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THE HEAD 2: AHORA EN EL MAR. REVIEW Y ENTREVISTAS

Cuando en 2020 The Mediapro Studio estrenó la gratificante The Head la sensación fue un poco agridulce, dada la gran calidad de la serie pero la previsible escasa repercusión a corto plazo al no ser estrenada en una de las plataformas reinas del streaming. Para esta segunda temporada la limitación ha sido corregida, y tras la buena recepción que tuvo la serie en diferentes mercados en los meses sucesivos, The Head vuelve pero con HBO Max como partner, lo que sí asegura una llegada masiva a los hogares de medio planeta. Y no sólo eso, porque llegar del brazo de HBO Max también es un aval de la calidad de la serie, pues hablamos de una plataforma que sigue manteniendo intacto su sello de calidad, frente a otros actores de la competencia que claramente han preferido dar prioridad a la cantidad frente a la calidad.

Pese a que en España inicialmente la serie no tuvo mucha visibilidad, lo cierto es que The Head fue convenciendo en los mercados extranjeros, y en Países como Francia o Japón su éxito fue incontestable, y decisivo también para que HBO Max decidiese adquirirla en Estados Unidos y sudamérica, con también muy buenos resultados. «Después del éxito que tuvo la primera temporada en HBO Max USA lo orgánico era que HBO Max España apostase por ella, y yo estoy muy contento por la libertad creativa que se me ha concedido desde el principio, y que ha sido clave para articular una segunda temporada que ampliase una historia autoconclusiva como era su primera parte. Además, así podremos superar esa sensación agridulce que me embargaba cuando veíamos que en el extranjero The Head era muy conocida pero aquí en España, muy poca gente la había visto o sabía de su existencia», apunta Jorge Dorado, director de nuevo de la serie.

Cambio de escenario, pero fórmula intacta

Si hay algo que está fuera de dudas es que The Head se mantiene en esta segunda temporada extremadamente fiel a los pilares que cimentaron su éxito en la primera temporada. La acción de esta segunda tanda de seis episodios se traslada del ártico a un barco en alta mar, a medio camino entre carguero y nave laboratorio. La fórmula, por tanto, de aislar a un equipo humano en un entorno que apenas ofrece salidas vuelve a repetirse, y la tensión vuelve a asfisiar a los personajes, condenados a convivir unos con otros mientras las muertes y las traiciones se van sucediendo. Sobre el escenario de la acción, Jorge Dorado lo tiene claro: «Queríamos localizar la acción de esta segunda entrega en un entorno del que los personajes no pudiesen escapar y tras varias opciones, al final la del barco fue la que salió adelante. En este sentido estoy muy contento porque era una de mis favoritas, y rodar en un barco era una experiencia que me apetecía mucho». Sin duda una elección que funciona muy bien y se alinea de escándalo con los objetivos que se perseguían, «Lo primero que hice fue ponerme los extras de Capitán Phillips para estudiar cómo diablos había grabado Paul Greengrass, qué peso tuvo el uso de cromas en la producción y demás soluciones técnicas. Pero mi sorpresa fue descubrir que Greengrass se había lanzado a rodar gran parte del metraje en un barco real, en medio del mar, así que no lo dudé mucho y buscamos también nuestro propio barco. Creo que el resultado final se beneficia de esta decisión y que el espectador podrá percibir en las escenas de cubierta la veracidad de la historia gracias a este factor«.

Otro de los ingredientes que permanecen intactos en la receta de esta segunda temporada de esta joya de The Mediapro Studio es el propio comportamiento de los personajes. De nuevo sometidos a situaciones límite, cada personaje irá mostrando una cara oculta que propiciará constantes giros en una trama concentrada y de nuevo muy adictiva. «Al final estamos hablando de gente corriente que tiene su pasado y no está libre de traumas. Sus reacciones a lo que está pasando en el barco son humanas y me gusta mucho la idea de explorar cómo pueden reaccionar los personajes sometidos a escenarios que les empujan al límite, jugar con esa opción de derribar caretas y mostrar la personalidad de cada uno despojada de las conductas que nos ayudan a vivir en sociedad», señala Jorge Dorado.

The Head 2 mantiene dos líneas narrativas cuya yuxtaposición resulta clave para conectar esta segunda temporada con los hechos acaecidos en la base Polaris VI de la primera temporada. Y es que montar una segunda temporada sobre una primera que ya se había cerrado no era tarea fácil, y a niveles generales la papeleta se resuelve con mucha soltura. Con un buen trabajo de estructura de guion que resulta bastante convincente para que ambas temporadas están conectadas pero a la vez funcionen con autonomía (ya está disponible la primera en HBO Max España y os recomendamos encarecidamente su visionado para poneros al día y también, y sobre todo, para ver un señor thriller como Dios manda). La duda está en esa tercera temporada que podría venir y si esta seguirá ramificándose desde ese tronco de sucesos que se presentó en la primera temporada o romperá con estos lazos narrativos para ofrecer una historia totalmente independiente.

