LOS ANTECEDENTES

Después de haber rodado en 2016 la taquillera Cien años de perdón, el cineasta Daniel Calparsoro (actualmente uno de los directores al frente de la serie Apaches) deja de nuevo atrás el género de acción que tocara con Combustión en 2013 para repetir con el thriller y, de paso, con Raúl Arévalo como uno de los rostros protagonistas. A diferencia de lo que ocurriera en Cien años…, cuyo protagonismo compartía con Rodrigo de la Serna y Luis Tosar, en El aviso es Arévalo quien se carga el peso de la mayor parte de la cinta.

Vuelve Calparsoro y vuelve el thriller nacional a la gran pantalla. ¿Qué podemos esperar? A priori, la posibilidad de que la cinta se convierta en uno de los taquillazos anuales del cine patrio.

LA PELÍCULA

No obstante, bien sabemos que el hecho de una presumible buena recaudación nunca implica (y quizá en nuestro cine todavía menos), en absoluto, una calidad acorde. Y, desgraciadamente, El aviso conforma una de estas ocasiones. Pocas cosas había que reprocharle a un argumento que nos presenta unos repentinos asesinatos sin resolver, presuntamente conectados en el tiempo y con un patrón numérico común que un matemático (presente en una de estas situaciones) se empecina en despejar; y curiosamente podemos reprocharle casi todo lo que nos pase por la mente al ver el filme.

No solo se nos plantea la historia de una manera que no ayuda a entrar en ella, sino que al acabarla nos damos cuenta de que realmente lo que ha dado pie a hora y media de metraje, lo que realmente intriga al espectador queda descolgado y sin resolución. Una intriga que, de haber ahondado en ella un mínimo, probablemente habría sido la responsable de que El aviso ganara un fondo cualitativo que no ha conseguido ganar. A esto hay que sumarle un exceso de (forzado) dramatismo en demasiados momentos y el uso de unas técnicas narrativas que no encuentran su lugar en la cinta, al menos no de la forma en la que se han concebido: los flashbacks.

ELLOS Y ELLAS

No diremos que la cinta encontraría cierta redención en un reparto bien dirigido, porque cuando el conjunto plantea tantos contras es difícil que unas buenas actuaciones puedan acabar salvando los muebles, mas sí es cierto que la habría hecho mucho más digna de lo que es. Pero no, ni nos vamos a engañar ni os vamos a engañar a vosotros: el (buen) reparto tampoco acaba de funcionar en El aviso.

Independientemente de que, a nuestro parecer, a Raúl Arévalo solamos verlo más cómodo en registros cómicos que dramáticos, demostró con La isla mínima que también sabe lo que se hace cuando la cosa no va de dibujar sonrisas. Aquí, sin embargo, muchas de sus reacciones resultan forzadas y, por tanto, su personaje, sobreactuado y nada creíble. Algo mejor paradas salen Belén Cuesta y Aura Garrido, secundarias ambas, que constituyen la prueba fehaciente de que la dirección de actores se le va de las manos a Calparsoro durante toda la cinta y que lo poco notable que se puede obtener de ella viene de la mano de roles secundarios que poco tienen que aportar al desarrollo del enigma principal.

LA SORPRESA

Excepto en el caso de Hugo Arbúes, el niño que también se ve involucrado en los misteriosos asesinatos. Lo cierto es que sin él la película perdería el único ápice de interés que queda si extraemos de ella un buen argumento llenísimo de lagunas a la hora de desarrollarlo, una dirección de actores poco afortunada y varias preguntas que empiezan por «¿Por qué…?» al salir del cine. Su actuación, e incluso la trama del bullying que envuelve a su personaje y al de Aura Garrido (que sea necesaria para la cinta es otra historia), resultan una grata sorpresa para el espectador. Quizá la única. 

LA SECUENCIA

Se antoja complicado resaltar una escena de entre un compendio de fotogramas que realmente poco o nada logran transmitir al espectador. Pero el cruce de miradas que comparten, cómplices, Antonio Dechent y un Hugo Arbúes totalmente empapado sería lo que más se acerca a esa placentera sensación de que algo dentro de nosotros se remueva viendo una película.

TE GUSTARÁ SI… 

Si te gustan los thrillers patrios que parten de una premisa interesante, con un misterio creciente que, a fin de cuentas, te entretiene. Porque, a pesar de todos sus peros, lo cierto es que El aviso te mantiene (más o menos) pendiente de la pantalla durante todo el metraje. Esperando algo que no ocurre… pero esperando, al fin y al cabo.

LO MEJOR

• El pequeño Hugo Arbúes.
• Una buena base, una sinopsis atractiva…

LO PEOR

• … que ni Calparsoro ni el guion de Jorge Guerricaechevarría han sabido aprovechar.
• La dirección de actores, nada verosímiles en su práctica totalidad.
• Un misterio constante durante toda la cinta que, al acabar, sigue siendo precisamente eso: un misterio.

Silvia Martínez