MCQUEEN: THE MAN & LE MANS
Siempre hay que acercarse con cautela a los documentales centrados en la figura de un solo personaje, esos trabajos biográficos que desgranan la vida y obra del famoso de turno o bien hablan de una forma más idealizada de sus logros, anécdotas o difícil personalidad. Muchos de estos documentales suelen terminar siendo más un regalo para fans ansiosos de saber cuán bueno era su ídolo que un trabajo cinematográfico solvente y atractivo para los profanos en el mito de turno. McQueen: The man & Le Mans corría el riesgo de convertirse en uno de los mencionados anuncios-documental, pero gracias a la buena mano que han tenido los directores para desgranar la obra de este famoso actor norteamericano y a su relación con la película Le Mans, el documental se sobrepone al innegable atractivo de mitificar a Steve McQueen para hablar, además, de las consecuencias de la ambición y el éxito en Hollywood y hacer un trabajo cinematográfico sobre un proyecto que se colapsó por su propio peso, que se devoró a si mismo debido a la inmensa ambición de un actor sin límites.
La historia que envuelve a la película Le Mans, de 1971 y dirigida por Lee H. Katzin, se parece, en cierto modo, a esas superproducciones monumentales del Hollywood de los años 20 y 30: una especie de película inmensa de endebles cimientos, fruto más de la ambición y el amor por el cine que de la propia razón. Steve McQueen, en la cresta de la ola en esa época, ansiaba realizar la película definitiva sobre el automovilismo, y es aquí donde el documental encuentra su verdadero punto interesante: narra una historia de ambición, a la vez que usa esa misma historia para hacer un trabajo biográfico de Steve McQueen. Así, el documental va más allá de la biografía, y, aunque cae intermitentemente en cierta mitomanía (no sabemos si necesaria, pero desde luego algo exagerada), se sobrepone a esta y ofrece un retrato general del estrellato y del sistema de Hollywood de la época muy atractivo.
No es un documental rompedor en su forma, ni desde luego en sus intenciones, pero es muy solvente, y esa mezcla de testimonios de allegados a Steve McQueen, junto con imágenes de archivo y grabaciones actuales, lo convierten no solo en un documento más enriquecedor de lo que puede parecer en un principio, sino en un atractivo trabajo para los aficionados al automovilismo (no necesariamente espectadores de la película Le Mans), que encontrarán otro punto de vista sobre los entresijos de su pasión, vista a través de los ojos de la creación de una película.
McQueen: The man & Le Mans gustará sin duda a los fans tanto del actor como del automovilismo, pero creemos que el propio documental se puede ver además como una buena forma (no extraordinaria, pero buena) de llevar a cabo una biografía sin que esta lo parezca; cómo hablar de las pasiones de Steve McQueen, el cine y los coches, sin más que mezclarlas en esta crónica de Le Mans, como si un de dos documentales a la vez se tratara. El triunfo aquí es que funcione tan bien como documental sobre cine y documental biográfico, y aunque conserve algunos de los tics de ambos submundos, el conjunto funciona de forma perfectamente orgánica y sirve por partida doble: como la historia del rodaje de Le Mans y como la historia de ese actor tan impredecible y famoso como fue Steve McQueen, «The King of Cool». Este documental deja claro por qué conservó ese sobrenombre.
LO MEJOR:
- Documento inédito sobre el rodaje de Le Mans.
- Muy solvente y entretenido, incluso para los profanos en el tema.
LO PEOR:
- Pocas ambiciones cinematográficas más allá de lo estrictamente académico.
- Demasiado mitificador en algunos tramos.
Guillermo Martínez