Hovik Keuchkerian: el gran acierto revelación de la segunda temporada

Sin su reparto multicultural The Head no sería lo mismo. Y efectivamente la serie repite y propone una reparto que reúne a 10 nacionalidades diferentes. Porque está claro que en el siglo XXI es lo que toca, y también, y por qué no, porque el consumo de las series en los mercados funcionan mucho mejor cuando hay actores nativos involucrados en las producciones. Sea como fuere, y aunque hayamos perdido por el camino a Álvaro Morte, lo cierto es que la delegación española está muy bien representada frente al equipo internacional que vuelve a estar liderado por John Lynch y Katharine O’Donnelly gracias al trabajo de Enrique Arce y Hovik Keuchkerian. Y en este último, en Hovik, es donde debemos detenernos sí o sí porque firma un papel complejo, sorprendente y lo más importante: convincente.

Mundialmente reconocido gracias a La casa de papel, el actor de origen armenio-libanés está viviendo un momento dulce que no le llega en absoluto regalado. Mentor de su propia carrera (él es su propio representante) se atreve en esta segunda temporada con un personaje muy complicado, tanto en su interpretación como en su construcción. Su composición y el resultado final arrojan algunos de los momentos más tensos de la trama y a buen seguro será uno de los personajes más memorables de la serie para el espectador. «La primera temporada de The Head me encantó, me puso delante de una serie de esas con las que ahora ya es muy complicado encontrarse. Cocinada a fuego lento, la disfruté mucho y tengo claro que hubiese dicho que sí a participar en esta segunda temporada. Si encima me pones en la ecuación a Jorge Dorado, gran amigo y con el que siempre he querido trabajar, pues era imposible decir que no», apunta Hovik, que se declara muy fan del director madrileño: «Lo bueno que tiene Jorge, y que no lo tienen todos los directores, no es que te deje hablar, es que te escucha. Jorge tenía muy claro que me quería a mí para este papel y me ha dejado una libertad impagable para construir al personaje. Porque él quería a Hovik, con mi manera de trabajar y entender a los personajes, y juntos hemos corregido aspectos sobre el personaje que no funcionaban y hemos encontrado el camino para explicar sus motivaciones y comportamientos«.

El actor preparó su personaje durante seis semanas previas al rodaje, y en la construcción de este tuvo mucho que ver la lectura de «De ratones y hombres«, de John Steinbeck y una de las cimas de la narrativa estadounidense de entreguerras. Pero también se apoyó mucho en su experiencia como protagonista en la obra teatral dirigida por Santiago Sánchez «Un obús en el corazón». «Mi experiencia sobre las tablas con Santiago ha sido decisiva para que finalmente hayamos afinado al personaje, encarándolo como si un niño de 9 años viviese encerrado en un adulto de 150 kilos. Tengo unas ganas locas de ver el resultado porque si te soy sincero aún no he podido ver el montaje final pero me están llegando cosas muy positivas de gente que sí habéis visto ya la serie. No sabes lo que agradezco estas muestras de cariño que estoy recibiendo…».

Con todo, y con el personaje de Hovik deambulando como un animal salvaje suelto por el barco (y hasta aquí podemos leer), la segunda temporada de The Head cumple con una misión compleja: mantiene las señas de identidad de su primera temporada, vuelve a ofrecer un thriller bien rodado que engancha y vuelve a dejarnos con ganas de más. Y esto hoy en día son palabras mayores.

Queda en el aire saber sobre esa tercera temporada, previsiblemente pendiente de la recepción de esta, y jugar a imaginarnos cuál será el escenario elegido para una futura temporada. Porque puestos a soñar despiertos, ¿Qué tal esa Estación Espacial Internacional…?

¿Dónde y cuándo?

  • Fecha de estreno: 22 de diciembre de 2022
  • Plataforma de emisión: HBO Max
  • Número de episodios: 6
  • Duración aproximada: 50 minutos
  • Te gustará si te gusta: Los thrillers claustrofóbicos en los que nadie es quien parece

Alfonso Caro

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Alfonso Caro Sánchez (Mánager) Enamorado del cine y de la comunicación. Devorador de cine y firme defensor de este como vehículo de transmisión cultural, paraíso para la introspección e instrumento inmejorable para evadirse de la realidad. Poniendo un poco de orden en este tinglado.