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Reseña de Por el chico que veía en sueños
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POR EL CHICO QUE VEÍA EN SUEÑOS: LA VENGANZA COMO FOCO

La venganza es una propuesta que se encuentra sobreexplotada en el medio. Un factor prácticamente indispensable en las obras clásicas y que nos ha dado grandes historias pero, también, una recursividad a la que ya nos hemos acostumbrado demasiado. El ciclo de violencia y todo lo que trae consigo es una característica usual en la ficción más oscura y darle una nueva forma es esencialmente difícil.

Esta es la tarea que se cierne sobre la nueva propuesta de Kei Sanbe, autor de Desaparecido. Un testigo que recoge Norma Editorial con una obra que, bajo el título de Por el chico que veía en sueños, nos abre las puertas a nuevos enigmas y relaciones personales marcadas por el particular estilo del artista japonés y una propuesta aún por desvelar.

En primera instancia, Por el chico que veía en sueños se propone como una obra que bebe, quizás demasiado, de corrientes ya conocidas. La muerte, la pérdida forzosa o la venganza son siempre detonantes que sirven las veces de base para formar una idea. Un objetivo.

Lo hemos visto cientos de veces en el medio y la nueva entrega de Kei Sanbe no es una excepción. No es un nuevo punto dentro de una idea ya explotada, sino una derivación del mismo concepto que enfocamos y que se acompasa por el ritmo propio de un autor con clara experiencia y valor en un tipo de entrega muy concreta a la que ya se ha expuesto anteriormente.

Por supuesto, hay puntos diferenciadores. La idea, por ejemplo, de que su protagonista no sea único e individual, sino partícipe de una conexión especial compartida por su hermano gemelo. Por encima de la pérdida de sus padres, la conexión de Senri es un objeto de desarrollo en sí mismo.

Y es que al margen de Desaparecido, la firma que le valió su actual reconocimiento, Por el chico que veía en sueños parte de un ritmo más lento. La exposición no es tan directa y su primer volumen se siente como algo más introductorio que no como un detonante en sí mismo. Hay detalles, por supuesto, y sirve las veces para establecer la base de ese concepto de thriller con el que casa tan bien la obra. Pero es, en este caso, antes una invitación a seguir explorando que un compromiso con su propia narrativa como tal.

Insisto, porque hay detalles y no pocos. La idea de un padre agresivo y alcohólico. La imagen de un hermano —desaparecido y a su vez el punto de conexión entre los diferentes puntos que forman la estructura de esta entrega— protector y que siente las bases de la personalidad de nuestro protagonista, una única amiga que hace las veces de apoyo emocional y contraste con la idea de la meta de la obra. Lo cierra, por supuesto, la idea de venganza que copa la mentalidad de Senri y la sombra de un asesino misterioso.

¿Y cómo funciona esta combinación? Por el momento siguiendo tintes clásicos y sin aportar demasiada complejidad a su trama, se mantiene a flote y abre la puerta a nuevas posibilidades que, se entiende, se darán cita en las próximas entregas de la serie. Con un final en forma de cliffhanger en su primer capítulo y una relación tan dinámica como la de Senri y Enan, además de todo el misterio que envuelve a su trama, quizás sea pronto para establecer una valoración final pero es, sin duda, un inicio lo suficientemente interesante como para querer dar rienda suelta a la imaginación de Kei Sanbe a través de esta nueva entrega.

Cómo es la edición de Por el chico que veía en sueños


Kei Sanbe sorprende con una portada repleta de color y simbolismo en su primer volumen. El autor copa todo el espacio posible para realizar su representación, haciendo uso de colores vivos y dejando entrever el misterio que da forma a la obra a través de dos pequeñas figuras que representan a Senri y su hermano gemelo. Sus gestos, sin embargo, siguen siendo parte del enigma que envuelve a la serie.

Por el chico que veía en sueños llega con una edición clásica rústica con sobrecubierta, con un tamaño de 13 x 18,2 cm y un total de 192 páginas, todas ellas en blanco y negro. De forma especial y como promoción, la primera edición de este volumen inicial de la serie incluye gratuitamente una postal exclusiva firmada por el autor.

Óscar Martínez

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Escribo más que duermo. Ávido lector de manga y entusiasta de la animación japonesa. Hablo sobre ello en mi tiempo libre.