El Palomitrón

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LAS 10 CABECERAS DE LOS 80

 

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Hoy nos hemos levantado nostálgicos. Estamos disfrutando de la alta calidad de las series actuales, y en algunos casos las sensaciones que despiertan en nosotros nos transportan a aquellos tiempos en los que las tardes y las noches estaban dedicadas a la televisión. Cuando la nostalgia llama, no queda otra que escribir y recopilar. Estas son nuestras cabeceras favoritas de series de los 80 que de alguna manera marcaron la televisión.

 

10) FAMA (136 episodios en 6 temporadas. 82-87)

Esta serie de la NBC nos sumergía en una escuela de Arte de Nueva york, inmortalizada gracias a la serie. Continuación de la película homónima de ALAN PARKER, la mayoría de los actores de la película estaban también aquí. Fue tanta su popularidad que los actores tuvieron que hacer giras por todos los países, algo que sirve ya de baremo para valorar su popularidad. Aquí nos tuvimos que conformar con UN PASO ADELANTE, casi lo mismo…

El tema de aperura, de Irene Cara fue uno de los megahits de los felices 80 y se incorporó a todos los recopilatorios de esos años. ¿Alguien se acuerda de ese vinilo doble que era el Superdiscolandia?

 

9) V (24 episodios en 3 temporadas. 83-85)

El IV reich venía del espacio. Platillos volantes, alienígenas con debilidad por los roedores, MICHAEL IRONSIDE con las  uzis!!!, efectos especiales que nunca se habían visto en una serie de televisión (bien es cierto que lucen muy gastados, casi caseros en algunos casos) y sobre todo fenómeno de masas. En nuestro país cada episodio era recibido con reuniones familiares y de amigos. Todos pendientes de la televisión. Era época de sólo dos canales y la tarde del sábado era suya. La NBC se apuntó con ella una de las peores planificaciones de temporadas de la historia. Un lío aún no resuelto.

La cabecera, con esa primera imagen de la V en rojo y los platillos volantes nos dejó ojipláticos a todos. Mezclaba ritmos y si comenzaba con un tono muy oscuro pronto cedía a la melodía clásica ochentera.

 

 

8) MACGYVER (139 capítulos en 7 temporadas. 85-92)

Acostumbrados a la acción y los tiroteos, que llegase MCGYVER prometiendo resolución de conflictos a través de la ciencia (física, química, mecánica…) inicialmente no sedujo a muchos, aunque poco a poco nuestro alumno más aventajado de F.P. se hizo un hueco en nuestras tardes. Sus 7 temporadas demostraron que la apuesta de ABC era ganadora. Además MCGYVER ha contribuido notablemente al ingenio de muchos humoristas en ciernes, que vieron en ella un filón para modelar infinidad de bromas, de las que aún hoy en día nos reímos.

El tema de la cabecera es tremendo. El ritmo es innegable y sus pegadizas notas reconocibles en el primer compás. De lo mejorcito de la década.

 

 

7) EL GRAN HÉROE AMERICANO (44 episodios en 3 temporadas. 81-83)

La réplica televisiva de SUPERMAN fue esta serie, aunque en clave cómica. Las constantes demandas de plagio por parte de DC CÓMICS acabaron por cancelar esta serie en la que el protagonista recibe un traje de superhéroe para luchar contra el mal. Los problemas llegan cuando pierde el libro de instrucciones del traje y no le queda otra que aprender a manejar los poderes del traje mediante el tortuoso método del acierto/error, lo que propiciaba situaciones rocambolescas que normalmente acababan con un festival de meteduras de pata, tortazos y caídas, para alborozo del espectador.

La cabecera es tremendamente popular para toda una generación. Para los ochenta es casi modélica.

 

 

6) LUZ DE LUNA (66 episodios en 5 temporadas. 85-89)

La serie que lanzó al estrellato a BRUCE WILLIS. Él y CYBILL SHEPERD compartían a la fuerza agencia de detectives, y se pasaban todos los capítulos enfrentándose en discusiones plagadas de diálogos agudos y una tensión sexual in crescendo. Dos polos opuestos en carácter y forma de entender la vida que estaban condenados a entenderse, y algo más… Imposible olvidar a la secretaría de ambos (señorita Topisto) siempre intentando lidiar con la situación y poner paz entre ambos. Pocos personajes en una serie han sido testigos de tantos portazos.

El tema de la cabecera, con una marcada influencia de sonidos blues&jazz se distanciaba bastante de las que estábamos acostumbrados a ver. Su estética y melodía ya avisaban que la serie estaba pensada para un público más sotisficado que el habitual.

