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CRÍTICAS REDACTORES

EL CONSEJERO

 

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Aunque debajo del título se pueda leer “Pecar es una opción”, sería más adecuado “Cómo FASSBENDER se puede comer a quien sea”. El actor alemán ya demostró sus dotes en SHAME y aquí sigue con la exigencia que él mismo se ordena. Queda evidente que tal nivel es auto-impuesto, pues nada más sobresale en esta película. Es decepcionante de principio a fin. Si observamos a los intérpretes sólo dan la talla el ya mencionado y BRUNO GANZ, que apenas aparece cinco minutos en una escena completamente accesoria. BRAD PITT asume su papel de secundario y lo lleva a cabo con la mediocridad a la que ya nos ha acostumbrado cuando su papel es menor. Esto último podría parecer un comentario negativo, pero no es así. Si se compara con la pésima e insufrible actuación de sus otros compañeros de cartel (BARDEM, CRUZ y DIAZ), bien podría ganar un Oscar. Tanto DIAZ como BARDEM no saben afrontar sus personajes y se les ve perdidos en todo momento; y en cuanto a CRUZ… es preferible ni comentarlo (¡Qué alguien haga una recolecta para pagarle unas clases de inglés, por Dios!).

 

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Una vez aclarado que de los intérpretes no se puede esperar absolutamente nada (repetimos que FASSBENDER está sublime), vayamos a la historia y a la estética, que también se las traen. Al principio del film, PITT dice: “No sabes cómo es alguien, si no sabes lo que quiere”. Justo esa es la impresión que le invade al espectador cuando visualiza el último trabajo de RIDLEY SCOTT, el no saber qué se quiere contar. EL CONSEJERO no tiene rumbo en ninguno de los aspectos. La culpa debe compartirse con MCCARTHY, que no ha sabido ni siquiera acercarse a su NO ES PAÍS PARA VIEJOS. Ni entendemos la historia ni a los personajes, que van apareciendo por la pantalla sin aportar absolutamente nada. Desde la dirección no se plantea ni la más básica y elemental de las preguntas: ¿Qué quiero contar? ¿De qué va la película?. EL CONSEJERO va saltando de temática en temática, sin concretarse en ninguna. Acción, drama, toques de comedia, tráfico de drogas, problemas fronterizos, crítica a las clases altas, crítica a las clases bajas y un interminable etcétera. Una ensalada de géneros y situaciones mal aliñada que deja al espectador totalmente perdido. BLADE RUNNER ya cumplió sus bodas de plata, ALIEN y THELMA & LOUIS quedan lejos y, aunque le devolvimos algo de confianza con GLADIATOR, sólo fue un espejismo.

 

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Hay algunos momentos estéticos muy potentes, pero esta estética muta de secuencia en secuencia. Cuando la acción transcurre en Amsterdam, la imagen es buena y, cuando se traslada a las miserias mejicanas o a la high-class fronteriza, mantiene un nivel alto, pero cada diez minutos todo cambia. No deja que el espectador se acostumbre ni a una cosa ni a la otra.

Todo film tiene un público potencial, pero en este caso, sinceramente, no sabemos a quién puede estar destinado. Es comprensible y aceptable que un director haga una apuesta y le salga rana, pero aquí nos quedamos con la sensación de que SCOTT no ha hecho apuesta alguna. Se queda entre dos aguas (y dos son pocas).

Un film realmente fallido. Una lástima. Si, aún sabiendo esto, les sigue picando la curiosidad, vayan y valoren por ustedes mismos.

LO MEJOR:

  • FASSBENDER.
  • Brillan algunos momentos visuales.
  • El momento en el que un niño del lugar (aunque con un acento catalán  que roza la caricatura) entrega a FASSBENDER un paquete de suma importancia. Momento involuntariamente cómico que extendió una risa generalizada por toda la sala y que funciona como perfecta puntilla final.

LO PEOR:

  • No existe la coherencia estética.
  • El nivel general del acting.
  • No tener un target claro o un destino argumental

Adrià Naranjo

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Alfonso Caro Sánchez (Mánager) Enamorado del cine y de la comunicación. Devorador de cine y firme defensor de este como vehículo de transmisión cultural, paraíso para la introspección e instrumento inmejorable para evadirse de la realidad. Poniendo un poco de orden en este tinglado.