En el día de ayer se proyectaron los últimos 7 cortometrajes a concurso del Festival de Tarazona. El público abarrotó el Teatro de Bellas Artes de Tarazona, que desde el pasado domingo proyecta los cortometrajes que compiten por ser los homenajeados en la gala de esta noche. Y ya son 20 años proyectando cortometrajes que no dejan a nadie indiferente. Lejos de abandonar esa esencia de festival fresco y amigable que caracteriza al Festival de Tarazona, continúa presentándonos cortometrajes ante los que es difícil aguantar la risa. Y, pensándolo bien, ¿qué más se le puede pedir a un festival de cine cómico?

La programación de cada día cuenta con una variedad de cortometrajes con un corte distinto, buscando un complicado equilibrio que sacie al espectador y le deje con ganas de regresar a una nueva sesión de cortometrajes de lo más variopintos. Este viernes, el festival consiguió alcanzar ese complejo equilibrio, programando dos cortometrajes dirigidos por Xabi Vitoria, habitual director del festival que siempre consigue ser del agrado del público, además de alguna apuesta con un tono distinto como Esto no es Noruega o Madreselva, que cuenta con un segundo acto prodigioso. Más allá de estos cortometrajes, el también habitual director Martín Cuervo presentó, en sus propias palabras, “un cortometraje que ha realizado para volver al Festival de Tarazona”, cuyo título es La Cremallera. Santa hostia y Teodoro, otros dos cortometrajes cómicos arriesgados, también formaron parte de la programación de este viernes.

En palabras del propio público, la tarde fue “inolvidable” y “hacía años que no se veía un nivel así”. Quizás lo que más se haya valorado, como se ha comentado anteriormente, es lo acertada que resulta la programación por su logrado equilibrio entre propuestas más que interesantes. Repasando los distintos cortometrajes presentados este viernes en Tarazona en orden de presentación, El Trato, primer cortometraje de la tarde, dirigido por Xabi Vitoria e interpretado por los incombustibles Gorka Aguinagalde e Iñigo Salinero, denuncia la situación del alquiler en nuestro país de forma irónica y efectiva. Es un corto pequeño y evidente, pero consigue arrancar alguna que otra sonrisa.

Por su parte, el segundo cortometraje proyectado, Santa hostia, dirigido por Alberto Oliva Vilches, trata sobre unas monjas que sufren un percance con el mismo Jesucristo. Este irreverente cortometraje cuenta con momentos de verdadera inteligencia que hacen reír al espectador, aunque no acaba de ser rematado con la misma solvencia que presenta en sus primeros minutos.

Madreselva, tercer cortometraje de la tarde, se divide en tres actos. El tercero de ellos se abraza a lo dramático y quizás puede resultar algo confuso o impostado, aunque se compensa con un primer acto más que correcto y un segundo capítulo brillante. En él, la tensión y la comedia alcanzan un punto álgido en el que es imposible parar de reír y apartar la mirada de la pantalla. Dirigido por Nata Moreno, las interpretaciones del reconocido Luis Tosar, Marina Salas, Vito Sanz y Estefanía de los Santos lo bordan. Un cortometraje más que interesante que merece la pena ser visto.

La Cremallera, por su parte, supone la vuelta a Tarazona de Martín Cuervo, director que ha realizado películas interesantísimas como Con quién viajas, interpretada por Salva Reina. Martín Cuervo tenía ganas de volver a Tarazona, así lo dijo ante el público que se congregó en el Teatro de Bellas Artes, y para ello realizó el cortometraje La Cremallera, un proyecto muy sencillo que consigue arrancar alguna sonrisa sobre una mujer a la que no le baja la cremallera de su vestido. La interpretación de Paloma López merece la pena.

Teodoro, por su parte, es un cortometraje dirigido por Esteban Roel interpretado por Magdalena Broto, Mónica Villacreses, Elena Lombao y Luis Cao. En Teodoro, la mañana siguiente de San Valentín, Sole es arrestada en su casa acusada por el presunto abuso sexual hacia Teodoro, su oso de peluche. Graciela, su asistenta y amiga, es quien le ha denunciado. El cortometraje, aún con altibajos, cuenta con momentos hilarantes. A destacar las interpretaciones de Elena Lombao y Luis Cao, dos policías tronchantes.

El penúltimo corto de la tarde, Esto no es Noruega, cuenta con un punto de partida interesante: dos hermanos tratarán de cumplir la última voluntad de su padre recientemente fallecido: tener un funeral vikingo. Dirigido por Alicia Albares y Paco Cavero, el cortometraje reflexiona sobre la unidad familiar. Es un cortometraje un tanto desigual, pero con algún que otro momento reseñable.

El Parto, dirigido también por Xabi Vitoria e interpretado por Ylenia Baglietto, Lander Otaola y Álex Cano, es un cortometraje cómico que hizo vibrar al público de Tarazona. El cortometraje narra un parto de lo más divertido. Acierta en el tono y es efectivo en los momentos clave, por lo que no debe pasar desapercibido. De acuerdo con lo que comentó Xabi Vitoria, todo lo que sucede en el cortometraje se construye a partir de las vivencias que él conoce de partos.

Todos estos cortometrajes han formado parte del menú que el Festival de Tarazona nos preparó para este viernes. Tendremos que esperar a esta noche para saber si alguno de ellos se cuela en el palmarés de esta edición. Lo podréis comprobar en El Palomitrón.