolla para siempre.

Es cierto que el tipo de películas que tratan asuntos tan dramáticos tienen el riesgo de transitar caminos ya transitados y de resultar aleccionadoras, pero La Consagración de la Primavera, acertadamente, decide huir de todo eso y centrarse en un asunto tabú en nuestra sociedad: las necesidades sexuales de las personas con graves discapacidades. Así las cosas, la película opta por exponer sin juzgar y por narrarlo con total sinceridad.

Si algo es de valorar en esta película es, precisamente, la sinceridad, además de su sencillez. En cualquier caso, se trata de una sencillez aparente, ya que el tema que trata y todas las connotaciones que tiene son profundas. La forma más eficaz de contar algo es, precisamente, desde los sentimientos, y La Consagración de la Primavera logra emocionar desde su sensibilidad, además de replantearnos numerosos asuntos. Objetivo logrado.

ELLAS/ELLOS

Valeria Sorolla realiza una interpretación soberbia y empática que debería valerle más de un premio. Es complicado lograr ese nivel de complicidad, pero ambos actores (Sorolla e Irureta) se complementan a la perfección, dando la sensación de que todo lo que vemos en pantalla es real y sentido. Ambos son grandes descubrimientos que irrumpen con fuerza. No nos queda más que felicitar a ambos.

LA SORPRESA

La gran sorpresa es la relación que entablan ambos y la forma en la que se desarrolla, que no dejará a nadie indiferente.

LA SECUENCIA/EL MOMENTO

La secuencia final es reveladora. No podemos hablar sobre ella, pero al verla recordarán estas palabras.

LO MEJOR

  • Valeria Sorolla y Telmo Irureta.
  • El sentido del humor.
  • La sinceridad que transmite.
  • Su final.

Jorge G. Leguina

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