ANTECEDENTES

Tras ganar el prestigioso León de Oro con su ópera prima, Desde Allá, Lorenzo Vigas ha estado 6 años sin dirigir una película. Él lo achaca a la presión que ganar el máximo premio del Festival de Venecia acarrea en un director debutante, que siente la necesidad de hacer otra película que esté a la altura de las expectativas. 

En el 2019 comenzó el rodaje de La Caja, desarrollado en Chihuahua (México), dónde tuvieron que tomar medidas para garantizar la seguridad del equipo. Su estreno fue pospuesto hasta el Festival de Venecia de 2021 por el covid. En su paso por el festival, cosechó críticas muy positivas, aunque no formó parte del palmarés.

LA PELÍCULA

La Caja es una de esas películas que no se ven habitualmente. Con un ritmo pausado y una clara voluntad de estilo, Vigas tiene claro qué quiere contarnos y cómo quiere hacerlo. Los planos invitan a la reflexión y las conversaciones entre los personajes se reducen a lo estrictamente necesario, aunque contiene alguna que otra escena en la que su diálogo se convierte en verdaderamente importante. En La Caja, se narra la historia de un joven en una misión para recolectar lo que él cree que son los restos de su padre. Este joven terminará absorbido por la parte más vulnerable de la industria migrante en México.

Su forma de narrar la historia de este huérfano es absolutamente visual, prescindiendo de florituras o de conversaciones innecesarias. Puede que está forma de contar las cosas aburra al espectador, ya que resulta excesivamente lenta. Es entendible que muchos de sus planos necesiten ser silenciosos e inviten a la reflexión, pero no todos deben hacerlo. No todas las conversaciones y situaciones que pueden interesar al espectador deben ser sacrificadas en virtud de crear una obra perfeccionista en la que no sobre una palabra y en la que todo lo que se narre sea de forma visual.

La capacidad de Vigas de hacer buen cine es innegociable, pero se echa en falta algo que atraiga al espectador, algo que haga que no desconectes de la pantalla. Lo que se narra es interesante, pero durante una larga hora es complicado involucrarse en la trama y empatizar con su joven protagonista. Para amar una película, se debe disfrutar de ella, y a La Caja le cuesta seducir al espectador.

ELLOS Y ELLAS

El joven actor principal, Hatzin Oscar Navarrete, es una de las revelaciones del año. Su interpretación, siendo un joven sin experiencia en el mundo del cine, deja boquiabierto a cualquiera. Encarna el alma de su personaje a la perfección, siendo él el que dota a su personaje de vida y corazón. Un debut más que prometedor.

Por otro lado, Hernán Mendoza no se queda atrás en la interpretación de un hombre rudo con un carácter poco amigable. Su personaje conseguirá ser odiado por el público, y ese es el mejor de los piropos que se le puede hacer a su actor. Da la sensación de que Vigas ha elegido concienzudamente a sus dos protagonistas.

LA SORPRESA

La verdadera sorpresa de la película es la evolución que experimenta su personaje principal a lo largo de ella, lo cual lleva a cuestionarnos cómo acabará.

LA SECUENCIA/ EL MOMENTO

Uno de los momentos más memorables de esta película es la conversación entre los dos protagonistas en la que hablan sobre las mentiras. En esa secuencia, todos los espectadores se sorprenderán con la respuesta del chico.

TE GUSTARÁ SI…

Si te gustan esas películas que se toman su tiempo para contar las cosas. Esa clase de películas que tienen una belleza y un valor incalculables, pero que son narradas de forma pausada.

LO MEJOR

• La evolución del personaje principal.
• Lo visual que es la película.
• La original propuesta.
• Las interpretaciones de los dos protagonistas..

LO PEOR

• Su excesivamente pausado ritmo.
• La ausencia de más diálogos que den pie a que el espectador disfrute con la película.

Jorge Gutiérrez Leguina