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MEJOR OTRO DÍA

 

MEJOR OTRO 20

 

Fin de año, cuatro desconocidos y una azotea. Aunque no se conozcan de nada, todos han ido allí a hacer lo mismo: suicidarse. MARTIN SHARP (PIERCE BROSNAN) es un conocido presentador caído en desgracia por un escándalo que ha arruinado su vida, MAUREEN (TONY COLLETTE) vive su vida dedicada única y exclusivamente para su hijo invalido, JESS (IMOGEN POOTS) es una adolescente rebelde que ha visto como todo se derrumbaba después de que su hermana desapareciera y J.J. (AARON PAUL) sufre un irremediable cáncer cerebral, o eso es lo que les cuenta a sus compañeros en un principio. Con la irreverente, pero simpática desfachatez de JESS, hacen el pacto de que no se quitarán la vida hasta que llegue San Valentín. Van a esperar hasta entonces e intentarán replantearse toda su situación. Durante esas seis semanas su existencia dará un vuelco y, con la ayuda del grupo, conseguirán entender mejor el sino de sus situaciones e irán comprendiendo el verdadero porqué del acto que iban a cometer.

 

A LONG WAY DOWN

 

Algunos seguidores incondicionales del escritor NICK HORNBY quedaron indignados al ver la imperdonable adaptación americanizada de su obra cumbre, HIGH FIDELITY. Pues bien, aquí están de enhorabuena. La acción permanece en la capital inglesa y consigue mostrar un Londres con el peculiar desfase e ironía que lo caracterizan (todos los que hayan estado en alguna fiesta allí, coincidirán que en la escena de fin de año han conseguido captar la esencia del asunto). Aunque la adaptación sea fidedigna, no implica que el guión sea impecable; ni mucho menos. Empieza con una premisa impactante y con tremendo potencial, pero a partir de entonces empieza una caída que, sin llegar a convertir la película en mala, no cumple las expectativas que nos arroje en las primeras escenas. Una gran pena este segundo acto, que se mueve entre el drama más deprimente y la comedia más ácida, sin acabar de concretar en ninguna de las dos. Un final previsible y simplón, que desmerece un gran trabajo actoral y estético.

Al igual que los personajes, los actores también han recorrido un camino vital antes de llegar a este punto de sus carreras. PIERCE BROSNAN hace años que ha dejado de ser JAMES BOND y quedan atrás los papeles de galán como el de EL GRAN GOLPE. A ganado algo de peso, algunas arrugas más y madurez, mucha madurez. Ya nos helaron las contradicciones del ADAM LANG de EL ESCRITOR y, en MEJOR OTRO DÍA, reincide con este tipo de personaje que esconde más de lo que muestra. Por otro lado se encuentra una TONI COLLETTE que está de sobra acostumbrada a interpretar el papel de Madre Coraje. LITTLE MISS SUNSHINE o ABOUT A BOY son dos pequeños ejemplos de lo a gusto que está la actriz australiana al meterse en la piel de estas mujeres sufridoras y tenaces. AARON PAUL no tiene un gran currículum a sus espaldas como los dos intérpretes ya citados, pero fue el encargado de encarnar al inolvidable JESSE PINKMAN de BREAKING BAD. Con esta película se confirma como una nueva promesa y muestra que tiene más registros que los vistos en la serie de VINCE GILLIGAN. Puede ser que la más desconocida del cuarteto sea la jovencita IMOGEN POOTS, pero con un desparpajo refrescante, consigue afianzarse como un valor al alza dentro del cine británico.

 

A LONG WAY DOWN

 

Es inevitable que en un film con este inicio, se acabe hablando del suicidio en algún momento. Es un tema tabú para muchos, pero que, de un modo u otro, nos acaba rodeando. A lo mejor porque todos conocemos algún caso, nos cuesta tanto hablar de ello. Es un tema duro y, si un realizador decide introducirse en un jardín tan escabroso, debe hacerlo hasta el final. El problema no reside en la sátira, en absoluto; cuando JOHN CLEESE, en el funeral de GRAHAM CHAPMAN (compañero suyo en el grupo cómico MONTY PYTHON) dijo el memorable “que tenga buen viaje, el cabrón aprovechado este”, ya entendimos que un inglés se va a burlar de absolutamente todo y, además, lo va a hacer con gracia. No, el sarcasmo nunca será un problema, pero la banalidad sí. No es realista, ni moral, que de un día a otro, una persona pase de quererse suicidar a publicitarlo por todas las televisiones y periódicos nacionales. Tampoco lo es que se robe la historia contada en el brillante documental THE BRIDGE y se intenté pasar como una anécdota relatada por un psicólogo, para así tener una profunda reflexión para finalizar la película. Pequeñas cosas que hacen bajar el nivel de esta obra que, si no hubiera osado empezar con tanta potencia, seguramente hubiera conseguido más homogeneidad y mejor recibimiento.

 

 

LO MEJOR:

  • Los cuatro actores protagonistas, cada uno a su manera, demuestran que fueron grandes elecciones para estos papeles.
  • Una visión de Londres realista y excelentemente filmada. Como no podía ser de otra manera, la BBC está detrás de esta producción.

LO PEOR:

  • Un guión que va de más a menos y no consigue alcanzar el nivel prometido durante los primeros minutos.
  • Un tratamiento simple e insustancial de un tema tan potente como el suicidio.

 

 

Adrià Naranjo

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