ANTECEDENTES:
Hablar de Néstor Ruiz Medina es hablar de talento. Nominado al Goya al meror cortometraje de ficción por Baraka en 2018, un cortometraje con más de 100 selecciones internacionales en festivales entre los que se encuentra Tribeca 2016. A todo esto se le suma en su larga carrera como cortometrajista éxitos como Sí, quiero! (2017), El Método (2019) y One 2 One (2020). En estos momentos prepara varios proyectos de largometraje pero ahora en el SEFF2022 presenta 21 PARAÍSO, su último trabajo, que se ha colado en la Sección Las Nuevas Olas.
LA PELÍCULA:
El planteamiento es bien sencillo y arriesgado: realizar 21 planos secuencias que reflejen 21 momentos por los que deambule el espectador siendo testigo de como una pareja se autodestruye. Nada de lo que se fundó al principio sobre algo único y duradero debe mantenerse en pie cuando se oiga el último ¡corten! al final del rodaje.
Rodada en plena naturaleza, repletos de belleza y tranquilidad. Como epicentro de todo lo que se cuenta una casa abierta al mundo llena de ventanas en mitad de la nada. Dos personajes que se conocen y se quieren, filmados con maestría pero siempre desde el más profundo respeto por sus decisiones. Y de pronto el mundo cambia cuando una parte de la pareja quiere cambiar y el otro no.
Tres meses viviendo juntos. Eso es lo que han tenido que vivir Néstor Ruiz Medina, María Lázaro y Fernando Barona en la misma casa alrededor de un guion de diez páginas. La historia se mantenía nítida en la mente de su director pero el cómo contarla era lo más complicado, contaba el propio Néstor.
21 paraíso es una de las propuestas narrativas más arriesgadas de este SEFF2022. No solo por ese acercamiento a historias tan tórridas y comprometidas como la exposición del sexo en pareja al público y sus repercusiones en lo íntimo y privado. Tampoco pretende sentar cátedra sobre el surgimiento de plataformas como Only Fans, ni menos crear en sus escenas de sexo el interés principal del espectador por ver la obra. Nada de eso.
La maestría de Néstor Ruiz Medina se ve reflejada en su capacidad para ahondar en el amasijo de sentimientos y emociones de sus protagonistas. Seres que han decidido una nueva forma de vida cuyo contexto social repudia y los convierte en extraños dentro de su propio mundo. El entorno de los protagonistas se vuelve hostil e inconexo con lo que sienten al hacer lo hacen. Dos seres carentes de la sabiduría suficiente para advertir a todos los que les rodean de que entre tanta crispación hay algo intacto: el amor que sienten el uno por el otro.
La obra de Néstor Ruiz Medina es una hoja de ruta sobre la deconstrucción del amor a consecuencia de la interrupción de la incertidumbre, término institucionalizado en nuestra sociedad. María Lázaro y Fernando Barona son capaces de artificiar juntos mecanismos interpretativos capaces de retratar la desintegración de una pareja con la suficiente delicadeza y pureza. Como muestra este tour de force por sus espacios íntimos que a cada paso de relato se convierten en turbios e inestables, toda una pericia. 21 paraíso desgarra, se planta de la cabeza del espectador, es capaz de echar raíces y suscitar preguntas ¿puede el amor destruir a una pareja?.
ELLOS Y ELLAS:
Los creadores de este torrente de emociones que vemos en pantalla del que el espectador no sale ileso: María Lázaro y Fernando Barona.
LA SORPRESA:
El resultado de diferentes mentes creativas unidad para hacer algo nuevo y arriesgado. Néstor Ruiz Medina como director y María Lázaro y Fernando Barona como protagonistas. Vaya tándem de promesas de nuestro cine.
LA SECUENCIA/EL MOMENTO:
La playa. Un lugar bello y natural donde una discusión entre la pareja de protagonistas lo cambia todo. Ya nada volverá a ser como antes.
TE GUSTA SI
Quieres conocer la capacidad autodestructiva del ser humano.
LO MEJOR
- La naturalidad que supura cada plano de este película
- La química entre sus protagonistas
- El tono apropiado
LO PEOR
- Nada que reseñar
