JERSEY BOYS
Siempre es un placer recibir en nuestras salas una película firmada por CLINT EASTWOOD. Su recorrido como director está lleno de grandes historias y de obras que han cosechado premios a lo largo y ancho del universo cinematográfico. JERSEY BOYS no será una excepción dentro de su magnífica e inmaculada trayectoria detrás de las cámaras. Vuelve a recordarnos que la edad nunca es un impedimento para hacer vibrar a los espectadores de todas las generaciones. El género tampoco es una barrera para el genio de californiano. Se ha atrevido con el western (con SIN PERDÓN transformó un estilo que le vio nacer como actor), el drama (MILLION DOLLAR BABY, GRAN TORINO,…), lo bélico (CARTAS DESDE IWO JIMA), lo romántico (LOS PUENTES DE MADISON), el thriller (MYSTIC RIVER) y con esta nueva producción repite la temática de biopic musical que ya le dio gran parte de su fama con BIRD. Una filmografía impresionante a la que se suma una de las películas que más dará de qué hablar este curso que iniciamos.
Frankie (JOHN LLOYD YOUNG) es un tímido joven que vive en la ciudad de Jersey de los años cincuenta. Hijo de inmigrantes italianos y de clase baja, es inevitable que no acabe relacionándose con la mafia por un lado o por otro. Su amistad con Tommy (VINCENT PIAZZA) le pondrá en contacto con el capo Gyp (CHRISTOPHER WALKEN) y, lo que es más importante aún, le introducirá en el mundo de la música. Junto con Nick (MICHAEL LOMENDA) formarán una infinidad de grupos que nunca consiguen despegar el vuelo. El gran salto lo darán cuando incluyan en el cuarteto al teclista y compositor Bob Gaudio (ERICH BERGEN) y adopten el nombre por el que serán conocidos en todo el mundo: los Four Seasons. Desde un primer momento ya queda más evidenciada la desastrosa idea que es que Tommy se encargue de la parte logística y económica de la banda. Su propensión por lo poco legal, su carácter arrogante y sus propios problemas financieros serán un presagio de la debacle que los acabará golpeando.
Un final muy bien trabajado y unos personajes creados con maestría son las luces de un guión notable, que no deja de tener algunas fisuras. Lagunas que suelen ser comunes en historias de estrellato y estrellazo. TORO SALVAJE, CASINO o EL ESCÁNDOLO DE LARRY FLINT comparten estas pequeñas bajadas de tensión que generan los mayores “peros” de obras que rozan la perfección. Aún así, la trama es de lo más pegadiza y goza con un elemento diferenciador que enamorará a más de uno: la colosal banda sonora. Llevamos unos años deleitándonos con estas producciones comerciales que giran entorno a la música (LA VIDA EN ROSA, A PROPÓSITO DE LLEWYN DAVIS o SEARCHING FOR SUGAR MAN) que, a parte de ser grandes obras por sí mismas, acercan diferentes estilos musicales a los más jóvenes. En este caso se nos descubre la vida y milagros de Frankie Valli y los Four Seasons, elementos indispensables para entender el panorama musical de los sesenta. Fueron precedente de grandes como los Rollings, The Who, The Animals o los mismísimos Beatles. Un film que conseguirá esa magia especial que se genera cuando una sala de cine entera sale de la proyección tarareando las mismas melodías. Pegadizas como pocas, quedan avisadas las mentes propensas a entrar en bucles sonoros que pueden durar meses.
La excelencia técnica de la que hacen gala las obras de EASTWOOD ya es conocida por todos, pero la espectacular dirección de arte de JERSEY BOYS no tiene parangón. Un retrato sin ningún fallo de una época que se ha recreado infinidad de veces, pero jamás con esta exactitud y precisión. Fotografía, sonido y planificación se unen al departamento artístico para conseguir un empaque estético escalofriante que bien podría suponerle algún que otro Oscar. Los actores, aunque casi noveles en su mayoría (con el permiso del inconmensurable CHRISTOPHER WALKEN que vuelve a dejar claro que es uno de los más grandes de su generación), se desenvuelve con soltura y talento. Sorprende descubrir que no hemos visto más que en contadas ocasiones las caras de los cuatro intérpretes que forman el cuarteto principal. Sus rostros resultan familiares y la simbiosis creada entre ellos produce escenas con un magnetismo inusual.
EASTWOOD vuelve a conseguirlo, y de qué manera. JERSEY BOYS será para muchos el descubrimiento de las hazañas y canciones de los Four Seasons, pero también el de unos jóvenes actores a los que se les augura un prometedor futuro en Hollywood. Una estética cautivadora y un guión que navega con algunas dificultades, pero con un resultado final más que aceptable, componen un film que será la delicia de muchos de ustedes.
LO MEJOR:
- La Banda Sonora. Sin duda será escuchada una y otra vez.
- La estética vuelve a demostrar que la dirección arte es un departamento que puede hacer que una buena película sea excelente.
LO PEOR:
- Los altibajos argumentales.
- La falta de originalidad en la estructura dramática.