ESPECIAL JAMES BOND: CASINO ROYALE
¿Por qué tenéis que verla?
La elección de Daniel Craig como sustituto de Pierce Brosnan frunció el ceño de los más puristas desde que se anunció el rodaje de la cinta. Los (prematuros) detractores se escudaban en argumentos tan chanantes como “es que es demasiado feo” para intentar tumbar una elección de casting que, tras el estreno, recibió unas críticas excepcionales. Craig no solo revitalizó la imagen de James Bond, sino que ayudó a abarcar un público mucho más amplio: las cuatro películas que ha protagonizado hasta el momento se han convertido en las más taquilleras de toda la saga.
Si a ello le sumamos un casting espléndido, con mención especial a la siempre radiante Eva Green o la badass Judi Dench («cómo echo de menos la Guerra Fría«), un guion lleno de giros inesperados pero certeros y unas set pieces de acción espectaculares, Casino Royale es una experiencia casi religiosa para los fanáticos del personaje, y una película más que notable para el resto.
En nuestra memoria colectiva
Hay decenas de secuencias para recordar dentro de Casino Royale, pero es el affaire entre Bond y Vesper Lynd lo que mayor atención merece. En general, las relaciones amorosas en el cine de acción siempre quedan descompensadas de la trama, pero la enorme química entre los dos protagonistas y un cuidado tratamiento de la historia consiguen destacar sobre el conjunto. Vesper es el primer gran amor de James Bond, al igual que su mayor traición y un punto de inflexión en sus relaciones con los demás. En este «reboot» de la saga su personaje marca un antes y un después en el protagonista, que nunca llegaría a recuperarse del todo tras haberle roto el corazón. ¿Perdonamos ese bache narrativo en el que parecen parodiar Vacaciones en Roma? Por supuesto que lo perdonamos.
El villano
Mads Mikkelsen interpreta al principal antagonista de la cinta. Su Le Chiffre ejerce como banquero privado para varias organizaciones terroristas, y se ve obligado a recuperar el dinero que había perdido de sus clientes en una partida de póker.
Para el recuerdo quedan varios momentos antológicos de uno de los mejores villanos de la saga: un partida de póker de infarto, una tortura casi sadomasoquista y hasta homoerótica o un conducto lagrimal del que cae sangre y no lágrimas le han convertido en uno de los malvados más reconocibles de los últimos tiempos.
El intérprete danés fue reconocido internacionalmente gracias a su papel en Casino Royale, pero su trayectoria ya venía de atrás: actor fetiche de Nicolas Winding Refn (Pusher, Valhalla Rising, Fuera de sí…), ha compaginado grandes superproducciones (Furia de titanes, Rogue One: Una historia de Star Wars), con cine de mayor prestigio (La caza, Un asunto real) y hasta televisión (las tres estupendas temporadas de Hannibal).
El gadget
Probablemente el artilugio más llamativo de la cinta sea el escáner para controlar a Bond. Después de su vuelta a las Bahamas, M no se fía del agente y decide tenerlo controlado en todo momento. Es ahí cuando un miembro de su equipo le inyecta un microchip en el brazo y le obliga a colocarse frente al escáner que hay dentro de un gran maletín, que muestra a su vez el brazo del agente secreto a través de rayos X, y detalla su ubicación exacta y su pulso cardíaco.
No hay Bond sin acción
La espectacular secuencia previa a los créditos nos lleva a Madagascar, donde 007 sigue a un terrorista que busca refugio en la embajada. La persecución nos muestra las habilidades de parkour del nuevo agente, más en forma que nunca, escalando sobre grúas, andamios y edificios en construcción para detener a su enemigo. Al final consigue llevárselo por delante en la propia embajada, donde una cámara de vigilancia lo graba y comienzan los quebraderos de cabeza para M.
Demasié pal Bondy
Cuando la victoria de Bond en la partida de póker se da por sentada, la acompañante de Le Chiffre vierte en su Martini un veneno letal que le hace abandonar momentáneamente la partida. Tras sufrir un paro cardíaco en el aparcamiento, consigue seguir las instrucciones de su equipo, pegarse varios electrodos al pecho e inyectarse una aguja en el cuello. Al final es Vesper quien, casi por arte de magia, consigue la combinación adecuada de los cables. Lo más surrealista del ya de por sí surrealista asunto es que en apenas unos minutos Bond vuelve a la partida de póker sano como un roble y sin transpirar siquiera.
007 Curiosidades
- Paul Haggis (Crash, En el valle de Elah) colaboró en la reescritura del clímax final de la película.
- En una entrevista, el director Martin Campbell mostró especial interés en convertir a Henry Cavill en el Bond de su película, pero fue rechazado debido a su juventud (tenía veintidós años).
- Daniel Craig se convirtió en el primer actor nominado a un BAFTA (los premios británicos más prestigiosos) por interpretar a James Bond.
- La primera película de James Bond en usar a un villano de las novelas desde Moonraker, en 1979.
- Para el papel de Vesper Lynd se tuvieron en consideración actrices tan populares como Rachel McAdams, Keira Knightley, Eva Longoria, Vera Farmiga, Scarlett Johansson, Angelina Jolie o Charlize Theron.
- El primer actor en optar al papel de Le Chiffre fue Ulrich Matthes, que tuvo que declinar tras haberse comprometido con la obra teatral ¿Quién teme a Virginia Wolf?
- Aunque la cinta se rodó casi en su totalidad en Praga, solo la secuencia inicial en blanco y negro tiene lugar allí.
DiscoBond: su tema principal
La canción elegida para la nueva etapa de James Bond fue compuesta e interpretada por el recientemente fallecido Chris Cornell. El título en cuestión, You Know My Name, permanece como su tema más escuchado en Spotify. A pesar de no haber sido seleccionada entre las cinco composiciones que compitieron al Oscar aquel año, la recepción crítica fue muy favorable y obtuvo un premio Satellite.
Como curiosidad, You Know My Name es la única canción de la saga que no está incluida en el CD de la película, sino en el propio disco de Chris Cornell, titulado Carry On.
Jose Cruz