LA CONSPIRACIÓN DEL SILENCIO
Han transcurrido más de 70 años desde que tuviese lugar uno de los acontecimientos más cruentos y devastadores que ha habido en la historia de la humanidad: la II Guerra Mundial. Estos hechos han servido para ilustrar miles de películas, artículos, libros y documentales que narran y dan a conocer no sólo el horror ocurrido durante esos años sino también las consecuencias que a partir de ahí se derivaron. De hecho, en lo referente al séptimo arte, se han producido infinidad de películas sobre este suceso tanto de tema principal como de tema de trasfondo. Es uverdad que se han producido muchas más películas sobre el tema por parte de los amercianos, principalmente porque su industria de cine es mucho mayor que la europea, por su patriotismo, desatado tras esa victoria, y porque su distribución es también mucho mayor y masiva, y por tanto es más fácil que su cine llegue a nuestras carteleras. Con todo esto, la visión de los vencidos (especialmente la del pueblo alemán) de cómo vivieron, sintieron y asimilaron tales acontecimientos ha tardado en reflejarse en las pantallas de una manera tan directa como lo ha hecho la industria americana aunque la sombra de la II Guerra Mundial siempre ha estado muy presente en la filmografía alemana de manera muy velada muchas veces. Es en estos últimos años cuando sí estamos asistiendo a un buen puñado de títulos que recuperan el fatídico episodio de una manera mucho más directa gracias a títulos como STALINGRADO (JOSEPH VILSMAIER, 1993), (EL HUNDIMIENTO (OLIVER HIRSCHBIEGEL, 2004), LA OLA (DENNIS GANSEL, 2008) o LA CINTA BLANCA (MICHAEL HANEKE, 2009), entre otros títulos para la pantalla grande, o la estupenda miniserie televisiva HIJOS DEL TERCER REICH (PHILIPP KADELBACH, 2013).
Ahora, GIULIO RICCIARELLI, productor y actor italoalemán, ha decidido ponerse detrás de las cámaras para contar uno de los episodios más desconocidos por todos, la historia de cómo un grupo de alemanes, valientes y con ganas de saber la verdad consiguieron destapar a altos mandatarios de las SS y llevarlos a juicio por sus crímenes. Y todo esto transcurriendo en un momento en que la sociedad alemana parecía sumida en una amnesia colectiva de la que no pretendían despertar.
LA CONSPIRACIÓN DEL SILENCIO cuenta la rauda lucha de un joven y valiente fiscal y un periodista obsesionados en sacar a la luz la verdad, interpretados rigurosamente por ALEXANDER FEHLING (COSTA ESPERANZA, GOETHE!) y ANDRÉ SZYMANSKI (WIE MATROSEN), respectivamente. Estos dos personajes se ven envueltos en un sin fin de complicaciones y obstáculos para descubrir la verdad sobre lo ocurrido en Auschwitz durante la II Guerra Mundial y quiénes fueron los culpables de lo que allí pasó. Acompañan a los protagonistas de esta historia varios nombres de la escena alemana tales como FRIEDERIKE BECHT (VIENTO DEL OESTE), JOHANNES KRISCH (LOSE MYSELF) o HANSI JOCHMANN (ON AIR).
RICCIARELLI afronta este reto desde una perspectiva de thriller político pero no cae en ningún momento en sentimentalismos sino que se queda en lo correcto, en lo profesional. Dado el tema a tratar tan controvertido, muchos espectadores acudirían a las salas esperando encontrarse con una cinta que conmoviera y sacudiera (moral e ideológicamente), pero éste no es el caso. LA CONSPIRACIÓN DEL SILENCIO se dedica a mostrar los hechos con una corrección y funcionalidad propias de la mentalidad alemana. En muchos casos, parece que se trate de un documental por su forma de exponer los hechos. Aún así hay destellos que consiguen estremecer al espectador: la cruda delicadeza de las entrevistas con las víctimas supervivientes del campo de exterminio o la turbadora normalidad de los torturadores (como el gentil y amigable panadero de barrio) son claros ejemplos de cómo se vivía en la Alemania de la post guerra. Ese intento de volver sea como sea a la normalidad, a intentar ocultar y, en cierto sentido, olvidar lo sucedido. Como si nunca hubiese existido ese episodio en sus vidas.
Y es ése intento de la sociedad alemana de la post guerra de volver a la normalidad, a su día a día, como si ese periodo fuese una pesadilla de la que despertaron un día, ignorando lo que unos y otros habían hecho, resulta ser el eje central de la película. Esa pretendida ignorancia, esa amnesia por parte de los alemanes ante uno de los tramos más negros y oscuros de su historia. En la cinta se observa perfectamente en los jóvenes fiscales que desconocían lo que realmente había sucedido en Auschwitz, en los hijos que ignoraban lo que de verdad habían hecho sus padres… Verdades escondidas que los personajes centrales de la película se empeñan en sacar a la luz justo cuando Alemania decide pasar página a esos oscuros años de la guerra y se entrega a unos años de rápida recuperación económica.
Con todo esto, GIULIO RICCIARELLI consigue realizar una cinta creíble y veraz de una forma correcta sobre una historia hasta ahora poco conocida por el público (y ya es complicado dado los innumerables datos conocidos sobre esa época, expuestos hasta la extenuación). Toda la película resulta interesante: su argumento, sus personajes, el trasfondo de la historia en sí… aunque, lamentablemente, termina decayendo en sus minutos finales no llegando a redondear bien una cinta que podía haber dado mucho más de sí. Pero sin lugar a dudas, para los amantes de la II Guerra Mundial, resulta una película sugestiva, da una visión distinta de ese momento de la historia y cambia un poco la perspectiva de unos acontecimientos que pudieron alterar por completo el mundo actual.
LO MEJOR:
- La cacería incansable de los protagonistas a Josef Mengele y Eichmann.
- Las interpretaciones de los secundarios que daban vida a los supervivientes de Auschwitz en los interrogatorios. Igualmente tratadas con delicadeza como con crudeza.
LO PEOR:
- Su acabado telefílmico deja la película al final sin fuelle.No termina de convencer.