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ALEXANDER Y EL DÍA TERRIBLE, HORRIBLE, ESPANTOSO, HORROROSO

 

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No hay nada como tener inquietudes de gran envergadura en este mundo que nos ha tocado vivir. Y si no vean a la familia Cooper: Ben, el padre, desea volver a trabajar. Kelly, la madre, se juega el ascenso en una presentación. La hermana mayor, Emily, está ansiosa por aparecer en la actuación del instituto; el hermano también adolescente, Anthony, vive por y para su guapa novia (AKA la chica más popular de secundaria), y el hermano bebé Trevor no tiene más ojos que para su chupete con forma de abeja. Sí, grandes preocupaciones para cada generación.

En ese entorno se encuentra Alexander, un pobre perdedor al que nadie parece con tiempo para miramientos hacia su 12 cumpleaños, que es al día siguiente de donde comienza esta historia. Y encima, el chico más guay de su curso celebra el cumple la misma tarde que él. Si es que cuando uno se levanta con un chicle pegado al pelo, nada bueno puede suceder en las siguientes veinticuatro horas siguientes.

 

Alexander and the Terrible, Horrible, No Good, Very Bad Day

 

Así es el planteamiento, tan propio y visto en los blockbusters para toda la familia. Pero el universo tiene un efecto boomerang increíble, y a Alexander el destino le va a compensar por haber tenido un día como el que definen los calificativos del título.

MIGUEL ARTETA, entrenado en ficción televisiva, ofrece esta cinta de aventuras. Aventuras porque al fin y al cabo todos los personajes superan odiseas dentro la urbe. El cineasta se aferra a los códigos Disney y elabora un producto de entretenimiento digno, blanco e inofensivo a ninguna sensibilidad. El humor recuerda los chistes de la escuela de AMERICAN PIE, aunque adecuándolos a todos los públicos. Y las consecuencias son las típicas a las que JIM CARREY tiene acostumbrado al público en su filmografía gamberra.

 

Alexander and the Terrible, Horrible, No Good, Very Bad Day

 

La trama -que ya se ha visto-, también pondrá melancólicos a padres. El argumento, (basado en el libro de JUDITH VIORST) recuerda a ciertas historias ochenteras con un antihéroe encantador al que su entorno le asfixiaba y sus deseos se hacían realidad a la mañana siguiente; y claro, tocaba lidiar con el nuevo percal. Ahí está BIG o DE TAL ASTILLA TAL PALO, e incluso EL SUEÑO DE MI VIDA, de hace más de una década con JENNIFER GARNER, que también aparece aquí.

Los progenitores sí que son conocidos para el público. STEVE CARRELL desprende su faceta gansa al máximo, mientras que la actriz encargada de hacer de su esposa, JENNIFER GARNER, gana puntos en unas lides que ya probó en la comedia citada antes. Ambos son los responsables de una prole proveniente de la cantera a la que Hollywood -y la compañía de dibujos animados – pasará el testigo. Como DYLAN MINNETTE o KERRIS DORSEY, los mayores, o BELLA THORNE (Celia, la novia de Anthony) uno de los nuevos bellos rostros de la industria. Y el joven protagonista, ED OXENBOULD, que con su pequeña altura se carga a sus hombros el peso de esta abigarrada trama. Por cierto, un clásico del humor, el señor DICK VAN DYKE, se pasea por aquí, con más años y con el carisma intacto.

Con moralejas de manuales tipo “Cómo ser la familia ejemplar”, ALEXANDER Y  EL DÍA TERRIBLE… contiene ciertos ingredientes clásicos que nunca fallan: el protagonista perdedor que irremediablemente cae bien al público. Una vez más, este tipo de historietas entretienen, hacen pasar un buen rato con los más pequeños y ponen una sonrisa en la cara.

 

 

LO MEJOR:

  • El colorido entretenimiento.
  • Unos personajes simpáticos.
  • “Cine para toda la familia” en el sentido amplio.

LO PEOR:

  • Las circunstancias límite no son tolerables en todos los públicos.
  • El guion no sorprende.
  • No ofrece moralejas ni planteamientos sutiles.

 

María Aller

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Alfonso Caro Sánchez (Mánager) Enamorado del cine y de la comunicación. Devorador de cine y firme defensor de este como vehículo de transmisión cultural, paraíso para la introspección e instrumento inmejorable para evadirse de la realidad. Poniendo un poco de orden en este tinglado.