CRÍTICA: MARCO MACACO Y LOS PRIMATES DEL CARIBE
En 2012 NICE NINJA PRODUCTIONS estrenó esta distraída película infantil que ahora llega a nuestras carteleras. Una simpática cinta que está completamente volcada en buscar el divertimento de los más pequeños de la casa.
Marco es un primate que se toma su trabajo muy, pero que muy en serio. Podríamos decir que es el vigilante de playas más orgulloso y tenaz de la tierra. Por ejemplo, cuando un misterioso artefacto (que no deja de ser un simple flotador) llega llevado por la marea a sus costas, no duda ni un instante en avisar al más alto cargo de toda la isla. Este coronel (simiesco también, como casi todos los personajes que intervendrán en la historia) no deja de ser una perfecta simplificación de todos esos regímenes militarizados y autoritarios que reinan por el Caribe y sudamérica. Un resumen algo simplón de algo muy complejo, pero que da el pego completamente. Pero la vida de Marco dará un giro cuando vuelva a la isla Lulu, su amor de infancia que desapareció años ha. Una chica alegre y convencida a dedicar su vida entera a la música. Cuando el siniestro Carlo monte su Casino en medio de la playa, todos apoyaran la iniciativa, menos Marco, que se verá forzado a huir. Así empieza una aventura que será aliñada con piratas, robots gigantes y una convincente y agradable mezcla de acción y comedia.
El target potencial de MARCO MACACO Y LOS PRIMATES DEL CARIBE es inequívoco. Teniendo en el punto de mira el público de menos de siete u ocho años, juega con la tranquilidad de no encontrarse una exigencia tan elevada como la que se pretende con PIXAR o DREAMWORKS. Aún así, hay algunos temas tratados que sí pueden ser descodificados desde el sector adulto (los padres, abuelos y tíos que llevarán a los críos al cine) con un mensaje y una reflexión más madura. El problema reside en que dicha producción no hace ningún tipo de esfuerzo en mimar estas tesis y ni tan siquiera se plantea que alguien pueda querer buscar una doble lectura. Pero sí podría haberla y el resultado, de bien seguro, sería muy satisfactoria. Esta podría ser una bonita parodia de las cuestionables gestiones del poder. También podría ir por el lado de la firmeza y la convicción de ideas. Con los piratas, un grupo de macacos que viven desencantados del amor y detestan interactuar con el sexo opuesto, se podrían tratar unas cuestiones que darían mucho más juego que el visto aquí. Una lástima, pues la materia prima está. Otra ocasión desperdiciada por el mundo de la animación. Otra ocasión que podría servir para demostrar que se puede hablar de mucho con muy poco. Otra ocasión que se ha perdido por la falta de miras y la estúpida y errónea norma de que con la animación más infantil no se puede hacer cine de verdad.
La técnica es correcta, poco más. Ni una sola sombra, pocos efectos remarcables, pero, en definitiva, sale del paso y cumple su función. Curiosamente, tiene cierto aire al estilo propuesto por LUCASARTS en MONKEY ISLAND, uno de los mejores videojuegos de la historia, pero, evidentemente, dista mucho de esta obra maestra. Dentro de la dirección, y aquí nos referimos únicamente la planificación, sí vemos algunos detalles destacables. Las persecuciones están ideadas con algunos aciertos que, viendo el conjunto del film, sorprenden muy gratamente. Los toques de humor, aunque siempre caen en el slapstick y la comedia física, hace gracia si uno tiene la voluntad de reír; cosa que no siempre es tan sencilla. El ritmo, tanto en los gags como en el montaje, es llevadero y cumple sus objetivos. También se agradece la duración de 80 minutos. No necesitábamos más; gracias por tomar consciencia de eso.
Resumiendo: si tienen por delante una aburrida mañana de fin de semana haciéndose cargo de criaturas de esas edades, MARCO MACACO Y LOS PRIMATES DEL CARIBE es una buena opción para tenerlos entretenidos durante un tiempo. Pero, si su intención es ver algo que vaya un poquito más allá que la programación habitual de un canal infantil, mejor elijan otro título.
LO MEJOR:
- La honestidad de la propuesta.
- Algunos planos buenos y unos chistes que a veces aciertan.
LO PEOR:
- La banalidad que planea por encima de cada uno de los minutos de la cinta.
- Que este tipo de producciones siempre se estrenen dobladas. Si queremos cambiar la falta de sentido común que reina en España en este aspecto, lo lógico es empezar por aquí, por los niños.