BEN KETAI es un director y guionista muy conocido por dirigir y escribir CHOSEN, una de las series que oferta la plataforma Crackle. La experiencia le sirvió para presentar su primer largometraje BENEATH, una película sobe un grupo de mineros que quedan atrapados a 600 metros de profundidad y las consecuencias que ello conlleva. La película explora los aspectos psicológicos de los personajes y aprovecha la claustrofóbica atmósfera para atrapar al espectador, que sufre la tensión de los protagonistas durante todo el metraje.
KELLY NOONAN interpreta a Sam, la hija de George (JEFF FAHEY), y es la protagonista indiscutible. Se queda atrapada en la mina el día que va a visitarla por primera vez para ver cómo trabaja su padre. A través de sus ojos el espectador se adentra en el angustioso mundo de la mina y asiste a la catástrofe. Inspirada en una historia real, la película juega con la realidad sin permitirnos discernir si todo lo que ocurre en la mina es producto de la imaginación, los gases que se ven obligados a respirar o un suceso verdaderamente paranormal. Las horas atrapados en la mina cambian a los mineros y aflora lo peor de cada uno. La oscuridad con la que está grabada y los escenarios repetitivos son la tónica de toda la película (no olvidemos que nos encontramos confinados en una mina) por lo que este recurso en vez de resultar cansado contribuye al clima que se nos muestra en el film. Los planos en primera persona no resultan cargantes y ayudan a contar la historia. Justo cuando empezamos a cansarnos de la oscuridad la película termina, sin darnos tiempo a aburrirnos.
CONCLUSIONES
Si eres amante del suspense y el terror, no dejes la oportunidad de ver BENEATH. Consigue que te plantees dudas durante todo el desarrollo de la historia. Superstición, terror psicológico, angustia, claustrofobia y miedos, se mezclan en esta historia de gente atrapada que aunque ha sido contada una y mil veces en el cine, consigue enganchar al espectador.
Ester Cuenca Lumbreras