CRÍTICA: STAR WARS: EL DESPERTAR DE LA FUERZA
A estas alturas la mayoría de los fans de la saga seguramente estaréis para pocos juegos y no pocos sufriréis el recelo de si finalmente la cinta más esperada (y promocionada) de los últimos años cumplirá, aunque sea vagamente, con las toneladas de expectativas generadas. Y como no es cuestión de jugar con los mitos cinematográficos de cada uno y con los iconos vitales que a muchos nos han acompañado desde que descubrimos la magia del cine, es justo abrir la crítica dejando muy claro que STAR WARS: EL DESPERTAR DE LA FUERZA cumple religiosamente con lo que se espera de ella, así que desechad todo atisbo de negatividad o pesimismo porque lo que os espera en salas es un reencuentro con el universo STAR WARS clásico, que será especialmente disfrutado por esa generación que vivió la trilogía original y se sintió frustrada con esa nueva e hiperdigitalizada trilogía orquestada por GEORGE LUCAS.
J.J. ABRAMS demuestra con esta cinta su condición de pope del entretenimiento visual del siglo XXI. Solo él podía haber reconducido la saga por sus terrenos más clásicos, acertando de lleno en la difícil labor de regenerar la serie con nuevos personajes, localizaciones y tramas, que guardan un fuerte (y necesario) nexo de unión con la trilogía clásica. Al igual que hizo en 2009 con la saga STAR TREK, el director vuelve a leer e interpretar todos los iconos fundamentales de la saga para actualizarlos con un tino ejemplar. Porque este nuevo episodio no es más que el pistoletazo de salida para seguir expandiendo el universo de STAR WARS, respetando escrupulosamente sus señas de identidad más clásicas y logrando así una triple jugada maestra: recuperar a esa legión de fans que clamaban por el retorno de la saga a sus cánones iniciales; reeducar a todos aquellos que la descubrieron gracias a la nueva trilogía, y atrapar a toda una generación, la más joven, que con EL DESPERTAR DE LA FUERZA engrosará la masa de seguidores que en las próximas décadas vivirá pendiente del eterno conflicto entre el bien y el mal que asola este universo ideado por LUCAS, y que funciona como eterno motor de esta épica galáctica que, bebiendo de nuestros conceptos culturales más básicos, logra articular un universo sin límites, dotado de la exclusiva espectacularidad que solo la fantasía desatada y sin complejos es capaz de concebir, porque aunque quizá resulte menos exhaustivo y en gran medida menos complejo que el imaginario de Tolkien, el universo STAR WARS resulta igual de irresistible.
EL DESPERTAR DE LA FUERZA homenajea la trilogía clásica en tantos momentos que resulta complicadísimo hablar de ella sin descubrir detalles de su argumento que, aunque puedan antojarse predecibles según avanza el metraje, serán gratamente disfrutables por todos los espectadores. La cascada de referencias es continua, no solo en los vehículos, las criaturas o las localizaciones, sino también en la propia trama, su devenir y sus soluciones. Un punto que es conocido (y con seguridad habrá sido analizado) por ABRAMS y del que el director, lejos de convertirlo en un talón de Aquiles, logra sacar un rendimiento espectacular, apelando a la nostalgia sin compasión para resolver algunas de las papeletas más polémicas de esta nueva entrega. Nostalgia que alcanza sus cotas más altas cuando el espectador se reencuentra con los mastodónticos destructores imperiales (ahora rebautizado como «la Primera Orden»), los TIE Fighter y su característico sonido, los X-Wing desplegando sus alas y en formación de combate, el sonido de los blasters, los personajes más queridos y, por supuesto (y por encima de todo), la tremenda partitura de WILLIAMS, que subraya y corona algunas de las escenas y secuencias que más se recordarán tras el visionado.
Así pues, los personajes más veteranos están presentes durante toda la cinta y su legado es el protagonista y punto de partida para esta nueva trilogía que fortalecerá en sus próximas entregas sus señas de identidad. Un legado interpretado por una camada de actores poco conocidos para el gran público y que suponen un acierto total para un casting en el que brillan especialmente JOHN BOYEGA y DAISY RIDLEY, esta última uno de los descubrimientos más sonados del cine reciente y desde ya una futura estrella de la industria. A quién de los nuevos le tocará vivir la «maldición» de su personaje y estancarse es algo que aún está por ver, pero vamos admitiendo apuestas…
Otro de los aspectos más gratificantes de EL DESPERTAR DE LA FUERZA es el notable trabajo de inmersión multiplataforma que ABRAMS ha dirigido, conjugando de manera excelente episodios que son pura aventura y que recuerdan con facilidad a algunas situaciones propias de EL IMPERIO CONTRATACA con nuevas perspectivas que deben mucho a ese realidad paralela y en continua expansión que suponen los cómics y los videojuegos de la franquicia. Los nuevos entornos, o las tomas que colocan la cámara directamente en las cabinas de los cazas, regalan destellos espectaculares que, unidos a la total falta de freno por parte de ABRAMS de explorar las posibilidades de la cámara en cada toma, terminan por elevar el conjunto para hacerlo completamente disfrutable.
Y es que el cine puede admitir infinidad de géneros y puede asumir otras tantas responsabilidades, sociales o culturales, pero también debe defender con la cabeza bien alta su condición de entretenimiento, y en esto último la saga STAR WARS tiene muy poquitos rivales. Agenciaos la pantalla más grande que tengáis cerca, dejaos en el bar lo que haga falta para que a nadie le falten las palomitas y sentaos a disfrutar. Porque esa sensación que nos embarga a muchos cuando las letras, acompañadas de la música de WILLIAMS, toman la pantalla, es directamente impagable. Y si encima lo que sigue es una película como EL DESPERTAR DE LA FUERZA, durante 135 minutos no vais a necesitar nada más para ser felices, porque durante 135 minutos vais a volver a ser niños.
Cine de evasión en su estado más puro. Y también para todos los públicos, familiar. Porque en STAR WARS, al fin y al cabo, todo queda en familia.
LO MEJOR:
- El trabajo de ABRAMS y su capacidad para recuperar la esencia de la saga.
- El equilibrio entre las nuevas tecnologías y los recursos más tradicionales en su diseño de producción.
- Algunos momentos son pura nostalgia. Los más mayores os reencontraréis con sensaciones que pertenecen a vuestra infancia.
- Lo maravillosamente bien que sigue funcionando un concepto tan básico como la dualidad fuerza / lado oscuro.
LO PEOR:
- Su impresionante ritmo hace que pase como un suspiro. Vais a querer más. Pero… hay que esperar.
Alfonso Caro
¿Has sido demasiado benévolo o efectivamente cumple tan bien como dices?
He sido fiel a mis sensaciones como fan declarado de la saga. Lógicamente es mi impresión, pero sí he de confesarte que mi nivel de exigencia era bastante alto 🙂