Ya hemos podido ver el primer capítulo de la segunda temporada de EL MINISTERIO DEL TIEMPO y no podemos estar más contentos. Desde su primera emisión, esta serie se convirtió en un fenómeno por lo que representaba de novedad en la ficción nacional. El buen hacer de sus guionistas, directores, actores, fotografía, efectos especiales… ha logrado crear una serie que marcará un hito en la historia de nuestra televisión. Pero, además, han sabido utilizar las redes sociales para ampliar su universo y acercarlo a los seguidores, que encuentran respuesta a sus dudas, agradecimiento a sus muestras de cariño, guiños a sus bromas y hasta forman parte de la producción como extras. Y ahora, en EL PALOMITRÓN, vamos a hablar de lo que vimos ayer sin spoilers.
Tras el final de la anterior temporada, que prácticamente nos dejó en shock, con intentos por cambiar el pasado de los protagonistas, con traiciones y problemas administrativos en el MINISTERIO, el capítulo comienza con una escena de otro tiempo. Estamos en la Valencia del siglo XI y vemos al mismísimo Cid Campeador luchando, mientras dos hombres (uno de ellos es SERGIO PERIS-MENCHETA, que pronto estrenará EL MAL QUE HACEN LOS HOMBRES), funcionarios del ministerio, le graban con una antigua (para nosotros) cámara de 38 mm. Pero cometen un error, son descubiertos y el héroe muere por su culpa. ¿Qué pasará ahora? ¿Cambiarán los libros de historia? ¿Quién dirigirá al ejército en las batallas del Campeador?
En el presente, el grupo de habituales (Amelia, Alonso, Angustias y Velázquez) se ha reunido para dar la bienvenida a Julián (RODOLFO SANCHO, MAR DE PLÁSTICO), que vuelve de su retiro y, según sabemos poco después, con tratamiento psicológico incluido. En ese encuentro vemos que Amelia (AURA GARRIDO) se siente insegura al encontrarse con su compañero. Está claro que lo que descubrió en la anterior temporada le afecta y que la suya no va a ser una relación fácil. Estamos ante un tema del que seguro los guionistas van a dar buena cuenta en sucesivos capítulos (o eso esperamos).
Vuelve a hacer su aparición Susana Torres o, lo que es lo mismo, la despampanante MAR SAURA, que como enlace con la Presidencia del Gobierno, quiere poner orden en el barullo que se está viviendo en el Ministerio y llega a amenazar directamente a Salvador (JAIME BLANCH). Este entiende que hay un topo entre los suyos y así se lo confiesa a Ernesto (JUAN GEA). Va a ser muy interesante averiguar quién es el traidor, así como sus motivaciones, y seguro que no faltarán candidatos a este puesto. ¿Qué más ases ocultará en su maletín la señora Torres?
De la misión sobre el Cid poco vamos a contar, excepto que la llevarán a cabo Amelia y Alonso junto a Espínola (RAMÓN LANGA), que no verá con buenos ojos que una mujer esté al mando, aunque terminará por reconocer sus actitudes y aptitudes para el puesto. Los dos personajes protagonistas deberán acostumbrarse a estar sin Julián. Primero, porque es apartado de las salidas a campo y, después, porque decide marcharse a través de una puerta donde será más útil. La salida de este personaje, que será parcial (ya sabemos que se debe al rodaje de otra serie) no significa que haya desaparecido del todo. En rtve.es se podrán seguir sus aventuras en el podcast TIEMPO DE VALIENTES, a modo de diario de Julián en su nuevo destino.
De este capítulo debemos destacar los guiños metaficticios: «yipikayei», «hideputas», «eres mu’tonto», «esto es flow, hermano», «he visto cosas que no creeríais», «en televisión se les hubiera ocurrido hacer una serie absurda sobre este ministerio»… Ha habido muchos, pero sin llegar a ser excesivos, todos muy divertidos y bien localizados. Como no, las referencias históricas son primordiales, necesarias en los viajes en el tiempo, y con los protagonistas conociendo su futuro y resignándose a la forma en la que en España trata a sus héroes. Sus actores continúan a un excelente nivel, destacando el Alfonso de NACHO FRESNEDA (HOSPITAL CENTRAL), que sigue siendo un personaje que podría estar todo el rato en pantalla y del que nunca nos cansaríamos. Nos alegramos también de la vuelta de Irene o, lo que es lo mismo, CAYETANA GUILLÉN CUERVO, estupenda en su papel, y nos intriga saber si realmente se ha arrepentido de lo que hizo en la primera temporada o sigue resentida por todo lo que ha perdido.
Nos faltan cosas en EL MINISTERIO DEL TIEMPO, es cierto. Nos gustaría ver más batallas, más exteriores, más movimiento… Pero sabemos que no estamos ante una serie con el presupuesto de ficciones extranjeras, pero ni falta que le hace: sus creadores han sabido suplir todo eso con excelentes giros de guion, acertadas elipsis, historias que no necesitan fuegos artificiales para que el espectador las tenga en cuenta, porque nos llega lo que dicen sus personajes, ya que trata de nuestra personalidad, de nuestra propia historia, y eso dice mucho de ellos. De paso, estimulan nuestra imaginación haciendo que fantaseemos con la última contienda del Cid o con las luchas de Viriato contra los romanos.
En resumen, que JAVIER OLIVARES y los suyos lo han vuelto hacer. Nos han puesto los dientes largos y estamos deseando que llegue el próximo lunes para tener mucho más Ministerio, y ya sabemos que vamos a estar sufriendo por el destino de Julián y por las malas artes de Torres, pero también que nos emocionaremos con las aventuras que corran Amelia y Alfonso, a los que se unirá Jesús Méndez, alias Pacino (HUGO SILVA). Deseamos que esta temporada tenga el mismo nivel que en su primera antecesora, como nos ha avanzado este capítulo, y que continúe dándonos alegrías durante mucho tiempo.
