Dinamarca, segunda mitad del siglo XVIII, la Ilustración y las nuevas ideas sobre la libertad del Hombre comienzan a florecer. En este contexto histórico, se produce un matrimonio de conveniencia entre una bella noble procedente de Gran Bretaña y el rey Cristián VII. Carolina Matilde, que así es como se llama la joven reina, tiene inquietudes en ese aspecto. Inquietudes que son reprimidas por la nobleza danesa de la época. Esto, junto con el desinterés y las infidelidades del joven monarca, hacen que la reina entre en un estado de depresión y melancolía hasta que llega a la corte Johan Struensee, nuevo médico del Rey.

Este hombre en el fondo es un idealista y un ilustrado que escribe textos anónimos criticando las injusticias de su tiempo y propagando las nuevas ideas de Rousseau o Voltaire. Ideas que serían la base sobre la que, posteriormente, triunfaría la Revolución francesa.

Aunque al principio chocan los dos personajes, enseguida empieza a surgir la complicidad entre ellos, la cual acaba desembocando en una relación prohibida y secreta que da fruto a una hija, Luisa Augusta. Pero esta relación no solo es amorosa, sino que la atracción ha surgido realmente porque los dos son personas idealistas que buscan cambiar la sociedad en la que viven, utilizando, para ello, su gran influencia sobre el rey Cristián. Prototipo de rey absoluto, incapaz e infantil. Vamos, como muchos de nuestros políticos de hoy en día.

Esta actitud que toman los protagonistas obviamente tiene una serie de riesgos que acaban por desembocar en unos acontecimientos trágicos, pero la semilla, en el fondo, ya estaba puesta y al final, como se suele decir, no se puede poner puertas al campo. Me refiero al avance en los derechos de los seres humanos.

Pero ¿por qué es interesante ver esta película? Lo primero de todo hay que resaltar el papel de los tres personajes protagonistas. MIKKEL BOE BOLSGAARD está extraordinario como rey Cristián. Dan ganas de envenenarlo al menor descuido. Alicia Vikander va a dar mucho que hablar en el futuro. Sensualidad en estado puro la que destila esta reina. MADS Mikkelsen, Le Chiffre en Casino Royale, se sale. Este hombre debe estar ya entre los grandes de la interpretación actual.

Otra de las razones por las que ver esta cinta es que, a pesar de ser europea y no contar con un presupuesto “de los de Hollywood”, la ambientación, la puesta en escena y el vestuario destacan claramente. La fotografía perfecta a pesar de que hay muchas escenas nocturnas con velas. Se distingue claramente la buena iluminación cuando es necesaria y cuando no. Y por supuesto, está bien contada la historia. Se sigue. El guión tiene su presentación, su nudo y su desenlace. No pedimos más en los tiempos que corren.

Como punto negativo está la duración de la cinta. Estamos hablando de más de 130 minutos de película. A falta de 20 minutos uno ya estaba moviéndose un poco en la butaca y eso a pesar de que hay que reconocer que la película tiene ritmo.

Otro punto que a algunos les llamará la atención es que la historia es muy local. Estamos hablando de unos acontecimientos muy concretos de la historia de Dinamarca. Algo parecido a lo que también criticamos de LINCOLN.

En definitiva, la opinión general es buena. Se puede uno gastar el dinero en ir a ver esta película, pasar un rato entretenido y disfrutar de las interpretaciones. La nominación al Óscar también estaba justificada. Pero no hay que olvidar que este tipo de cine no es el que estamos acostumbrados a ver en las grandes salas comerciales.

LO MEJOR:

• El vestuario y la ambientación.
• Algunos planos parecen auténticas pinturas, cuadros de la época, de los que podemos ver en el Museo del Prado.
• El trío de protagonistas principales. Sobre todo la química que hay entre MADS MIKKELSEN y ALICIA VIKANDER.

LO PEOR:

• Aunque la historia es una historia universal de amor e ideales, el hecho de centrarla en una época tan concreta de la historia de Dinamarca puede hacer que para algunos espectadores pierda su interés.
• La duración. A la película le sobran 20 minutos.

SPECTRA