ALAN BALL: LO QUE TÚ SIENTES SE LLAMA OBSESIÓN
El pasado día 22 comenzó la séptima temporada de TRUE BLOOD, que supone el último bocado al guilty pleasure veraniego por excelencia. Con motivo del final de una de las series más exitosas de la historia de HBO, queremos hacer un repaso de la obra de su excéntrico creador; y el que fuera, hasta la quinta temporada, el show-runner de la serie.
ALAN BALL, estadounidense de 57 años, se dio a conocer en el mundo audiovisual encargándose del guion de AMERICAN BEAUTY, una película que sorprendió a todo el público en 1999. En esta cinta, el polifacético BALL ya dejó ver algunas de las que serían sus señas de identidad para trabajos posteriores: las reflexiones sobre el amor, el sexo o la familia, con importantes dosis de obsesiones y excentricismos, marcaron el libreto de la película en la que KEVIN SPACEY intentaba a toda costa seducir a la atractiva amiga de su hija.
A DOS METROS BAJO TIERRA (SIX FEET UNDER): EL SALTO A LA TELEVISIÓN
En el año 2001, ALAN BALL se embarcó en la creación de una de las series de televisión más recordadas del S. XXI. A DOS METROS BAJO TIERRA (HBO) supuso una importante reflexión sobre la vida y la muerte, dilema ejemplificado en la familia Fisher, propietarios de una funeraria. Todas las historias giraban en torno a los miembros de la familia y a los encargos que recibían en “Fisher & Son”, con una estructura episódica en la que siempre se iniciaba el metraje con la escena de alguna muerte.
A DOS METROS BAJO TIERRA explotaba el drama y el humor de una forma que pocas veces hemos visto en televisión, y como tal, creó escuela. Fue una ficción histérica, histriónica, desagradable por momentos y eufórica a ratos –momentos musicales incluidos-. Afrontó también de una forma ejemplar la homosexualidad, que personificó en el personaje de MICHAEL C. HALL. BALL, declarado abiertamente homosexual, ha tratado este tema en casi todas sus creaciones, generando mucha polémica y creando además muchos juegos de seducción, e idas y venidas entre algunos personajes –este recurso se explota en TRUE BLOOD, donde destaca la tensión sexual entre varios personajes masculinos-.
ALLAN BALL terminó de dar la puntada -a una serie, admitámoslo, por ocasiones irregular- dirigiendo y escribiendo TODOS TE ESTÁN ESPERANDO. El último capítulo de la serie es todavía hoy recordado como uno de los mejores cierres que haya tenido jamás una obra audiovisual, y supuso el final perfecto para una ficción que pasó a ser historia, mito e hito dentro del medio televisivo.
TRUE BLOOD: HINCANDO EL DIENTE
La siguiente creación de BALL fue la ya citada TRUE BLOOD, que comenzó sus emisiones en HBO en el año 2008. La serie nos sitúa en Bon Temps, una localidad de Lousiana donde Sookie Stackhouse es una joven y guapa camarera con capacidades telepáticas, y es capaz de leer los pensamientos de las personas. Sentirá pronto una atracción irremediable por un nuevo habitante: Bill Compton, quien resulta ser un vampiro.
A partir de ahí, la ficción supone una bacanal de sexo, sangre y diversión que la ha configurado más como un divertimento veraniego que como una gran serie de la talla de su cadena. Tras un inicio muy prometedor, la serie decidió no tomarse en serio a sí misma y poder sacar el jugo a las situaciones más esperpénticas que podamos imaginar. Todas las idas de cabeza de BALL se dejan ver en TRUE BLOOD, cuando el drama, el humor –incluso la auto parodia- se mezclan en un espectáculo desenfrenado donde parece que la normalidad y la estabilidad reinan por su ausencia.
Es verdad que la serie ha tenido temporadas mediocres, y la frescura de la primera temporada jamás se ha vuelto a recuperar, pero es innegable su poder de disfrute veraniego: no hay serie mejor que TRUE BLOOD para disfrutar con unas palomitas y un refresco con la llegada del buen tiempo. Después de la quinta temporada, ALLAN BALL decidió bajarse del carro, y las dos últimas temporadas de la serie se han realizado en su ausencia. Veremos si el cierre es digno –o no- de la “complicada” mente del polifacético guionista.
BANSHEE: LUJURIA CON PLACA
El 11 de Enero de 2013 se estrenó en Cinemax –popularmente conocida como la “hermana pequeña” de HBO- BANSHEE, serie en la que ALAN BALL ejerce como productor ejecutivo. Este drama de acción nos cuenta la historia de un ex convicto que decide escapar de su pasado y llega a Banshee –una localidad Amish de Pennsylvania-, donde adoptará inesperadamente la identidad del sheriff del pueblo, llamado Lucas Hood. Su intento de asumir la doble identidad, unido a su peligroso pasado, supondrán el centro de BANSHEE, que ha sido criticada por su lujuria, su violencia y sus escenas de sexo totalmente descontextualizadas de la trama principal –marca BALL llevada al extremo-.
La serie “del creador de True Blood” –como se empeñan en promocionarla desde Cinemax- lleva esa sensación de libre albedrío de la serie de los vampiros a la máxima expresión, y las tramas policíacas se unen a las de todos los personajes con un ritmo y un tratamiento que en ningún momento pretende ser más de lo que aparenta: un entretenimiento.
Con la llegada del calor, y con los últimos retazos de vida de la ya caduca TRUE BLOOD, desde El Palomitrón os animamos a disfrutar de las excentricidades de este genial, obsesionado y polémico creador. Y es que, no hay mejor época que el verano para poder decirle a Allan Ball aquello de: “lo que tú sientes, se llama obsesión”.
Ricardo Lampérez