 

 

5) NORTE Y SUR (12 episodios en 2 temporadas. 85-86)

La noche de los jueves era suya. Padres e hijos juntos en el salón atentos al devenir de los Hazard y los Main, dos familias a las que la guerra de secesión alineó en bandos opuestos. Industriales del norte unos y propietarios de una plantación de algodón los otros, el nexo de unión entre ambas era la amistad que George Hazard y Orry Main trabaron en la academia de Westpoint, en los albores de la guerra civil norteamericana. 15 episodios con un despliegue de medios cinematográfico para esta serie de la ABC.

Sin duda es la cabecera más épica de la década, perfecta para una de las series también más ambiciosas de la época. Ojo al reparto…Toda una generación emulando sus notas en el casio PT1 avalan su popularidad.

 

 

4) CANCIÓN TRISTE DE HILL STREET (146 episodios en 7 temporadas. 81-87)

La mejor serie de policías que se ha rodado nunca supuso el antes y el después en la manera de entender series en Estados Unidos. La NBC introdujo al espectador en el día a día de una comisaría, pero también incorporó como parte fundamental de la trama sus propias vidas personales. Sus líneas argumentales, además, se extendían durante varios capítulos mezclándose y completándose unas a otras. Una serie de culto.

La cabecera de al serie es extraordinaria. Su uso del blues la convierten en la más nostálgica de todas y para nosotros es el argumento definitivo para defender que el término «blues» de su título original (HILL STRET BLUES) se refiere a eso, a una canción triste, y no al color de los uniformes de los policías.

 

 

3) FALCON CREST (227 episodios en 9 temporadas. 81-90)

Es la SOUP OPERA ochentera por excelencia. Aunque DALLAS fue la primera, FALCON CREST fue la que más éxito tuvo dentro y fuera de Estados Unidos.  El personaje de Angela Channing fue el paradigma de la maldad durante casi una década. Tenía todos los ingredientes de sus series hermanas, pero su localización en California y la lucha por los viñedos la convirtieron en una serie mucho más exportable que las demás. Nuestros padres no veían la hora para darnos de comer a toda prisa y mandarnos de vuelta a los colegios, para así  disfrutar de su momento  catódico en paz. Los finales de temporada entonces eran cardiacos para los fans, superándose uno tras otro.

La cabecera es un ejercicio de potencia. La fuerza de su apertura con esas imágenes aéreas, el ritmo orquestal de toda la partitura y ese último plano con el halcón son ya parte de la cultura popular de varias generaciones.

 

 

2) CORRUPCIÓN EN MIAMI (111 capítulos en 5 temporadas. 84-90)

La serie más revolucionaria de la década de los ochenta. Un ejercicio de estilo en todos los apartados. Su concepto rompió todos los moldes conocidos no sólo en lo visual sino también en la manera de rodar. A una cuidadísima fotografía se unió el talento de MICHAEL MANN para planificar las escenas de acción y persecuciones ( fue la primera que vimos las cámaras pegaditas a las llantas) .Trajes de Armani, grandes éxitos del pop como B.S.O. de sus capítulos, superdeportivos (el modelo de Ferrari de Crockett en cada temporada era de lo más comentado), guapos y guapas… la serie con más glamour de los ochenta.

De la cabecera poco podemos deciros. Sus notas de guitarra eléctrica con toques electrónicos, la cámara a ras de mar, y la catarata de color y lujo eran una declaración de intenciones de lo que nos esperaba. Es cultura pop.

 

 

1) TWIN PEAKS (30 episodios en 2 temporadas. 90-91)

Vale que es una serie ya muy tardía para los ochenta, de hecho comenzó a emitirse ya en 1990 pero queremos acabar con ella porque si hubo alguna serie que marcó un antes y un después, fue ésta. DAVID LYNCH revolucionó el concepto narrativo en la pequeña pantalla y cerró la puerta a la manera de entender las series en los 80. Argumento realmente trabajado y complicado para una serie que los más despistados y cómodos no supieron encajar. La ficción televisiva se hizo adulta con esta serie. ¿Quién mató a Laura Palmer?

La melodía de cabecera es la serie: atrapa, cautiva, intriga… ANGELO BALADAMENTI creó un himno de culto, reconocible por todos como el sonido de la calidad.

 

 

Y de regalo, esta joyita que utiliza la música de DALLAS para presentar GALÁCTICA, que nos ha llamado mucho la atención:)

 

Esperamos que hayáis encontrado la lista interesante. Compartir con nosotros las series que nos hemos dejado fuera, (no podíamos recoger todas) y las cabeceras que más recuerdos os traen!

 

Alfonso Caro

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Alfonso Caro Sánchez (Mánager) Enamorado del cine y de la comunicación. Devorador de cine y firme defensor de este como vehículo de transmisión cultural, paraíso para la introspección e instrumento inmejorable para evadirse de la realidad. Poniendo un poco de orden en este tinglado.