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GRUPO 7

Recientemente ENRIQUE URBIZU ha presentado NO HABRÁ PAZ PARA LOS MALVADOS, un filme correcto que ha encantado a la crítica, consagrado a Coronado, y del que muy poquitos se atreven a hablar mal en público. ALBERTO RODRÍGUEZ con esta película ofrece acción y una trama concisa y poderosamente polémica que provoca el debate interno en el espectador; ofrece todo lo que no aparecía en NO HABRÁ PAZ PARA LOS MALVADOS. Lógicamente nos vamos a quedar con GRUPO 7, y de lejos.

RODRÍGUEZ acierta a la hora de situar la acción en una sevilla pre-expo, contexto inmejorable para lanzar la pregunta sobre la que gira todo el filme. ¿El fin justifica los medios? la respuesta se va tornando en un sí clarísimo a medida que avanza la cinta y el espectador es testigo de las miserias de los integrantes del GRUPO 7, presentados todos como unos parias dentro del cuerpo de policía cuya fuerza habita en su unión y la falta de escrúpulos para hacer lo que nadie quiere hacer: barrer sevilla desinfectando sus laberínticos barrios marginales para que otros se lleven los honores.

La película arranca con  persecución inicial que transmite una fuerza sorprendente y anima a sumergirnos en la película con buen humor, porque por fin vamos a ver acción bien rodada en una película española. A partir de aquí la película engancha al espectador con un ritmo frenético que sólo decae en el último tramo del metraje, pero que deja una sensación muy buena en su conjunto. Las localizaciones de exteriores son excelentes, destilan todas marginalidad. Prácticamente todos los ambientes que frecuentan los protagonistas son sórdidos, hasta sus propias casas en algunos casos…

De todos los integrantes del GRUPO 7, Miguel es el que está menos definido y su personaje el más flojo, que no su interpretación por parte de JOSÉ MANUEL POGA. Los otros tres policías si están muy bien definidos, destacando Rafael (ANTONIO DE LA TORRE) y su continua redención, excelentemente explicada con trazos que el espectador va uniendo hasta completar el dibujo. MARIO CASAS interpreta al más joven del grupo, presumiblemente el último en llegar. Su ética desaparece según avanza el metraje, pero a diferencia de Rafael, a éste sólo le mueve la ambición. CASAS le pone ganas y hace lo que puede, no se le puede criticar mucho porque da la sensación de que se esfuerza, y mucho, en demostrar que es un actor solvente. Sus pocos registros y su tono de voz siempre han sido un verdadero escollo para desencasillarse de una vez por todas…pero empeño le pone. Progresa adecuadamente.

Por contra, lo que más me molesta, y mucho, es el pobre sonido en los diálogos de esta película. Más de una vez hay que esforzarse para entender los diálogos de los actores y eso es algo que puede poner muy nervioso al espectador. Vale que es Sevilla y el ambiente es marginal, buena combinación, pero es que esto no es la primera vez que pasa en el cine español, y se nos antoja ya como un talón de Aquiles de los técnicos en nuestro cine en general.

Totalmente recomendable.

LO MEJOR:

  • El look MARGINAL presente en todas las localizaciones de la película.
  • ANTONIO DE LA TORRE. Todas sus miradas y reacciones.
  • Su CERCANÍA. Potencia el debate y la discusión de los métodos.

LO PEOR:

  • El SONIDO en los diálogos. Muchas veces no se entiende lo que se dice en pantalla.
  •  Algún EFECTO ESPECIAL poco convincente, como el perro de Ángel corriendo por el jardín mientras arde…no aporta nada ni tiene consecuencias, y visto el resultado se lo podían haber ahorrado.
  • El prejuicio de muchos hacia el trabajo de MARIO CASAS, que puede influir mucho en el conjunto.

Alfonso Caro

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Alfonso Caro Sánchez (Mánager) Enamorado del cine y de la comunicación. Devorador de cine y firme defensor de este como vehículo de transmisión cultural, paraíso para la introspección e instrumento inmejorable para evadirse de la realidad. Poniendo un poco de orden en este tinglado.