GRAVITY

No me convence del todo clasificar el filme de CUARÓN como cinta de Ciencia Ficción. No encuentro ningún elemento que me anime a ello, excepto que se desarrolla en la estratosfera (600 Km de altitud). Sí al elemento científico porque la recreación de las condiciones es perfecta, es literal, es exacta. ¿Pero ficción? de eso me temo que no hay mucho. Sí me convence, en cambio, calificarla como cinta de supervivencia. Y es que GRAVITY es una cinta de supervivencia, como las que hemos visto ya ambientadas en los paisajes más salvajes y menos civilizados de nuestro planeta, (desiertos, montañas, gélidas planicies, o incluso inmensos océanos), que se desarrolla en el espacio, el medio más inhóspito de todos.

Casi cinco años ha invertido el director mexicano en esta joya, llevando al límite los recursos más vanguardistas de la cinematografía actual e incorporando nuevas soluciones tecnológicas a los procesos de rodaje y post-producción. Todo este esfuerzo luce maravillosamente en pantalla ante el espectador que sin darse cuenta deja de disfrutar, descubrir, y admirar cada uno de los planos para empezar a flotar junto a SANDRA BULLOCK compartiendo su odisea en una experiencia sensorial sin precedentes.

Y es que GRAVITY no es un filme que hable de la supervivencia como necesidad de un individuo, su mensaje final es universal y así la lucha de la doctora Ryan Stone por sobrevivir como individuo superando sus traumáticas experiencias vitales es también la lucha, constante lucha, de la naturaleza para que la vida se abra paso en las condiciones más adversas. Un mensaje maravillosamente plasmado en uno de los finales más sugestivos, simbólicos y liberadores de la historia del cine.
Esto, damas y caballeros, ES CINE.
LO MEJOR:
- TODO. La película es ejemplar en todos sus apartados. No sólo en sus efectos especiales y su bellísima fotografía, sino en la cuidada B.S.O., en el montaje, en el uso de las imponentes cámaras 3D, en su climax…No se me ocurre cómo se podría mejorar.
LO PEOR:
- Es difícil que una película de esta envergadura suponga una nueva manera de hacer cine. El talento de CUARÓN no lo tienen muchos de sus colegas, que no acertarán en varios años a acercarse a esta obra maestra.
- Sabe a poco. Sólo dura 90 minutos.
Alfonso Caro